Muñoz Cobo y Serrano, Diego. Arjona (Jaén), 19.I.1854 – Madrid, 1937. Teniente general de Caballería y ministro del Ejército.
Era hijo de Bernabé Muñoz Cobo y Úbeda y de Isabel Serrano y Serrano. Sobrino del ministro presidente general Serrano, se casó con Dolores Serrano Navarro, con la que tuvo tres hijas y un hijo: Concepción –religiosa esclava del Sagrado Corazón de Jesús–, María, Catalina y Francisco.
El 1 de diciembre de 1867 inició su carrera militar con el empleo de alférez de Caballería de menor de edad, sin sueldo ni antigüedad hasta que justificara su aptitud y suficiencia en el cumplimiento de sus deberes teóricos y prácticos, lo que acreditó al superar el correspondiente examen el 17 de diciembre de 1870.
El 9 de febrero de 1871 se le destinó al Regimiento de la Princesa 2.º de Húsares en concepto de supernumerario, prestando servicio de guarnición en Jerez de la Frontera y Sevilla.
El 27 de mayo de 1872 pasó a desempeñar el cargo de ayudante del general jefe del Ejército del Norte contra los carlistas. Participó el 3 de agosto en la acción librada en Ripoll contra la facción Saballs, el 7 de septiembre en la sorpresa de Arlés, el 17 en la de San Hilario, el 19 en el combate de Susqueda y el día 11 de octubre en la de Tortellá. Se le concedió por el primero de dichos hechos de armas la Cruz Roja de 1.ª Clase del Mérito Militar, e igual condecoración por la acción de Tortellá, que le fue permutada por el empleo de teniente el 25 de marzo de 1873.
El 4 de abril se le destinó al 4.º escuadrón del Regimiento de Húsares de Pavía, formando parte de la escolta del general en jefe del Ejército del Norte, Domingo Moriones Murillo, con el que concurrió a las acciones que se desarrollaron en las inmediaciones de Tolosa los días 10 y 12 de septiembre, siendo agraciado por el mérito que contrajo en las mismas con el grado de capitán.
Tomó parte en los combates de la ermita de Santa Bárbara y montes de Guirguillano, el 6 de octubre; en la línea de Montejurra, los días 7, 8 y 9 de noviembre, y en la batalla de Velavieta, el 8 y el 9 de diciembre. Por su destacada actuación en la acción de Montejurra se le concedió la Cruz Roja de 1.ª Clase del Mérito Militar. Continuó de campaña asistiendo los días 30 y 31 de enero y 1 de febrero de 1874 al sitio y rendición de Laguardia.
El 25 de febrero fue nombrado ayudante del mariscal de campo Manuel Andía en el Ejército del Norte y tomó parte los días 25, 26 y 27 de marzo en los combates de San Pedro Abanto, por los que fue ascendido a capitán según orden de 28 de abril.
El 6 de junio de 1874 pasó al Regimiento Alcántara n.º 14, con el que permaneció de guarnición en Barcelona hasta el 31 de julio, fecha en la que realizó operaciones de campaña por el distrito de Cataluña.
El 2 de agosto se encontraba en la acción del Grao de Olot, y los días 2, 4 y 5 de septiembre en las acciones del Puente de Guardiola, Coll de San Martín y Castellar de Nuch. Se le concedió, por los méritos que contrajo en las mismas, el 28 de noviembre, el empleo de capitán.
El 28 de mayo de 1875, al mando del 5.º escuadrón del Regimiento de Alcántara, formó parte de la columna a las órdenes del brigadier Ortiz, hallándose el 29 en la acción librada en las inmediaciones de Vallbona contra las facciones del cabecilla Mariano de la Coloma y otros.
El 1 de junio causó alta en el escuadrón de Cataluña, 4.º de Cazadores, participó en las acciones de Sallent, Caldas de Mombuy, Molins de Rey y Vallbona, y le premiaron por la primera de ellas con la Cruz Roja de 1.ª Clase del Mérito Militar.
Sucesivamente, se le destinó al Regimiento de Cazadores de Arlaban, en 1876; Regimiento Húsares de Pavía, en 1879; Regimiento de Lanceros de Montesa, en 1880; Inspección General de Carabineros, en 1881; como ayudante de campo del ministro de la Guerra, José López Domínguez, en 1883; Regimiento de Lanceros de la Reina, en 1884; con el teniente general José López Domínguez, en 1889; 3.er Depósito de Caballos Sementales, en 1890, y a las órdenes del comandante en jefe del 2.º Cuerpo de Ejército de Operaciones en Melilla, en 1893.
