Lizaur y Paul, Juan. ?, 19.VI.1850 – Cádiz, 1891. Teniente coronel de Ingenieros.
Ingresó en el servicio el 4 de septiembre de 1866 y en la Academia de Ingenieros del Ejército de Guadalajara el 1 del mismo mes de 1868, saliendo de la misma como teniente, después de completar los estudios reglamentarios, el 23 de septiembre de 1873.
Destinado al tercer Regimiento de Zapadores, en el marco de la Tercera Guerra Carlista, inició en Montejurra y Velavieta sus méritos de guerra, recompensados con el grado de capitán de ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas distintas: una, la del Ejército, grado o Infantería, por elección, y otra en el Cuerpo, por antigüedad). Siguiendo en la campaña, contrajo nuevos méritos en Orio, tendiendo un puente de barcas bajo el fuego enemigo; en La Guardia, formando a la cabeza de una de las columnas de ataque y conquistando en ella la cruz roja del Mérito Militar, y en los tristemente célebres campos de Somorrostro y vertientes del Montaño, en los que mereció su conducta elogios que después fueron expresamente consignados en una orden ministerial.
Tras un brevísimo plazo en que desempeñó el detall de la Comandancia del Cuerpo en Cádiz, volvió al teatro de la guerra, con destino en el segundo regimiento, y agregado en Bilbao a una compañía (quinta del primer batallón) construyó con ella el fuerte de Santo Domingo, hizo un reconocimiento en la avanzada de Arbolancha y levantó en el Morro una batería de campaña. Más tarde, concurrió a atrincherar el monte Esquinza, a levantar el reducto llamado “Marqués del Duero” y el fuerte “Mendigorría”, a construir en Añorbe una torre telegráfica y al levantamiento del bloqueo de Pamplona, conquistando en la empresa el empleo de capitán de ejército.
El nombramiento de ayudante del primer batallón del cuarto regimiento, en septiembre de 1875, le alejaba de los peligros y penalidades de la guerra, pero solicitó que se le retuviera agregado a su antigua compañía hasta el mes de diciembre, y en enero de 1876 logró que se le destinara al primer regimiento, ascendiendo a capitán de ingenieros por antigüedad el día 5 de febrero de ese año. El 17 del mismo mes se distinguió con su tropa en la acción de La Solana, tendiendo un puente en Baigorri y fortificando a Alio y Muniain; el 18 contribuyó a la acción de Monte Jurra, preparando en Muniain dos baterías. Alejado de Estella el enemigo, se dedicó en los días siguientes a la destrucción de trincheras y fuertes y a las obras de defensa de Santa Bárbara en Mañeru. El comportamiento del capitán Lizaur en la Solana mereció y obtuvo por recompensa el grado de comandante.
Terminada la guerra prestó servicio de guarnición en Barcelona, y después en Sevilla, ya en el tercer regimiento, y de aquí pasó con su compañía a Cádiz para ayudar en los trabajos de fortificación de aquella plaza, trabajando primero en San Lorenzo del Puntal y después en Santa Cruz de Matagorda, y en julio de 1881 se le confió el cargo de detall de aquella comandancia. En ella y en la de Málaga prestó en diversas épocas el servicio de obras hasta abril de 1890, fecha de su ascenso a comandante de ingenieros, exceptuando una corta temporada en que sirvió en el segundo regimiento y otra en que permaneció en las situaciones de supernumerario o de excedente. Al ascender a teniente coronel, fue destinado al tercer regimiento de reserva; en abril de 1891 volvió a quedar supernumerario y, al sorprenderle la muerte, tenía solicitado que se le permitiera prestar gratuitamente sus servicios en la comandancia de Cádiz.
Entre sus condecoraciones señalaremos, dos Cruces del Mérito Militar, una con distintivo blanco y otra roja, las Medallas de Bilbao, Alfonso XII y de la Guerra Civil y, finalmente, la Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.
Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1854-1893; “Necrología”, en Revista del Memorial de Ingenieros del Ejército (junio de 1891); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, 2 ts.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño