Pizarro de Aragón y Mendoza y Chacón, Francisco Silvestre. Marqués de San Juan de Piedras Albas (I). Romangordo (Cáceres), 31.XII.1669 – Madrid, 14.II.1736. Mayordomo y caballerizo real, sumiller de Corps, presidente del Consejo de Indias, traductor, miembro de la Real Academia Española y lexicógrafo.
Emilio Cotarelo y Mori (1914: 28) dice de él que desciende de uno de los antiguos conquistadores de Nápoles. No nació en Trujillo, como indica Francisco Gregorio de Salas, sino en Romangordo, cabeza del Concejo y Rectoría de la Campana de Albalat. Es hijo de Juan Pizarro de Aragón, viudo que fue de Leonor de Carvajal y alcalde de Hijosdalgo de Trujillo (Cáceres), y de María de Mendoza y Chacón, hija de los marqueses de Orellana, descendiente de los duques de Amalfi y señora de Honor de la Reina. En su niñez, y por esta relación con la Casa Real, Francisco Silvestre Pizarro fue nombrado menino de la Reina y, más adelante, su mayordomo y caballerizo. Pero también fue primer caballerizo y sumiller de Corps de Felipe V. Su buena posición dentro de la Corte le valió, sin duda alguna, alcanzar el puesto de presidente del Consejo de Indias. Ingresó, como su padre lo hizo anteriormente, en la Orden de Calatrava en 1694. Un año antes, el 16 de agosto de 1693 recibió la merced de título de marqués de San Juan de Piedras Albas.
También fue caballero de la Orden de San Genaro.
Emilio Cotarelo y Mori (1914: 28) y Alonso Zamora Vicente (1999: 26 y 74b.) le atribuyen la traducción de distintas obras francesas, como la de Cinna (1640) de Pierre Corneille, que quizás sea la que se encuentra en la biblioteca de la Real Academia Española, con tasa fechada en 1731; también la del Discours sur l’histoire universelle (1681) de Jacques-Benigne Bousset, la de la Histoire Ecclésiastique (1691- 1758) de Claude Fleury y la de los Pensées chrétiennes (1602) de Dominique Bouhours; pero, en definitiva, no se tienen noticias ciertas de ellas. Lo que sí se sabe es que Francisco Pizarro fue llamado a pertenecer al grupo de fundadores de la Real Academia Española, a partir del 13 de julio de 1713. Quizás su relación con la Corte le valió la amistad del fundador de la Academia, Juan Manuel Fernández Pacheco, VIII marqués de Villena, lo que le permitió formar parte, desde sus inicios, de la docta casa. En cuanto a la labor en la obra para la cual esta institución fue creada en primera instancia, el Diccionario de autoridades (1726- 1739), hay que decir que se encargó de la redacción de las combinaciones de las letras aj y ax (Acta de la sesión académica de 10 de agosto de 1713). Su demora obligó a la Academia a recordarle la necesidad de entregar su trabajo (8 de octubre de 1716). Pizarro se escudó en sus ocupaciones en la Corte y en una enfermedad que le impedía todo trabajo y estudio.
Lo que entregó finalmente no satisfizo a la Academia, por lo que la combinación pasó a Adrián Connink (10 de noviembre de 1718). También se le encargó las voces del blasón (21 de marzo de 1714) y el vaciado de las obras de Diego Saavedra Fajardo y Fray Luis de León (23 de noviembre de 1714). Finalmente, no leyó la disertación que le correspondía leer en 1716.
Así pues, lo que en principio supuso una ventaja para acceder a la Academia, sus ocupaciones en la Corte, al final se convirtió en un obstáculo para el desarrollo de su trabajo. Con él se inauguró la tradición, como recuerda Alonso Zamora (1999: 39), de celebrar cincuenta misas por el alma del académico fallecido. La propuesta vino en este caso de manos de José Casani.
Francisco Gregorio de Salas le dedicó el soneto XL de su obra: “Pacífico varón, prudente y justo...”.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, secc. Órdenes Militares, Calatrava, exp. 2048, Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Calatrava de Francisco Pizarro y Mendoza Pizarro y Chacón, natural de Román Gordo (Extremadura), Marqués de San Juan de Piedras Albas.
F. G. de Salas, Elogios poéticos dirigidos a varios héroes y personas de distinguido mérito en sus profesiones y de elevados empleos, así antiguos como modernos, y algunos de ellos que actualmente viven, todos naturales de la provincia de Extremadura, Madrid, Imprenta de Andrés Ramírez, 1773; E. Cotarelo y Mori, “La fundación de la Academia Española y su primer Director, don Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena”, en Boletín de la Real Academia Española, I (1914), págs. 4-38 y 89-127; F. Lázaro Carreter, Crónica del Diccionario de autoridades (1713-1740): discurso leído el día 11 de junio de 1972, en el acto de su recepción, por el Excmo. Sr. Don Fernando Lázaro Carreter y contestación del Excmo. Sr. Don Rafael Lapesa Melgar, Madrid, 1972; A. Zamora Vicente, “Letras mayúsculas. Siglo xviii”, en Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa, 1999, págs. [63]-107.
Francisco M. Carriscondo Esquivel
