Suárez (o Juárez) y López de Sandoval, Miguel. Toledo, IV.1773 – Algeciras (Cádiz), 1792. Brigadier e ingeniero director.
Ingresó como cadete el 1 de febrero de 1746 en el Regimiento de Infantería de Granada, con el que participó en 1747 en la campaña del condado de Niza y en la de Saboya, en el marco de la Guerra de Italia (Guerra de Sucesión Austriaca, 1740-1748) hasta su evacuación.
Estudió en la Real Academia de Matemáticas de Barcelona, siendo nombrado ingeniero delineador por un R. D. de 23 de septiembre de 1752, después de aprobar el examen reglamentario. Destinado inicialmente a Cataluña, posteriormente fue enviado a servir en la Dirección General de Ingenieros bajo el mando del comandante general del Cuerpo, Pedro Pablo Abarca, conde de Aranda, al que acompañó a Pamplona para la formación del “Proyecto General”.
Ascendió a ingeniero extraordinario el 30 de diciembre de 1755, pasando a servir bajo el mando del director general de Ingenieros, el teniente general Juan Martín Cermeño, en Madrid y más tarde a la Comandancia del Cuerpo en Valencia. Era promovido a capitán e ingeniero ordinario el 22 de julio de 1760.
Estaba sirviendo en Mallorca cuando fue designado, el 23 de julio 1771, para pasar con destino a Buenos Aires. Llegó a esta ciudad junto con Bernardo Lecocq, ambos ingenieros, en unión de otros miembros del Cuerpo dirigidos por el comandante general del mismo Pedro Martín Paredes Cermeño. Debían inspeccionar el área fronteriza de las provincias hispanoamericanas con el Brasil. Esta zona estaba en estado crítico en 1770 cuando llegaba como gobernador de Montevideo, Joaquín de Viana, debido a las continuas entradas de “bandeirantes” e incluso de intentos de las autoridades portuguesas de colonizar zonas del territorio perteneciente a España.
Para concretar los planes de defensa de Zermeño (o Cermeño), los dos ingenieros ya citados debían realizar sus trabajos en Montevideo, donde en junio de 1773 Juárez dirigía la construcción de un almacén de pólvora fuera de la ciudadela, empleando en la obra a todos los presidiarios que trabajaban en las fortificaciones de la plaza. También participó en la construcción del fuerte de Santa Tecla cerca de las fuentes del río Negro, en el actual municipio de Bagé en el estado de Río Grande del Sur, hoy perteneciente a Brasil y en aquella época a la Monarquía Española. También dirigió la construcción de los fuertes de Santa Teresa y San Miguel.
En el año 1775 (19 de julio) ascendió a ingeniero en segundo y teniente coronel, y el 22 de mayo de 1777 (era el comandante de Ingenieros de la provincia de Maldonado) reconoció la isla de Gorriti para construir una nueva batería. En un informe posterior señalaba que no solo no debía levantarse, sino que se debían demoler las existentes. A continuación, proponía que “la de la Puerta del Este y la de la Aguada, en tierra firme, se aumentaran y cerraran por la Gola, haciendo un camino cubierto, rodeándolas de un foso y dotándolas de 8 cañones de a cuatro”.
En junio de 1781 formó parte de la Junta Militar que se reunió en Montevideo para adoptar medidas de emergencia destinadas a mejorar las defensas de la plaza. Un plano con la línea de atrincheramientos para cubrir el frente de tierra es probablemente obra suya. También en 1781 entregó al virrey el proyecto del Hospital del Rey, al que estaba adosado un cuartel con capacidad para entre 800 y 1600 plazas, según se construyese de una o dos plantas. En 1784 regresó a la Península con destino a Cartagena y de allí a Ceuta. En esta última plaza, con fecha de 21 de octubre de 1787 Miguel Juárez firmó una Relación de sus reales obras, acompañada de un plano donde se reconocían las que se debían perfeccionar, reparar o construir y el gran recinto que se había de defender. Había sido ascendido en promoción a brigadier de Ingenieros, el 16 de abril de 1785.
En cuanto a sus finanzas, según el inventario de bienes realizado después de su fallecimiento, disponía de una situación económica desahogada, ya que poseía varias cartas de comercio por 145.800 reales que le dejaban un interés de 7.350 reales por año.
Fuentes y bibl.: R. L. Trias, Uruguay. Defensas y Comunicaciones en el período hispano, Madrid, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1989; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. S. J. De Paula, “El Real Cuerpo de Ingenieros Militares y la cultura artística en el sur de América”, en Seminario de Crítica del Instituto de Arte americano e investigaciones estéticas, 56 (1995); J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones Españolas en América y Filipinas, Madrid, Mapfre, 1996; J. A. Ruiz Oliva, Fortificaciones Militares de Ceuta: Siglos XVI-XVIII, Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes - Universidad Nacional de Educación a Distancia. Centro Asociado de Ceuta, 2002; M. Galland-Seguela, “Las condiciones materiales de la vida privada de los ingenieros militares en España durante el siglo XVIII”, en Scripta Nova, 179 (2004); C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; S. Aldomar López, “Don Joaquín del Pino: contribución de un ingeniero militar andaluz al Montevideo del último tercio del siglo XVIII”, en Temas Americanistas, 25 (2010), págs. 137-160; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño