Herrera Orzáez, Pascual. Úbeda (Jaén), 1.X.1842 – ?, 16.I.1909. Militar y caballero laureado de San Fernando.
En abril de 1860 sentó plaza como soldado voluntario de Caballería por un plazo de ocho años, pasando a prestar sus servicios en la Remonta de Granada, establecida en Baeza. En 1863 causó baja en su anterior destino por haber solicitado voluntariamente el pase al Ejército de la isla de Cuba, embarcando en Cádiz en el mes de diciembre.
A su llegada a La Habana fue destinado al Regimiento de Caballería de Lanceros del Rey, con el que en mayo embarcó hacia Santo Domingo formando parte del Ejército Expedicionario a dicha isla, interviniendo el día 17 en la toma de Porto Christi.
En junio de 1865 regresó a Cuba, incorporándose a Puerto Príncipe y siendo dos meses después ascendido a cabo. En mayo del año siguiente cumplió su empeño, por lo que causó baja en su Cuerpo, pero, deseando continuar en el servicio, se ofreció como sustituto de otro soldado, causando alta en el Regimiento de Caballería de Lanceros de la Reina con el empleo de cabo 1.º, pasando en noviembre al de Milicias Disciplinadas de Guines.
Al corresponderle el licenciamiento, en febrero de 1869, la situación de la isla había hecho suspenderlo al poder ejecutivo, por lo que tuvo que continuar en el servicio, saliendo de operaciones por la jurisdicción de Cinco Villas y ganando la Cruz roja al Mérito Militar en la acción de Saguita, el 9 de julio.
En 1870 fue trasladado al Regimiento de Cazadores a Caballo de la Reina con el empleo de sargento 2.º, ganando al año siguiente el empleo de sargento 1.º por méritos de guerra como recompensa por los encuentros tenidos con el enemigo, causando baja en su Regimiento y alta en el de Milicias Disciplinadas de San Antonio, de guarnición en Bejucal.
En mayo de 1872 se le concedió la licencia absoluta y regresó a la Península, pero siete meses después volvió al servicio activo, retornó a Cuba y se incorporó con el empleo de sargento 1.º al Regimiento de Caballería del Príncipe, del que muy pronto pasó al de Milicias de Bayamo y en 1874 al de Milicias de San Antonio, con el que guarneció Guanabacoa y Guanajay.
Ascendido a alférez en 1875, fue trasladado al Regimiento de Caballería de la Reina, con el que intervino en operaciones en las Cinco Villas, ganando el grado de teniente en la del Ingenio Teresa. En septiembre fue baja en su Cuerpo y alta en el 3.er Tercio de la Guardia Civil, Comandancia de Remedios, incorporándose a su destino en Cartagena y saliendo inmediatamente de operaciones.
En octubre de 1876 fue trasladado al Escuadrón de Matanzas, del 1.er Tercio de la Guardia Civil, al que se unió en el Ingenio de Santa Ana, jurisdicción de Colón. Ascendido a teniente de Caballería en marzo de 1877, dejó la Guardia Civil para ocupar destino en el Regimiento de Caballería de la Reina y posteriormente en el de Palmira, con el que combatió a los insurrectos en las acciones de Saguita, Loma Alta, los Azules, Potrero de Fariñas, Potrero del Júcaro y Potrero Barrabás.
En agosto de 1879 volvió a entrar en operaciones de campaña, concediéndosele dos años después el retorno a la Península, donde a su llegada pasó a Úbeda en situación de reemplazo, permaneciendo en ella hasta obtener destino en el 2.º Depósito de Doma, en Baeza, a cuya disolución, en junio de 1882, fue trasladado al Regimiento de Lanceros de Montesa.
En 1887 regresó al Ejército de la isla de Cuba, siendo al año siguiente ascendido a capitán por antigüedad, prestando servicio sucesivamente durante los años siguientes en los Regimientos del Príncipe, Reina y Hernán Cortés, hasta que en 1892 fue nombrado juez instructor en la plaza de Sagua la Grande.
En 1894 se le concedió volver a la Península, donde fijó su residencia en Burgos en situación de reemplazo. En mayo de 1895 volvió a Cuba, siendo destinado al Regimiento de Caballería de Pizarro, con el que pasó de operaciones a la provincia de Puerto Príncipe. Tras su ascenso a comandante en el mes de noviembre, causó baja en su destino y alta en el Escuadrón de Treviño, de guarnición en Cruces, con el que participó en las acciones del Potrero Chicharrones, Mal Tiempo, Ingenio Estella, Manguito y Colonia Rubio.
Al año siguiente se enfrentó a los insurrectos en Ceiba de Agua, partiendo el 1 de mayo hacia las Lomas del Mamey al mando de la Vanguardia, compuesta por su Escuadrón, la Guerrilla Montada de La Habana y una compañía del batallón de La Habana; al llegar a dicho punto se encontró con un numeroso grupo enemigo de cerca de cuatro mil hombres, contra el que cargó, causándole numerosas bajas, pero al ver que la infantería agotaba sus municiones y el enemigo se preparaba a atacarla, dio una segunda carga, en la que fue herido de gravedad, lo que no le impidió dar una tercera carga, con la que consiguió dispersar al contrario. Terminado el combate fue conducido al Quemado de Güines y desde allí en camilla a Sagua la Grande y a La Habana para su curación.
En el mes de junio siguiente recibió el empleo de teniente coronel por méritos de guerra en la acción anterior, pasando a ejercer el cargo de juez permanente de causas en La Habana, posteriormente el de comandante militar de Veguitas y más tarde fue destinado al Regimiento de Borbón, con el que en 1897 participó de nuevo en la campaña, luchando en Carlota, Gertrudis y Lomas de San Antonio contra los cabecillas capitán Adolfo González, Luis González Arica y Gerardo Fernández, y enfrentándose a las partidas de Castillo y Collazo en Ciudad Peñálvez, y a las de Castillo, Borges y Pintado en Sitio Perdido. En abril fue nombrado comandante militar de Guantánamo, pero con motivo de la entrada de insurrectos en el mes de agosto en dicha población fue baja en este cargo y pasó a la situación de reemplazo.
El 1 de julio de 1898, cuando se encontraba de reemplazo en Santiago de Cuba, el general Toral, jefe del 4.º Cuerpo de Ejército, le encargó del mando de las trincheras de la segunda línea de fuego, resistiendo los repetidos ataques del ejército norteamericano los días 1, 2, 3 y 10, hasta recibir una herida grave en la pierna izquierda en ese último día, permaneciendo en el hospital hasta que el 10 de agosto embarcó hacia España, donde a su llegada fijó su residencia en Úbeda.
En enero de 1899 fue destinado al Regimiento de Lanceros de Montesa, al que se incorporó en la plaza de Málaga, cesando en el mando accidental del mismo al serle concedido el retiro en el mes de junio. Por Real Orden de 29 de mayo de 1900, una vez finalizó el obligado juicio contradictorio, le fue concedida la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, laureada, por su heroica intervención en la acción de las Lomas del Mamey, cuatro años antes. Se retiró con el empleo de teniente coronel. Estuvo casado en primeras nupcias con Josefa Adela Pérez y en segundas con Victoria Espinosa Fuentes.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. E-1053.
A. de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
