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Adrián Félix José Connink Jácome

Biografía

Connink Jácome, Adrián Félix José. Sevilla, 6.VI.1661 – Madrid, 23.IX.1728. Arcediano, canónigo y tesorero de la catedral de Salamanca, agente general de las Iglesias de España, procurador general del Estado Eclesiástico de los reinos de Castilla y León, académico de la Real Academia Española y lexicógrafo.

Adrián Connink —en la documentación de la época también aparece el apellido como Conink, Conninck y, españolizado, Conique— desciende de la familia de los condes de Canillas y de Villalba de los Llanos.

Fue bautizado en la parroquia de la Magdalena de Sevilla.

Sus padres fueron Francisco Antonio de Connink, caballero de Santiago y veinticuatro de Sevilla, y Luisa Jácome del Lindem. Su hermano Luis Ignacio fue caballero de Calatrava, capitán de Infantería y, como su padre, veinticuatro de Sevilla. Otro hermano suyo, Antonio, fue canónigo de la catedral de Sevilla.

Los tres tuvieron como tío al famoso bibliógrafo Nicolás Antonio, gracias al cual Adrián Connink pudo educarse en Roma y asistir al Colegio Clementino.

Adrián Connink ocupó cargos muy relevantes dentro de la institución eclesiástica española: entre otros, los de arcediano y canónigo de la catedral de Salamanca, nombrado como tal en 1680 y 1690, respectivamente; o los de agente general de las Iglesias de España y procurador general del Estado Eclesiástico de los reinos de Castilla y León, motivo por el cual residió en la Corte desde 1701 hasta su muerte. Su cuerpo descansa en el Oratorio de San Felipe Neri de Alcalá de Henares.

Adrián Connink pertenece al grupo inmediatamente posterior al de los ocho fundadores de la Real Academia Española, al ser nombrado académico el 26 de octubre de 1713. Algunas de las juntas de la docta institución se llegaron a celebrar en su casa, sobre todo tras los ecos de su posible desaparición a la muerte de su fundador, Juan Manuel Fernández Pacheco, VIII marqués de Villena. Pero, como señala Lorenzo Folch de Cardona, Adrian Connink “echó al timón sus manos y la condujo a salvamento por el buen rumbo”. En una de las juntas celebradas en su casa, en concreto la del día 3 de julio de 1725, fue elegido como nuevo director Mercurio Antonio López Pacheco, hijo del anterior y IX marqués de Villena. Mucho antes, el 23 de octubre de 1714, Adrián Connink formó parte de la comisión encargada de acudir al Palacio del Pardo para agradecer al rey Felipe V la creación oficial de la Academia, mediante Real Cédula emitida el 3 de octubre. En ese mismo año, el 4 de noviembre, propuso a Manuel de Villegas Piñateli como académico, propuesta que fue aceptada por la docta institución.

Además de estas muestras de su intensa actividad académica, Adrián Connink está considerado como uno de los colaboradores más eficaces dentro del proyecto lexicográfico por el que fue creada, en primera instancia, la Real Academia Española. En efecto, sus principales contribuciones al Diccionario de autoridades (1726-1739) son la redacción del “Discurso proemial de la Orthographía de la Lengua Castellana”, tema sobre el cual disertó en sesiones académicas de 1720 y 1721, y el vaciado de varios textos para que sirvieran como autoridades de las voces definidas, relevando en ocasiones en dicha función a otros académicos: las obras de Bernardo de Aldrete, de fray Luis de Granada, de Pedro Fernández de Navarrete, de Juan Eusebio de Nieremberg, del padre Francisco Núñez de Cepeda, de Francisco de Quevedo, de Diego Saavedra y Fajardo y de Santa Teresa de Jesús; así como el Cancionero general de Hernando del Castillo, las Ordenanzas Reales de Castilla, el Manual de confesores y penitentes de Martín de Azpilcueta, las Anotaciones a la poesía de Garcilaso realizadas por Fernando de Herrera, la Vida de San Jerónimo de fray José de Sigüenza, la Historia general de España del padre Juan de Mariana, El Gobernador cristiano de fray Juan Márquez, las Rimas humanas y divinas, firmadas por el licenciado Tomé de Burguillos, seudónimo de Lope de Vega, la Vida y virtudes del P. M. Fray Luis de Granada de Luiz Muñoz o la Vida de Nuestra Señora, de Antonio Hurtado de Mendoza. Colaboró en la redacción de varias combinaciones de letras —en concreto las siguientes: ac, ag, ale, alq, ap, aq, ax, az, br, cl, dr, e— así como de las voces pertenecientes a la cerería. Por último, desempeñó el cargo de revisor, el primero, de las colaboraciones de sus compañeros académicos, nombrado como tal el 29 de diciembre de 1723.

 

Obras de ~: Escrito en prosa ilustrando el refrán castellano “Hijo ajeno, mételo en la manga, salirse ha por el seno”, 1715 (inéd.); Un discurso apologético por el Breviario y Misal Mozárabe, 1717 (inéd.); Ilustración de la memorable defensa de la Peña de Martos, que hizo doña Mencía López de Haro, mujer de don Álvaro Pérez de Castro, 1719 (inéd.); Dos papeles críticos sobre los defectos y falta de conformidad que se halla en todos nuestros autores en orden a la ortografía castellana y medios que se ofrecen para fijarla, 1720-1721 (inéd.); “Discurso proemial de la Orthographía de la Lengua Castellana”, en Real Academia Española, Diccionario de la lengua castellana [...] [Diccionario de Autoridades], t. I (A-B), Madrid, Francisco del Hierro, 1726, págs. 61-84.

 

Bibl.: L. Folch de Cardona, Oración que a la muerte del señor don Adrián Connink, Canónigo y Dignidad de la Iglesia Mayor de Salamanca, Procurador y Agente General de las Santas Iglesias de Castilla y León, Académico de la Real Academia Española, y primer Revisor de ella, dijo el licenciado don Lorenzo Folch de Cardona, del Consejo de su Majestad, su Alcalde de Casa, y Corte, Académico de dicha Real Academia, su primer Contador, y segundo Revisor, el día jueves treinta de septiembre del año de mil setecientos veintiocho, en presencia de la Real Academia, congregada en casa de su Excmo. Director el señor Marqués de Villena, 1728 (inéd.).

 

Francisco M. Carriscondo Esquivel

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