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Manuel García Barzanallana y García de Frías

Biografía

García Barzanallana García de Frías, Manuel. Marqués de Barzanallana (I). Madrid, 17.VIII.1817 – 29.I.1892. Senador, ministro, presidente del Consejo de Estado y del Senado.

Su padre, Juan García Barzanallana Pertierra, nacido en 1779 en Naraval, municipio de Cangas de Tineo (Asturias), fue soldado durante la Guerra de la Independencia y general de Prisiones durante la Regencia, pasando después a Madrid como funcionario del Cuerpo de Aduanas. Durante el Trienio Liberal de 1820 a 1823 fue administrador de Aduanas de Santander y regresó de nuevo a Madrid. Más tarde fue nombrado jefe del puerto franco de Cádiz e intendente de las zonas de Cartagena, Salamanca, Aragón, Valencia y Barcelona. Fue vocal de la Junta de Aranceles, director general de Aduanas y senador por Asturias en 1843, dos años antes de su fallecimiento, acaecido el 15 de mayo de 1845 y fue enterrado en el campo santo de la Puerta de Fuencarral.

Durante su primera estancia en Madrid contrajo matrimonio con María de la Soledad García de Frías y Germán, natural de Madrid, y allí nacerían tanto Manuel en 1817 como su hermano José en 1819, quien llegaría a ser también famoso hacendista diputado y senador.

Todos estos cambios de residencia familiares marcaron sin duda sus etapas de formación. Ingresó en las Escuelas de los padres escolapios de Madrid, donde cursó los estudios preparatorios de bachillerato, que continuaría luego en Valencia y Salamanca para, a continuación, cursar la carrera de Leyes en las Universidades de Zaragoza, Madrid, Valencia y Barcelona; en esta última se licenció en 1840 y ejerció inmediatamente la abogacía, primero en Sevilla y desde 1841 en Madrid, profesión en la que sin duda destacó muy pronto, pues en 1842 ingresó en la Academia de Jurisprudencia, de la que sería académico profesor y su bibliotecario y figuró durante la década moderada entre los mejores juristas de la época. A pesar de ello abandonó esta carrera para dedicarse a la política y al periodismo. Como publicista colaboró en la Revista de España, de Indias y del Extranjero y en el Eco del Comercio y formó parte del equipo de redacción de El Heraldo. Sus artículos siempre trataban de temas hacendísticos, económicos y administrativos, materias todas ellas que caracterizarían toda su trayectoria.

En 1844, animado por su padre y contando con su influencia y protección, inició su carrera funcionarial ingresando como oficial de tercera en el Ministerio de Hacienda y al año siguiente ascendió a subdirector de tercera de la Dirección General de Aduanas. Durante estos últimos años acompañó frecuentemente a Asturias a su padre, entonces senador por esa provincia, de la que realmente toda la familia se sentía originaria, aprovechando el contacto con sus gentes, especialmente con Alejandro Mon, bajo cuya protección y en las filas del Partido Moderado se presentó en 1846 a las elecciones para diputados en Cortes, y fue elegido por primera vez por el distrito de Cangas de Tineo, representación ésta que mantendría ininterrumpidamente hasta 1852, compaginándola con su carrera administrativa, en la que en 1847 figuraba como jefe tercero de negociado de la sección cuarta del Ministerio de Hacienda y, en 1849, subdirector segundo de la Dirección General de Aduanas.

Desde entonces hasta 1851 colaboró directamente con Alejandro Mon en la elaboración de presupuestos y en la modificación del sistema arancelario de Aduanas de 1849, de carácter claramente proteccionista.

Fue también, en ese tiempo, vocal del Consejo de Agricultura, Industria y Comercio y vocal de la Junta de Aranceles.

En 1850 había contraído matrimonio en Madrid con Emilia Pérez Jaramillo, que, aunque natural de esta ciudad, pertenecía a una adinerada familia de Guadalajara que, con la desamortización, había adquirido al Estado el monasterio de San Bartolomé, sito en Lupiana, casa matriz de la Orden de San Jerónimo, construido en el siglo XVI sobre el primitivo, según proyecto de Juan de Herrera, que por dicho matrimonio, pasó a los Barzanallana, que lo conservan junto a la magnífica casona del siglo XVIII en Muñalén (Asturias).

