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María Gertrudis Hore Ley

Biografía

Hore Ley, María Gertrudis. Sor María de la Cruz. Hija del Sol (HDS). Cádiz, 5.XII.1742 – 9.VIII.1801. Poetisa dieciochesca, religiosa descalza de la Purísima Concepción.

Hija de María Ley y de Miguel Hore, irlandeses dedicados al comercio. Sus padres le proporcionaron una esmerada educación en el contexto de una ciudad burguesa y cosmopolita, aunque no fue a la Universidad, conocedora de idiomas modernos y consumada lectora. En la actualidad se conoce mejor su vida, anteriormente tocada de un cierto aire legendario, gracias a las investigaciones de F. Morand. Destacó por su belleza y por su temprana afición a la poesía, llamándose por lo mismo la Hija del Sol. A la edad de diecinueve años contrajo matrimonio con el comerciante Esteban Fleming (1762), mediante el cual pasó a alcanzar una buena posición en la sociedad gaditana. Es posible que tuviera un hijo que murió de viruelas si el poema “a un hijo que murió de viruelas”, refleja un suceso personal. Participó en las tertulias del marino y científico Antonio de Ulloa entre 1769 y 1775. En ella, junto a hombres interesados por el progreso y la cultura, había un grupo de mujeres escritoras, como María Rosario de Cepeda, que publicaron en Cádiz una antología colectiva en la que se incluyeron dos poemas de “la Hore”, titulados “Una dama adoptiva de Febo” y un acróstico a la susodicha Cepeda, que fueron sus primeros textos editados. Debió de acercarse a la Corte, donde participó en una tertulia no identificada, según se deduce de su poema “Despedida que dejó escrita al marchar de Cádiz a Madrid la Hija del Sol para las damas de la tertulia de don Antonio de Ulloa”. Pero los escándalos surgidos a raíz de sus relaciones extramatrimoniales tuvieron como solución, acaso forzada por el marido o por el entorno, su ingreso en el convento de clausura de las monjas descalzas de la Purísima Concepción de Cádiz (1778), convertida en sor María de la Cruz. Ya antes de ingresar, había mostrado su arrepentimiento en una Novena al santo Cristo de la Esperanza que se venera en el convento de Santa María (1777), que apareció anónima.

Allí vivió una vida ejemplar de religiosa, fue secretaria del convento, aunque prosiguió con sus aficiones poéticas, escribiendo ahora versos piadosos de sincero arrepentimiento. También escribió un Quinario (1789), una Deprecación que a su Purísima Madre María Santísima (1793), y una Traducción del himno “Stabat Mater”, glosado. Quizás una de las poetisas más delicadas del siglo xviii, su fama se acrecentó con la aparición de algunos poemas suyos en el Correo de Madrid, a partir de 1787, y en el Diario de Madrid desde 1795 y en varios periódicos de provincias. Murió en 1801, cuando contaba con cincuenta y nueve años. Fue muy conocida por un relato romántico de Fernán Caballero, “La Hija del Sol” (La Ilustración, 1849).

Su producción literaria fue abundante, aunque sólo se conservan un par de manuscritos en la Biblioteca Nacional, Poesías varias y Poesías, que recogen, junto a las de otros poetas, algunas de las composiciones que nunca llegaron a ser quemadas por la autora. Sus escritos, divididos en función de los episodios de su vida, pueden clasificarse en poesía civil y poesía religiosa. La primera, formada especialmente por anacreónticas y odas, describe el esplendor de su gozosa relación amorosa. Su creación surge desde un sentimiento personal y libre, guiada por una necesidad interior que no radica en la publicación de los versos, como se aprecia en la “Octava acróstica forzada”. En sus anacreónticas, pertenecientes al estilo rococó por su característico ritmo musical, su adjetivación o su lenguaje vitalista, toma como referencia a Meléndez Valdés y trata con maestría los tópicos del género: el amor sensual, festivos bailes, zagales enamorados, sentimiento dolorido, dulces cupidos, lugares amenos y deleitables. Son versos suaves, imaginativos, y escritos con suma corrección. A esta primera época pertenecen otras composiciones entre las que se encuentran poemas de circunstancias, de sociedad, idilios, o las compuestas para la tertulia en la que desarrolló su creación. Otras poesías se acercan más a las corrientes neoclásicas e ilustradas, y adoptan un tono de mayor seriedad, casi reflexivo, acogiéndose a las formas de la oda (“Oda a Gerarda”), del soneto o del endecasílabo (“Meditación”).

