Gutiérrez de Valdivia y Cortés, Miguel Jerónimo. Villanueva de la Serena (Badajoz), 25.X.1683 – Madrid, 20.IX.1747. Arcipreste de Valencia de Alcántara (Badajoz), capellán de honor regio y consejero de Órdenes, académico de la Real Academia Española y lexicógrafo.
Fue hijo de Diego Gutiérrez de Valdivia e Isabel Cortés Arévalo, todos ellos naturales de Villanueva de la Serena. Ingresó en la Orden de religiosos de Alcántara en 1698, donde llegó a alcanzar la dignidad de sacristán mayor.
Sucedió a Pedro Scotti de Agóiz como académico numerario de la Real Academia Española. Poco antes, a partir del 14 de octubre de 1728, fue elegido supernumerario, en ausencia de Juan Curiel. Colaboró en el reparto de tareas conducentes a la elaboración del Diccionario de autoridades (1726-1739), en concreto la redacción de las combinaciones desf, desg, desh, desi y desj (acta de la sesión académica de 14 de febrero de 1730), así como de las letras u y v (23 de diciembre de 1728), combinaciones estas últimas que fueron aprobadas durante los años 1737 y 1738. También aportó numerosos textos para que sirvieran como autoridades de las voces definidas. Especialmente significativa fue la aportación para la voz defensa con el significado “acción de defender” (13 de marzo de 1730).
Pese a ello, no fue aceptada dicha acepción por parte de la Academia. Sus ocupaciones eclesiásticas motivaron que fueran frecuentes las ausencias a las Juntas de la Academia. Por ejemplo, en 1731 fue trasladado a Sevilla. Aun así, se ofreció a colaborar desde fuera (acta de la sesión académica de 24 de enero de 1732).
Debido al traslado a Sevilla, y con la excusa de la presencia de Felipe V en la capital andaluza, Gutiérrez de Valdivia fue elegido uno de los representantes de la Academia, junto con Diego Suárez de Figueroa y Juan Curiel, en la audiencia real que, con motivo de la publicación y entrega del tomo III de dicho Diccionario, pretendía se celebrara en la docta casa (acta de la sesión académica de 12 de agosto de 1732). Gutiérrez de Valdivia tuvo algunos problemas en el reparto de los gajes derivados de la participación en las tareas académicas. El autor estaba sirviendo al Rey en Aranjuez y por ello tampoco podía asistir a las Juntas, aunque cumplía con su trabajo en el Diccionario. De ahí que insistiera en el cobro de los gajes que le correspondían.
Este deseo contaba con el beneplácito del director de la Academia, el marqués de Villena, pero no con el de los académicos, en concreto José Casani y Vincencio Squarzafigo, cuyos argumentos fueron los que al final terminaron triunfando. Tras su fallecimiento, pasó a ocupar su vacante Juan de Iriarte.
Obr as de ~: [Fundamentos de la justicia, y derecho del Sacristan Mayor de la Orden de Alcantara, como dignidad de ella, para preceder à todos lo Comendadores, y Cavalleros de ella, que no sean dignidades], s. l., s. f.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, secc. Órdenes Militares, Alcántara, exp. 211, Expediente de pruebas de Miguel Gutiérrez Cortés de Valdivia y de Arévalo, natural de Villanueva de la Serena, para el ingreso como religioso de la Orden de Alcántara. Año 1698.
F. Lázaro Carreter, Crónica del “Diccionario de autoridades” (1713-1740): discurso leído el día 11 de junio de 1972, en el acto de su recepción, por el Excmo. Sr. Don Fernando Lázaro Carreter y contestación del Excmo. Sr. Don Rafael Lapesa Melgar, Madrid, Real Academia Española, 1972; A. Zamora Vicente, “Letras mayúsculas. Siglo xviii”, en Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, págs. 63-107 (espec., pág. 97); E. Bomant García, El origen de la Real Academia Española. Génesis, redacción y difusión del Diccionario de autoridades, Madrid, Departamento de Filología Española de la Universidad Autónoma, 2000; M. Freixas Alás, Las autoridades en el primer Diccionario de la Real Academia Española, Barcelona, Departamento de Filología Española de la Universitat Autònoma, 2003.
Francisco M. Carr iscondo Esquivel