Cesante en 1851, en 1853 fue nombrado director general de Contabilidad y director general de Aduanas, cesando en ambos cargos en 1854, momento en que debido a las agitaciones sociales fue apartado de la política y la administración. Volvió entonces a dedicarse plenamente al periodismo dirigiendo El Parlamento, órgano desde el que ejercería una clara oposición durante todo el bienio progresista El 15 de octubre de 1856 fue nombrado ministro de Hacienda en el gabinete moderado de Narváez hasta la misma fecha del año siguiente. Restableció el impuesto sobre el consumo y la regulación y reparto de la contribución directa. La Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857 disponía la creación de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en la que la Corona, a propuesta del Gobierno y por una sola vez, debía nombrar la mitad de sus miembros, esto es, dieciocho académicos, entre los que fue elegido, por lo que se le considera académico fundador.

En 1857 volvió de nuevo al Congreso representando a la provincia de Guadalajara, a la de Alicante de 1861 a 1864 y de nuevo a Guadalajara en 1864, renunciando a este cargo al ser nombrado por Isabel II senador vitalicio. Ese mismo año se le concedió la Gran Cruz de Carlos III. El 16 de septiembre y hasta el 20 de febrero de 1865 fue de nuevo ministro de Hacienda con Narváez y, por tercera vez, de 10 de julio de 1866 a 10 de febrero de 1868, se dedicó a mejorar la situación del Tesoro, encauzando la Deuda Pública y regularizando los servicios públicos.

Por todos sus méritos y su fidelidad política, la Reina le concedió el título de marqués de Barzanallana con Grandeza el 11 de octubre de 1868.

Durante el sexenio, desde el destronamiento de Isabel II en 1868 hasta la subida al trono de Alfonso XII, disminuyó su actividad política aunque fue elegido senador por Asturias de 1871 a 1876, convirtiéndose en uno de los líderes más representativos de la oposición moderada frente al gobierno de Amadeo I y, más aún, frente al estallido de la Primera República que votó lógicamente en contra de su proclamación.

Hombre de gran cultura y afamada formación helenística, figuraba en 1871 entre los suscriptores a las obras de Platón traducidas por Patricio de Azcárate.

Colaboró activamente con Cánovas del Castillo, jugando un importante papel en el proceso de implantación del sistema político de la Restauración, y con ella alcanzó un gran protagonismo al ser nombrado en 1875 presidente del Consejo de Estado hasta 1881 y dos veces más, de 1884 a 1886 y de 1890 a 1892.

Participó en la reunión de ex senadores y ex diputados (reunión de notables) encargada de redactar la Constitución de 1876, dedicándose especialmente al apartado referente a la organización y funciones del Senado. En 1876, ya en las filas del Partido Conservador, fue elegido de nuevo senador por Asturias y nombrado presidente de la Cámara Alta, cargo en el que permanecería hasta 1880. Este mismo año, siendo ministro de Fomento el conde de Toreno se presentó el proyecto de una iconoteca nacional y, previo acuerdo del Consejo de Ministros, el Rey ordenó su creación con fecha de 13 de agosto, disponiendo al tiempo el establecimiento de una junta de individuos que la llevaran a cabo, junta de la que fue nombrado miembro y su primer presidente junto al pintor Valentín Carderera y al compositor Francisco Asensio Barbieri. Desde 1877 fue nombrado senador por derecho propio, de acuerdo con el artículo 21 de la Constitución en su calidad de ex presidente del Consejo de Estado. En enero de 1878 fue nombrado por Alfonso XII caballero del Toisón de Oro.

Además de haber sido una de las figuras más importantes del renacimiento económico y un gran hombre de Estado, fue un verdadero amante y protector de las artes, hasta tal punto que Cánovas le definía como “el marqués que solía presidir el Senado y que tenía la manía de medir todos los monumentos públicos que visitaba, y las plazas y los paseos, las montañas, las calles, etc. etc.”, y que llegó a ser incluso colaborador de la Enciclopedia Espasa que se publicaría en 1923.

