José Massanés y Mestres

Massanés y Mestres, José. Cataluña, f. s. XVIII – ?, s. m. s. XIX. Coronel de Infantería, capitán de Zapadores, arquitecto.

Hijo del maestro constructor Baltasar Massanés y de Josefa Mestres, en 1803 terminaba su formación en la Escuela de Nobles Artes de la Lonja, dependiente de la Junta de Comercio de Barcelona. Había estudiado previamente las matemáticas en las clases impartidas por Isidro Gallarda, quien en el año 1819 redactó una memoria sobre “un método para formar planos de los pueblos”.

El año 1804 comenzó su actividad profesional en la ciudad de Tarragona, trabajando en las obras del puerto a las órdenes del ingeniero Smith; en esa misma ciudad dio clases de arquitectura y contrajo matrimonio con M. Antonia Dalmau.

Al iniciarse la Guerra de la Independencia, en 1808, ingresaba en el Ejército como capitán de Zapadores. En 1809 levantaba dos planos en que se manifiestan la situación y estado de defensa del castillo de San Felipe del Coll de Balaguer.

Participó en diversas operaciones militares, entre otras, en 1811, en la defensa de Tarragona y en la ocupación de las islas Medas, de las que redactó un informe sobre su importancia militar, y que, para el ejército expedicionario inglés era prioritaria su conquista, al considerarlas claves para mantener la ruta de cabotaje. “El 11 de septiembre Lacy con 200 hombres embarcan en la fragata inglesa Undaemted con el coronel de zapadores Josep Massanés para ir a las Medas ya que había que reconstruir el fortín y construir un nuevo embarcadero en la parte sur de la isla mayor”. Con la conquista se pudo evitar la llegada del auxilio naval que esperaban las tropas francesas.

También, respecto a las islas citadas, levantaba el plano geométrico de las mismas, llegando a ser gobernador militar de ellas. El 19 de febrero de 1811, asistía al intento de tomar por sorpresa el castillo de Montjuic.

Promovido a teniente coronel, fue nombrado ayudante de Estado Mayor. En 1814, con la retirada francesa, Massanés negoció con el general francés Suchet la liberación del castillo de San Fernando de Figueras.

Durante la etapa en la que el general Castaños fue la máxima autoridad de Cataluña, Massanés fue uno de sus técnicos de confianza, hasta el punto de llegar a proyectar el sepulcro de su padre en Valls. Durante esta etapa realizó una primera propuesta de un modesto ensanche de Barcelona (1818), en el entorno del Pla de Palau, en el espacio más adecuado para aplicar la idea de plaza monumental de los ilustrados. El ensanche del Pla de Palau (Plaza de Palacio), y el que propuso en lo alto de la Rambla, seguían siendo crecimientos limitados, pero unos años después el mismo Massanés propuso la primera idea de ensanche ilimitado, para resolver el enorme y nuevo problema de la localización de las industrias y de la vivienda obrera.

La magnífica plaza del Palau, el ámbito que entonces era orgullo de la ciudad, estaba configurada por el edificio del Palacio Real, la Lonja, la Aduana, la posterior Casa Xifré y la monumental Puerta de Mar. Esta última y la ordenación de la plaza cuya salida natural era el puerto fue obra, como hemos visto, de Massanés a instancias del general Castaños (1818). Massanés, que, presentado por Celles alcanzaba también el título de arquitecto en Madrid en 1832, pensó en unificar visual y estilísticamente el Palacio Real y la Aduana con el edificio de la Lonja, sobre la base de añadir sendas fachadas neoclásicas a aquellos. Esto no se llevó a cabo, pero sí en cambio la monumental Puerta de Mar, insertada en la muralla. De alguna manera también participó entonces en la redacción del proyecto del mapa de Cataluña, elaborado por Agustí Cañellas.

Durante el trienio liberal conocemos su modesta participación en la división provincial, en su condición de representante de la Diputación de Cataluña, para representar cartográficamente los límites provinciales proyectados. También se ocupó de las obras de la plaza de San Jaime y del portal del mar, en Barcelona. En 1822 trabajó en el proyecto de carretera de Lérida a Tarragona, bajo la inspección del coronel de Ingenieros José de Santa Cruz.

En 1825 era el comandante del Regimiento de Infantería de Cantabria.

Ferviente constitucionalista, la amistad con el barón de Eroles, establecida en tiempos de la guerra contra el francés, le permitió eludir inicialmente posibles represalias al producirse el derrumbamiento del régimen constitucional del Trienio.