Los versos posteriores a su ingreso en religión suelen mantener la misma forma, pero cambian por completo de signo, como se observa en los recogidos en el volumen de Poesías, que parece pertenecer a esta época. Las palabras de sor Gertrudis se tornan reflexivas e inciden en la soledad y el amor a Dios. Desde un íntimo y profundo sentimiento de frustración, escribe ahora avisos morales, poemas religiosos y sacros. Sin embargo, sus creaciones poéticas más reiteradas en este momento son versiones a lo divino de sus propias anacreónticas, pero despreciando las tentaciones de la carne, las frivolidades, los placeres de Baco y Venus, para colocar sobre estos bienes perdurables los inmortales y la salvación del alma. Los símbolos utilizados han tomado nuevos significados diferentes a los que poseían en su producción previa: la rosa no es goce del amor, sino flor marchita, Venus se transforma en la Virgen María, el sexo es enemigo del hombre, el amor al prójimo aparece como fin del alma devota y, por supuesto, el sentido amor a Dios como objeto fundamental del alma. La misma versificación (odas, romancillos, endechas...), idéntica musicalidad fácil y risueña de los versos, la adjetivación lujosa, el brillo de las imágenes, las referencias mitológicas, muestran a una escritora que busca una nueva luz en el futuro. La poesía religiosa se expresa en otras ocasiones por medio de décimas, sonetos, glosas, endecasílabos con paráfrasis de salmos. Algunas composiciones relatan sucesos del convento, de las monjas (“Décimas a la madre superiora”), descripción del comedor, etc.

En lo que se refiere a la interpretación de su obra, F. Morand, que también ha descubierto algunos poemas olvidados en Santander, no está de acuerdo con esa dicotomía, sino que cree que la escritora muestra “una verdadera coherencia en su obra, tejiéndose al ritmo de sus pensamientos en los que la poetisa expresó, sincera, sus estados interiores, sellando en el verso importantes testimonios de su existencia, hecha de placer y de renuncia” (F. Morand, 2004: 92). Ha descubierto que en algunos poemas puede haber una lectura críptica en la que podemos observar actitudes menos amables con su situación monjil. En otros casos, versos acogidos a la primera etapa, como la “Oda a Gerarda” o “Avisos a las mujeres o el desengaño”, quizá sean de la segunda, y otras composiciones parece que hacen referencia a asuntos de actualidad. La escasez de la producción conservada y el desconocimiento de muchas de las circunstancias de su vida, no favorecen una interpretación segura sobre esta poetisa.

 

Obras de ~: Poesías varias, en Biblioteca Nacional (BNE), ms. 3751; “Las poesías de doña María Gertrudis Hore, Cádiz 26 de enero de 1792”, en Poesías varias del siglo xviii, en BNE, ms. 4061, fols. 241-277; Biblioteca Menéndez Pelayo (Santander), D 119; Novena al santo Cristo de la Esperanza que se venera en el convento de Santa María, compuesta por una persona devota de Venerable Imagen, Cádiz, Imprenta de Manuel Espinosa de los Monteros, 1777; Quinario, que para sufragio de las religiosas difuntas del convento de Santa María de esta ciudad ha compuesto la R. M. Doña María Gertrudis de la Cruz Hore, Cádiz, Imprenta de Manuel Jiménez Carreño, 1789; Deprecación que a su Purísima Madre María Santísima hacen las amantes hijas las religiosas de Santa María, Cádiz, 1793; Traducción del himno “Stabat Mater”, glosado, Cádiz, s. f.; Poetas líricos del siglo xviii, ed. de L. A. de Cueto, vol. I, Madrid, Rivadeneyra, 1869, págs. 553-559; Antología de poetisas líricas, ed. de M. Serrano y Sanz, vol. II, Madrid, Real Academia Española, 1915; Panorama antológico de poetisas españolas (siglos xv al xx), ed. de L. Jiménez Faro, Madrid, Torremozas, 1987.

