García y García, Mariano. ?, 1825 – Madrid, 1884. Militar, brigadier del Ejército, coronel de ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1844, saliendo como teniente del Cuerpo el 4 de julio de 1848, después de terminar los estudios reglamentarios. Su primer destino fue el Regimiento de Zapadores-Minadores, entonces único Regimiento del Cuerpo, donde sirvió en los empleos de teniente a comandante y, posteriormente, estuvo destinado en la Dirección General de Ingenieros.
Entre los años de 1849 y 1850 trabajaba en las fortificaciones de las islas Chafarinas y en las de la plaza de Melilla, en esta última en su campo exterior y casi siembre bajo fuego enemigo. También tomó parte en varias salidas contra los “moros”, en una de las cuales resultó herido y, además, con varios individuos de su compañía y otros del pelotón de mar, salvó el cargamento de un buque, que un temporal hizo encallar en la bahía de Melilla en enero de 1850. El barco transportaba para la plaza cuatro piezas de artillería y un gran repuesto de proyectiles y pertrechos de artillería, haciéndolo bajo un recio temporal, y sufriendo el fuego de los moros que, con una batería próxima al punto del naufragio, contaban ya con tan importante presa. Por estos méritos se le concedió el grado de capitán de Ejército.
El 19 de junio de 1854, el marqués de Salamanca oficiaba al ministro de la Guerra, exponiéndole que “deseando utilizar los conocimientos de D. Ambrosio Garcés de Marcilla, oficial del Cuerpo de Ingenieros Militares, en los ferrocarriles cuya construcción está a mi cargo”, pidiéndole que se le autorizara a dedicarse a los trabajos de las citadas líneas. La autorización se concedió por real orden de 27 de junio y en atención a que en el día hay excedentes de su clase en el expresado Cuerpo (Ingenieros), debiendo quedar supernumerario en él y sin goce de sueldo con cargo al presupuesto de la Guerra.
La revolución de julio de 1854, en la que participó en su represión, cortó esta colaboración, pero un año después, se hacía cargo de la construcción para el Estado de la línea telegráfica desde la frontera francesa de La Junquera a Barcelona y Zaragoza, donde debía entroncar con la única existente de Madrid a Bilbao e Irún. Esta obra se adjudicaba en subasta convocada el 21 de noviembre de 1855 a “Brusi, Lluch y Compañía”, una sociedad accidental creada al efecto.
Como capitán, y mandando una compañía de pontoneros, se distinguió en los combates que también se libraron en Madrid el 15, 16 y 17 de julio de 1856 (había ascendido a capitán de Ingenieros el 4 de abril de ese año), y especialmente el segundo de dichos días, en el ataque del palacio de Villahermosa ocupado por los sublevados, hecho por el que el general Serrano le ascendió en el acto a comandante de Ejército, citándole especialmente en el parte que dio al Gobierno. En el tercero de los citados días, resultó contuso, al tomar una barricada en la plaza de Lavapiés.
En los años de 1857 y 1858 estuvo en comisión por diversos países europeos para el estudio de los trenes y escuelas de puentes de los respectivos ejércitos, estudios que fueron consignados y publicados en el Memorial de Ingenieros. Posteriormente, hallándose en 1859 trabajando en las fortificaciones de Cartagena, recibió la orden de unirse al Ejército expedicionario que intervino en la Guerra de África (1859-1860). En la citada guerra realizó valerosas acciones, especialmente en la batalla de Wad-Ras, por las que era recompensado con la Cruz de San Fernando de 1ª Clase y el grado de teniente coronel. Este ascenso y los anteriores, era posible gracias al “dualismo” que permitía que los oficiales del Cuerpo pudiesen ascender en tres escalas distintas, grado, Ejército y en el Cuerpo, en el que solo se producían por antigüedad. En el transcurso de la contienda, se distinguió especialmente por las acciones realizadas con su compañía en la campaña, en la que organizó un tren de puentes transportados por camellos, con el que precedía el avance del Ejército. Además de acciones de guerra, llevó a cabo importantes trabajos técnicos en la campaña, de los que merecen citarse los numerosos puentes construidos bajo su dirección, en el camino entre Ceuta y Tetuán. Escribió al respecto, una relación de los trabajos ejecutados por los pontoneros en aquella guerra, que se publicó en 1861.
En 1861 se encontraba de guarnición en Madrid y presentaba una memoria sobre El Tren de Telégrafos electro-magnéticos de campaña usados en el Ejército Prusiano y un año después formaba parte de una comisión encargada de proponer un sistema de telégrafos militares. En 1863 ascendía a comandante de Ingenieros, permaneciendo en su anterior destino, el Regimiento de Ingenieros n.º 2 (creado en 1860), al tiempo que se le nombraba vocal de una nueva comisión, en este caso responsable de la redacción de un reglamento de transportes militares.
En junio de 1866 tomó parte con su Regimiento en la represión de los sucesos ocurridos en Madrid el día 22, donde al mando de su batallón y con otras fuerzas agregadas, actuó en la zona de la Red de San Luis, actuación que fue recompensada con el ascenso a teniente coronel de Infantería, categoría superior a la de grado en el ejército.
En 1867 estaba destinado de nuevo en el Primer Regimiento de Ingenieros, de donde pasaba a la Dirección General del Cuerpo en 1869. En 1872, desde el mismo destino, trabajaba en una comisión responsable de estudiar una nueva organización para las tropas del Cuerpo, organización en la que se creaban las nuevas especialidades del Cuerpo, unidades de Ferrocarriles y de Telegrafía óptica y eléctrica. Con fecha de 26 de marzo de 1873 era promovido a teniente coronel de Ingenieros, con destino a la Dirección Subinspección en Castilla la Nueva. Un año después era nuevamente destinado a la Dirección General de Ingenieros donde continuaría hasta su ascenso a brigadier del Ejército en 1878, año en el que pasaba a prestar sus servicios como vocal de la comisión encargada de reformar los reglamentos tácticos de las Armas.
Fue autor de numerosos trabajos científicos, algunos de ellos publicados en el Memorial de Ingenieros.
Además de la Cruz de San Fernando, ya citada, poseía la Gran Cruz de San Hermenegildo y dos cruces del Mérito Militar, una por méritos de guerra (roja) y otra por méritos especiales (blanca).
Obras de ~: Memoria sobre la organización y servicio del Cuerpo de Pontoneros en Austria, Prusia, Bélgica, Cerdeña, Sajonia, Baden y Francia, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1859; Memoria sobre la organización de los Cuerpos destinados al servicio de los puentes militares en Europa y en los Estados Unidos de América, deduciendo lo que conviene hacer en España, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1862; Memoria sobre los trabajos hechos en África por las compañías de Pontoneros, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1862; Memoria sobre los trabajos electromagnéticos de campaña, usados en el Ejército prusiano, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1862.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.
Estados (escalillas) del Cuerpo de Ingenieros, 1848-1880; J. Almirante, Bibliografía militar de España, Madrid, 1876; “Necrológica”, en Memorial de ingenieros y Revista Científico Militar (1 de octubre de 1884); J. Almirante, Estudio histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63-66 (2001 y 2002).
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño