Curiel, Juan Antonio. Sevilla, 13.I.1690 – Madrid, 29.XI.1775. Fiscal del Consejo de Hacienda, consejero del Consejo de Castilla, juez de Imprentas, presidente del Honrado Concejo de la Mesta.
Nacido en la ciudad de Sevilla el 13 de enero de 1690, fue hijo de Luis Curiel y Tejada, consejero de Castilla, e Inés María de Luna y Torres. El apoyo del padre fue muy importante en el desarrollo de su carrera. Casó dos veces, la primera el 5 de febrero de 1722, con María Josefa de Álamos y Miranda, con la que tuvo un hijo, Luis, y la segunda, el 8 de septiembre de 1747 con María Teresa Márquez de Avellaneda y Zúñiga.
De su formación se sabe que el 23 de febrero de 1709 fue aceptado como colegial del Colegio Mayor de Cuenca de la Universidad de Salamanca. No se sabe cuándo se licenció y se doctoró en Derecho, aunque sí se conoce que permaneció en el Mayor de Cuenca desde el 20 de octubre de 1709 hasta su posesión de la cátedra de Decretales en la Universidad, de la que tomó posesión el 25 de octubre de 1721 y la sirvió hasta su marcha a Sevilla el 3 de enero de 1722. En esta etapa de formación también recibió el hábito de la Orden Militar de Calatrava el 3 de septiembre de 1720, gracias los servicios realizados por su padre, Luis Curiel. También fue recibido como miembro de la Real Academia Española en fecha tan temprana como el 10 de junio de 1714.
Su carrera profesional se inició con su nombramiento como alcalde mayor de cuadra de la Audiencia de Sevilla el 24 de marzo de 1722, tras ser consultado en segundo lugar en la terna presentada por la Cámara de Castilla. Permaneció en este cargo hasta su ascenso a juez de grados de la misma Audiencia el 24 de diciembre de 1729. En su etapa sevillana fue nombrado, el 20 de febrero de 1736, subdelegado de alcabalas de la provincia de Sevilla, cargo que alternó con el de juez de grados hasta su traslado a Madrid.
Tras diecisiete años en Sevilla, el 24 de septiembre de 1739 fue nombrado por Felipe V alcalde de Casa y Corte, aunque tuvo que retrasar su marcha a Madrid y jurar en manos del regente de la Audiencia de Sevilla por una comisión que le fue encomendada por el Monarca. Poco tiempo estuvo como alcalde, pues el 15 de mayo de 1741 fue nombrado fiscal de la Sala de Justicia del Consejo de Hacienda.
Siendo fiscal del Consejo de Hacienda se le concedieron, el 11 de diciembre de 1745, los honores de consejero del Consejo de Castilla y, el 13 de agosto de 1746, el cargo de consejero de Castilla en propiedad.
Con ello había conseguido llegar a la más importante institución judicial de la Monarquía.
A pesar de esta exitosa carrera, no fue hasta su etapa como juez de Imprentas, cargo para el cual fue nombrado el 8 de febrero de 1752, cuando su labor obtuvo un reconocimiento histórico. En este cargo redactó un reglamento y mantuvo un férreo control sobre lo que se publicaba en la mejor línea del dirigismo ilustrado que, a la par que le granjeaba numerosos enemigos, establecía por primera vez una organización coherente en el mundo del libro español.
Sin abandonar el Consejo de Castilla, el 30 de marzo de 1753 se le nombró consejero asesor del de Castilla en el Consejo de la Inquisición, cargo en el que permaneció hasta su destitución el 28 de noviembre de 1761 por un voto particular en el que no se seguía la línea regalista impuesta por Carlos III. Queda patente una ideología poco regalista, que le granjeó numerosas enemistades y perturbó su carrera ante los ojos de Carlos III.
Este revés repercutió negativamente en la carrera de Curiel, a pesar de que el 10 de abril de 1766 fuera nombrado presidente del Concejo de la Mesta y que incluso, en 1767, fuera designado de nuevo consejero asesor del Consejo de Castilla y del de Inquisición.
Todos estos avatares y sus achaques le llevaron a la jubilación, que le fue concedida el 30 de abril de 1769. Murió en Madrid el 29 de noviembre de 1775 y fue enterrado en la capilla del Santísimo Cristo de los Milagros, en la iglesia parroquial de San Martín de Madrid.
Obras de ~: Defensorio de un Papel jurídico, contra un documento canónico-theológico de autor desconocido, s. f. [Biblioteca Colombina, 63-7-21(2)]; Apuntamiento jurídico, en que Don Juan Curiel [...] previene satisfacción a el papel en derecho, que con licencia del Consejo se está escriviendo por el Recaudador de Rentas Provinciales de Murcia, s. f.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos Suprimidos, libs. 735, 736, 737 y 738; Inquisición, lib. 435; Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 138; Secretaría de Hacienda, leg. 2150.
A. González Palencia, El sevillano don Juan Curiel, juez de imprentas, Sevilla, Diputación Provincial, 1945; J. Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla (1621-1788). Informes biográficos, Madrid, Hidalguía-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Salazar y Castro, 1982, págs. 164- 165.