 

Bibl.: N. M. de Cambiaso, Memorias para la biografía y para la bibliografía de la Isla de Cádiz, vol. II, Madrid, Imprenta de León Amarita, 1830, págs. 72-80; M. Serrano y Sanz, Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833, vol. I-2, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1903-1905, págs. 523-532; A. Aguilar Piñal, Índice de las poesías publicadas en los periódicos españoles del siglo xviii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1981; R. P. Sebold, “La pena de la Hija del Sol. Realidad, leyenda y Romanticismo”, en L. T. del Valle y D. Villanueva (eds.), Estudios en honor a Ricardo Gullón, Lincoln, Nebraska, Soc. of Spanish-American Studies, 1984, págs. 295-308; C. Sullivan, “Dinos, dinos quién eres: The Poetic Identity of María Gertrudis de Hore (1742-1801)”, en M. Z. Hafter (ed.), Pen and Peruke: Spanish Writters of the Eighteenth Century, Michigan Romance Studies, XII (1992), págs. 153-183; E. Lewis, “Mythical Mystic o Monja romántica?: The poetry of María Gertrudis Hore”, en Dieciocho, 16, 1-2 (1993), págs. 95-109; C. A. Sullivan, “Las escritoras del siglo xviii”, en I. M. Zavala (ed.), Breve historia feminista de la literatura española (en lengua castellana) IV. La literatura escrita por mujer (de la Edad Media al siglo xviii), Barcelona, Editorial Anthropos, 1997, págs. 305-330; M. Bolufer Peruga, Mujeres e Ilustración: la construcción de la feminidad en la Ilustración española, Valencia, Editorial Alfonso el Magnánimo, 1998; C. Martínez, R. Pastor, M. J. de la Pascua y S. Tavera (dirs.), Mujeres en la historia de España. Enciclopedia biográfica, Barcelona, Planeta, 2000; M. Nang, “La verticalidad espiritual de la poesía de doña Gertrudis de Hore”, en Cuadernos de Investigación de la Literatura Hispánica, 25 (2000), págs. 63-90; F. Morand, “María Gertrudis Hore, una poetisa olvidada en la segunda mitad del siglo xviii”, en M.ª J. Porro Herrera (ed.), Romper el espejo. La mujer y la trasgresión de códigos en la literatura española: escritura, lectura, textos (1001-2000), Córdoba, Universidad, 2001; Doña María Gertrudis Hore (1742-1801): una poetesse gaditane entre le siècle et la clôture, tesis doctoral, Lille, Université de Lille III, 2001; E. Palacios Fernández, La mujer y las letras en la España del siglo xviii, Madrid, Ediciones del Laberinto, 2002; “El Parnaso poético femenino en el siglo xviii: escritoras neoclásicas”, en L. Montejo Gurruchaga y N. Baranda Leturio (coords.), Las mujeres escritoras en la historia de la literatura española, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2002, págs. 85-121; F. Morand, “Primer acercamiento a la poetisa y religiosa doña María Gertrudis Hore (1742-1801), alias la Hija del Sol”, en Cuadernos de la Ilustración al Romanticismo, 10 (2002), págs. 171-184; Doña María Gertrudis Hore (1742- 1801), vivencia de una poetisa gaditana entre el siglo y la clausura, Madrid, Ayuntamiento de Alcalá de Henares, 2004.

 

Emilio Palacios Fernández y Elena Palacios Gutiérrez

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