El 18 de diciembre de 1883, ascendió al empleo de comandante en permuta de la Cruz Roja de 1.ª Clase del Mérito Militar que se le otorgó por las acciones de Sallent, Caldas de Mombuy, Molins de Rey y Vallbona. Con antigüedad de 24 de julio de 1889, alcanzó empleo de teniente coronel.
El 10 de septiembre de 1896, ascendió al empleo de coronel y por Real Orden de 29 de octubre se le confirió el mando del Regimiento de Caballería Reserva de Badajoz n.º 34.
A petición propia, se le destinó al Ejército de la isla de Cuba, hacia la que partió en el vapor Alfonso XII desde Cádiz el 30 de noviembre de 1896. Desembarcó en La Habana el 13 de diciembre y tomó el mando del Regimiento de Alfonso XIII n.º 32 de Caballería, que organizó en Guanabacoa.
El 29 de enero de 1897 socorrió con su regimiento el poblado de la Barrera, y el 1 de febrero formó parte de la Brigada Sur de la provincia de Pinar del Río al mando del general Francisco Javier Obregón, con la que participó en varios combates y en la protección de la vía férrea.
Las acciones más importantes fueron las que realizó contra el cabecilla Zárraga el 1 de mayo y las efectuadas en la loma de Taburete y Cañada de Bahía Honda, en las que existía un hospital y una armería a los que no se había podido acceder.
Por este motivo, solicitó que se le proporcionasen las fuerzas necesarias, confiriéndole el general Julián Suárez Inclán el mando de los batallones del Infante y de Aragón y una sección de Artillería de montaña. Estas fuerzas, junto a su regimiento, tomaron el día 11 de mayo Cañada de Bahía Honda y destruyeron el hospital y la armería. Al día siguiente, reconoció la loma de Taburete y entró por la Cañada de Bering, tomando las trincheras enemigas de revés.
El 6 de junio de 1897, con el objeto de operar en la provincia de La Habana, se trasladó con su regimiento a Bejucal. Tuvo varios encuentros con el enemigo: el 15 en Santa Bárbara, el 16 en la loma del Hambre, el 18 cerca de Nazareno y el 23 en Loma de Ramos.
A primeros de agosto de ese mismo año, se le confirió el mando de la zona comprendida desde la vía férrea a la Costa Norte y desde La Habana a la provincia de Matanzas. Las fuerzas a sus órdenes eran el batallón de Guadalajara, el de la Lealtad y el Regimiento de Caballería de Alfonso XIII, con las que realizó destacadas operaciones que le hicieron acreedor de la Cruz Roja de 3.ª Clase del Mérito Militar.
Continuó operando por la misma zona hasta el 15 de febrero de 1898, fecha en la que fue destinado a la provincia de Puerto Príncipe. Embarcó dicho día en el vapor María para desembarcar en Nuevitas e incorporarse a la División de Puerto Príncipe. Participó en diversas acciones al mando del general Adolfo Jiménez Castellanos y Luis María de Pando; fue felicitado en varias ocasiones como distinguido y se elogió su manera de operar y la forma de combatir de su regimiento.
A finales de octubre de 1898 se le autorizó a marchar a la Península, embarcando en La Habana el 30 de noviembre en el vapor Reina María Cristina. El 14 de diciembre desembarcó en Cádiz y pasó agregado al Regimiento de Caballería Reserva de Aranjuez en situación de excedente.
Con antigüedad del 24 de noviembre de 1899 ascendió al empleo de general de brigada y el 18 de mayo de 1901 fue nombrado jefe de la 1.ª Brigada de Caballería y gobernador militar de Córdoba, cargos que ocupó hasta 1908. El 9 de diciembre de 1908 ascendió a general de división.
En octubre de 1909 se incorporó en Melilla para ocupar el puesto de general de la 1.ª División, unidad con la que participó en la operación efectuada para ocupar Hidan, el 5 de noviembre, y las realizadas en Atlaten, Sebet y Eulad-Daudy, en el Riff, el 26, y por cuyo distinguido comportamiento y servicio se le concedió, el 5 de enero de 1911, la Gran Cruz pensionada de la Orden del Mérito Militar.