Su obra preferida fue sin duda la transformación del palacio del Senado hasta convertir el antiguo convento de María de Aragón, entonces un viejo conglomerado de construcciones, en el edificio que hoy se conoce. Diseñó el Salón de Conferencias encargando a los mejores pintores de la época la representación de los grandes hechos de la historia de España, y se ocupó especialmente de la construcción de su magnífica biblioteca, fomentando al tiempo su desarrollo y convirtiéndola en una de las más completas de la época. Como homenaje a estos méritos, en 1907 se colocó en ella un busto en mármol blanco sobre pedestal de granito rojo, que aún hoy la preside.

Fue presidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas desde el 7 de diciembre de 1886 hasta el 29 de enero de 1892, fecha en la que falleció en su domicilio de Madrid a las 8:45 horas. En sesión del mismo día se comunicó el suceso al Senado, lo que despertó el unánime sentimiento de la Cámara, pues había actuado siempre en ella con gran imparcialidad, rindiéndosele los honores correspondientes.

 

Obras de ~: Discurso pronunciado por el Excmo. Sr. Manuel García Barzanallana [...] en el Congreso de los Diputados en las sesiones de 21 y 22 de febrero de 1865, Madrid, Imprenta del Colegio de Sordomudos y de Ciegos, 1865; La liga aduanera ibérica, Madrid, Eduardo Martínez, 1878; De las causas más influyentes en la despoblación de España, Madrid, M. P. Montoya y Cía., 1879; Memoria dirigida al Presidente del Senado referente a las obras ejecutadas en el palacio del Cuerpo Legislador, Madrid, Imprenta Viuda e Hijos de I. A. García, 1882; La batalla de Guadalete: Memoria, Madrid, A. Pérez Dubrull, 1890; Guía del Banco de España para 1897; La masonización de Filipinas: Rizal y su obra, Barcelona, Librería y Tipografía Católica, 1897.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Expediente personal del Senador Marqués de Barzanallana, sig. HIS-0053-02; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, sigs. 26 n.º 15, 29 n.º 6, 31 n.º 17, 39 n.º 3, 40 n.º 18, 42 n.º 3, 46 n.º 3, 51 n.º 6, 51 n.º 10; Archivo Histórico Nacional, secc. Hacienda, 3042, exp. 480, Hoja de servicio de Manuel García Barzanallana, Contador de la Aduana de Puigcerdá; 3090, exp. 353, Hoja de servicio de Manuel García Barzanallana, Oficial de 1.ª; 3281, exp. 312, Hoja de servicio de Manuel García Barzanallana, Oficial 1.º Interventor cesante de la Administración Principal de Hacienda Pública de la provincia de Barcelona; 2713, exp. 1324, Expediente de clasificación de jubilación de Manuel García Barzanallana, Ministro de Hacienda; secc. Consejos, 8987, A.1867, exp. 662, Real despacho a favor de don Manuel García Barzanallana García de Frías Pertierra y Germán, concediéndole el título de Marqués de Barzanallana, libre de gastos, por sólo su persona.

VV. AA., Los Ministros en España desde 1800 a 1869. Historia contemporánea por Uno que siendo español no cobra del Presupuesto, Madrid, J. Castro y Cía., 1869-1870; P. E. de Tébar, Las Segundas Cortes de la Restauración semblanzas parlamentarias [...], Madrid, Manuel G. Hernández, 1879; M. Sánchez Ortiz, Las primeras Cámaras de la Regencia. Datos electorales, estadísticos y biográficos, Madrid, Enrique Rubinós, 1886; J. García Barzanallana, Necrología del Excmo. Sr. D. Manuel García Barzanallana Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas leída ante la misma en las sesiones de 6,13 y 20 de diciembre de 1892, Madrid, Imprenta y Litografía de los Huérfanos, 1892; La Ilustración Española y Americana, Madrid, 15 de febrero de 1892; C. Suárez, Escritores y artistas asturianos: índice bio-biográfico, Madrid, 1936-1959; G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1979; S. González Ramos, 248 personajes para la historia del Concejo de Tineo, Tineo, Salas Imprenta Nonaya, 1993; A. Herrera Casado, Monasterios Medievales de Guadalajara, Guadalajara, Aache, 1997; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; M. Á. Valle de Juan, Presidentes del Estamento de Próceres y del Senado (1834-1923), Madrid, La Fundación del Sur, 2002.

 

María Ángeles Valle de Juan

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