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María Isabel González del Valle y Sarandeses

Biografía

González del Valle y Sarandeses, María Isabel. Oviedo (Asturias), 2.VII.1889 – Jerez de la Frontera (Cádiz), 6.VI.1937. Fundadora de las Misioneras de las Doctrinas Rurales.

María Isabel, asturiana de nacimiento, pero avecindada en Madrid. En abril de 1920 hizo en Madrid ejercicios espirituales ignacianos dirigidos por el padre Pedro Castro Quero (SI), resolviendo a su término la entrega de su vida a Dios. Visitó congregaciones e institutos religiosos, pero nada encajaba con lo que ella creía que Dios había puesto en su corazón y en su cabeza: “Ir con su casina a cuestas, diciendo a todos el Padre que tenemos”. Finalmente hizo el propósito de viajar con una compañera y el padre Castro Quero (SI), próximo éste a partir a las misiones de las islas Carolinas. Viajó a Málaga precisamente para reunirse con una señorita que residía en esta ciudad y que tenía deseos parecidos de misionar infieles, joven que era dirigida espiritualmente del padre Tiburcio Arnáiz (SI). El padre Arnáiz le dijo que él acababa de llegar “de una aldeílla cerca de Pizarra que es peor que el Japón”, donde sus habitantes “viven como bichos”, pobrísimos, apegados a su terruño, con una ignorancia absoluta y con unos pingajos, y nada más, de sentido religioso. Eso es Gibralgalia, una aldea de Málaga.

La prehistoria inmediata de la fundación se significó en el modo de preparar las misiones que ideó y puso en práctica el padre Tiburcio Arnáiz, valiéndose de señoras que, por su temple espiritual y por su independencia y recursos, podían ser más idóneas; mujeres a quienes distribuía por grupos en diferente aldeas y pueblos, donde trabajaban semanas o meses, no sólo preparando la misión, sino civilizando, dando clase, enseñando a hacer cuentas o corte a las mujeres, ejercitando obras de misericordia, y todo ello, poniendo las misioneras de sus propios fondos, hasta que instruidos suficientemente sus naturales en los fundamentos más esenciales de la fe y religión, parecía el campo maduro para la misión. Entonces acudía el padre, solo o acompañado de otro u otros misioneros, para culminar la labor apostólica de conversión de almas que aquel grupo había iniciado predicando una pequeña misión durante dos o tres días y administrando los sacramentos de bautismo, confirmación y confesión.

En enero de 1922 inició, junto el padre Tiburcio Arnáiz Muñoz (SI), la Obra de las Doctrinas Rurales, entregándose sin reservas a vivir según aquel plan del padre Arnáiz, poniéndose bajo su dirección espiritual.

Con sus treinta y dos años, María Isabel, independizada económicamente, con una más que regular fortuna, decidió ir “por esos pueblos dando a conocer y enseñando a amar a Cristo”. Junto con otras dos compañeras se presentó en Gibralgalia ese mes de enero. Se inició la primera doctrina rural en Gibralgalia.

Clases para niños, niñas, mujeres y para hombres.

A todos se enseñaba lo mismo: lectura, escritura, cuentas y catecismo. Meses más tarde se construyó una capilla.

En sucesivos meses María Isabel agrupó a su alrededor decenas de señoritas que, al igual que ella, sólo unidas por un mismo espíritu y deseo apostólico sin regla ninguna común, se entregaron a la evangelización de los pobres desprovistos de asistencias morales y espirituales en los campos, pueblos de serranía y suburbios. Las Doctrinas se fueron extendiendo por varias aldeas y cortijadas de las provincias de Málaga, Cádiz y Sevilla.

Muerto el padre Arnáiz en 1926, prosiguió María Isabel la obra de las Doctrinas Rurales y dándole su forma definitiva, que perdura hasta hoy. De las directrices orales y de las numerosísimas cartas mantenidas con el padre Arnáiz, María Isabel entresacó unas pocas normas para aquella manera de apostolado, que fue el reglamento básico que rigió las Doctrinas Rurales, dándole forma estable, pues las que, a partir de entonces, se dedican a este apostolado, lo hacen entregándose de por vida.

En 1928 les prestan una casa en Jerez donde continúan su vida común, en los tiempos de descanso entre los trabajos apostólicos. Peregrina con otras Doctrinas Rurales el año santo de 1933 a Roma, donde se entrevista con el entonces desterrado de España, cardenal Segura; de seguido, tras un retiro con el padre Juan Antonio Segarra (SI) —que será desde ese momento el director espiritual de María Isabel y padre espiritual de la Obra de las Doctrinas Rurales, hasta su muerte acaecida en 1977—, tuvieron una audiencia con Pío XI, que las bendijo repitiendo: “Ecco la vera azzione cattolica!”, haciéndoles llegar más adelante la Bendición Apostólica. De regreso a España se pusieron bajo la dirección del obispo de Barcelona, Manuel Irurita y del padre Arbona (SI).

Sin domicilio propio y entregada en aquella vida trashumante y andariega de apostolado con las almas, gastándose toda y del todo por Cristo en los prójimos como ideal y ocupación propia suya, el 4 de junio de 1937, recibió el Viático y la Extremaunción. Sus restos mortales descansan en la iglesia de Gibralgalia (Málaga), que fue su primera “Doctrina”.

 

Fuentes y bibl.: Informaciones aportadas por las hermanas misioneras de las Doctrinas Rurales, septiembre de 2009.

A. García, El Padre Arnáiz de la Compañía de Jesús. Datos biográficos y rasgos edificantes, Málaga, Tipografía de M. Rodríguez, 1928; C. Bayle (SI), El Padre Tiburcio Arnáiz, de la Compañía de Jesús. Semblanza biográfica, Burgos, Talleres Tipográficos de FET, 1939; L. Werner, XXV Años de humilde apostolado 1922-1947, Tarragona, Obra de las Doctrinas Rurales, Imprenta S. Hugrañes, 1947; Misioneras de las Doctrinas Rurales, Obra de las doctrinas rurales. Resumen detallado de la labor misionera realizada en el curso 1949-1950, Tarragona, Misioneras de las Doctrinas Rurales, 1950; F. Reina y Castrillón, ¡Era aún más santo! Recuerdos del R. P. Tiburcio Arnáiz, S. J., Málaga, Imprenta J. Ruiz, 1951; J. A. Segarra (SI), La entronización del Corazón de Jesús en el propio corazón. Cartas de un padre jesuita a la fundadora de la obra de las doctrinas rurales, Tarragona, Misioneras de las Doctrinas Rurales, 1962; J. M.ª Granero, Cristo y los pobres. El P. Tiburcio Arnáiz, SI (1865-1926), Madrid, Imprenta Fareso, 1980; Misioneras de las Doctrinas Rurales, Misioneras de las Doctrinas Rurales, Madrid, M.D.R., 1990; A. S. U rbaneja, Breve narración de la vida del P. Arnáiz, SI, Málaga, Patronato del P. Arnáiz, SI, 1991; R. Martín Ribas et al., Sublime itinerario. Guía inédita religiosa, hagiográfica, histórica, artística de España, Madrid, Ramiro Martín Ribas, 2004 (2.ª ed.), V. Luque (SJ), El Padre Arnáiz, Madrid, Edibesa, 2008.

 

José Martín Brocos Fernández

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