Para relevar a la división de Cazadores y tomar el mando de toda la zona avanzada, el 3 de enero de 1910 marchó a Nador con su división y una brigada de Infantería constituida por los regimientos de San Fernando y Ceriñola.
Regresó a Melilla el 28 de abril, y el 1 de mayo embarcó hacia la Península en el vapor Cataluña, confiriéndosele el 25 de agosto el mando de la División de Caballería.
Durante el año 1911 fue nombrado vocal de la Junta para estudiar y proponer las modificaciones convenientes en los reglamentos de recompensas en paz y en guerra de generales, jefes, oficiales y tropa y en el de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Fue también vocal de la Junta de armas blancas y vocal para estudiar y proponer la reforma de las Leyes de Justicia Militar y de la Armada.
El 11 de noviembre de 1911 fue nombrado gobernador militar del Campo de Gibraltar, cargo que ejerció hasta el 5 de marzo de 1914, en el que se le designó gobernador militar de Cartagena y provincia de Murcia. El 23 de julio de 1916 fue promovido al empleo de teniente general.
Durante el año 1918 fue nombrado, sucesivamente, consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina, capitán general de Baleares y de la 3.ª Región Militar.
Con el conde de Romanones accedió al cargo de ministro de la Guerra el 27 de enero de 1919. El 15 de abril, tras concedérsele la dimisión, fijó su residencia en Madrid.
El 28 de julio de 1920 se le nombró inspector general de Ferrocarriles y Etapas, encomendándosele la organización de trenes hospitales para los servicios completos de evacuación del Ejército de África. En 1921 y 1923, respectivamente, fue nombrado capitán general de la 7.ª y 1.ª Región Militar.
En enero de 1924 pasó a la primera reserva por edad y el 24 de enero de 1926 a la segunda reserva. Posteriormente, el 29 de septiembre de 1928, accedió al cargo de vocal del consejo de administración de la Caja de Huérfanos de la Guerra.
Con el fin de depurar las responsabilidades dimanantes del golpe de Estado de 13 de septiembre del año 1923 y de los actos políticos, el 9 de septiembre de 1931, le notificaron su procesamiento por el tribunal correspondiente.
En este sentido, el 19 de enero de 1933, y en cumplimiento de la sentencia dictada el 7 de diciembre de 1932, por el mencionado tribunal, fue condenado por el delito de auxilio al de alta traición a doce años de confinamiento e inhabilitación absoluta con separación del servicio sin derecho al percibo del sueldo correspondiente a su empleo y situación ni a las pensiones por las que hubiera servido con anterioridad.
Como consecuencia de la Ley de Amnistía de 24 de abril de 1934, se le concedió el reintegro en el Ejército con el empleo de teniente general en situación de 2.ª reserva con todos sus derechos, colocándole en la escala de su clase en el puesto que por antigüedad le correspondía y asignándole los haberes pasivos correspondientes.
Muñoz Cobo Serrano estaba en posesión de la Medalla de Bilbao con el pasador de Abanto; Medalla de Alfonso XII; Benemérito de la Patria; Cruz Blanca de 1.ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo; Medalla de la Guerra Civil con los pasadores de Velavieta, Puente de Guardiola y Castellar de Nuch; Cruz, Placa y Gran Cruz de San Hermenegildo pensionada; Cruz de 2.ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco; Cruz de 2.ª Clase de María Cristina; Medalla de Alfonso XIII; Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar y Gran Cruz roja pensionada del Mérito Militar. Fue caballero comendador honorario de la Orden Victoria de Gran Bretaña y senador electo por la provincia de Zamora en 1919.
La ciudad de Algeciras y su pueblo natal, Arjona, llevan su nombre en una de sus calles. Fue nombrado Hijo Adoptivo de Cartagena y de su etapa como Gobernador Militar de Córdoba se conserva un retrato realizado por Julio Romero de Torres.
Falleció en Madrid en 1937.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal; Archivo del Senado, Sign. HIS-0309-05.
R. Guerrero, Crónica de la Guerra de Cuba, Barcelona, M. Maucci, 1896-1897; Estado Mayor Central del Ejército, Enseñanza de la Campaña del Riff en 1909, Madrid, Talleres del Depósito de la Guerra, 1911; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Bilbao, Espasa Calpe, 1928; E. Roldán González, Estado Mayor General Carlista en las tres guerras del siglo XIX, Madrid, Actas, 1998; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998.
Emilio Montero Herrero