Durante los primeros años de la década absolutista se ocupó del reconocimiento de las defensas de la costa catalana, de diversos proyectos de carreteras y, bajo las órdenes del capitán general, marqués de Campo Sagrado, de las obras del Pla de Palau y del proyecto de conversión del arruinado convento de San José de Barcelona en mercado de La Boquería.

En 1827, el nuevo capitán general, conde de España, le ordenó quedar confinado en Vallcarca (barrio del término de la Huerta). Acusado finalmente de conspiración, en julio de 1831 se exilió en Marsella, hasta que la muerte de Fernando VII y la amnistía de la reina María Cristina, le permitió regresar a principios de 1833.

La guerra carlista le llevó a realizar algunas tareas de carácter estrictamente militar, obteniendo el grado de coronel de Infantería (1835), si bien en 1838 fue cesado en el servicio activo. De todos modos, durante este período su actividad principal se centró nuevamente en las mejoras urbanísticas de Barcelona: plaza de San Jaime, paseo de Gracia, muralla del Mar, etc.

Antes de Cerdà, Massanés había formulado, en el año 1837, un primer proyecto o esbozo del Eixample (Ensanche), con el objetivo de crear un nuevo barrio que se comunicase desde el paseo de Gracia con la explanada todavía innominada del norte de las Ramblas, uniendo los baluartes de Tallers y Jonqueres. En 1837 ingresó en la Academia de San Fernando.

Durante los años cuarenta, la red viaria fue objetivo preferente de su actividad profesional: nuevas carreteras, proyecto de ferrocarril de Rosas a San Juan de las Abadesas, ideas sobre canales de riego y navegación de Bañolas a Estartir y de Amposta a los Alfaques, etc. Durante el asedio del ejército a Barcelona, en otoño de 1843, con motivo de la revuelta conocida como la “Jamancia” (revuelta centralista entre septiembre y noviembre de 1843), Massanés elaboró una propuesta de ataque a la ciudad. En los años siguientes redactó diversos memoriales: en relación con el ensanche de la ciudad (hacia 1845), sobre la seguridad del Liceo (1846), el relativo a las obras del Portal del Mar (1848) y el proyecto de mapa geográfico de Cataluña.

De la obra cartográfica de Massanés se ha conservado poca cosa, aparte de los planos y alzados de edificios o de los proyectos urbanísticos correspondientes a la ciudad de Barcelona. En la Cartoteca del Centro Geográfico del Ejército se conservan al menos dos planos del Castillo de San Felipe, en el tarraconense collado de Balaguer (1809), el mapa de las islas Medas (1811) así como croquis de operaciones bélicas en Gerona, Ripoll, San Feliú de Codines (1813) y Amer (1814). No se tiene conocimiento de otros planos que –según parece– levantó y que corresponden a las ciudades de Gerona, Tarragona y Tarrasa, al castillo de Vallmoll, etc.

Autor de varias publicaciones técnicas, realizó los planos de Tarragona, Tarrasa y Gerona. En Barcelona trazó las calles de Sobradiel y de Cervantes, y la tumba del general Castaños, en la iglesia de la Virgen de Lledó en Valls (1819). Hizo el Paseo del Cementerio en Barcelona (1819-36), y proyectó la ordenación de la plaza de Palau y el portal de Mar (1818), comenzado en 1822 y terminado en 1846, que fue derribado en 1859.

Fuentes y bibl.: V. Balaguer, Historia de Cataluña, La Guerra de la Independencia en Cataluña, t. X, Madrid, Imprenta y Fundición de Manuel Tello, 1887; F. A. Villarubias, Noticia de una colección de papeles de José Massanés y Mestres (1777-1857) y Josefa Massanés de González (1811-1887) existentes en la Sección de Manuscritos, de José Massanés y Mestres, Barcelona, Diputación Provincial de Barcelona, 1966; H. Capel et al., Los Ingenieros militares en España, siglo XVIII: repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Universidad de Barcelona, 1983; P. Navascués Palacio, “Arquitectura y Urbanismo”, en La época del romanticismo (1808-1874), t. IV, vol. II, Madrid, Espasa-Calpe, 1989, págs. 573-676; F. A. Villarubias, Las andanzas del coronel barcelonés Massanés al inicio del siglo XIX (La generación precursora de la Renaixença), Barcelona, Círculo del Liceo, 1996; J. Burgueño, El mapa com a llenguatge geogràfic. Recull de textos històrics (ss. XVII-XX), Barcelona, Societat Catalana de Geografia, 2008; C. Montaner y F. Nadal (eds.), Aproximación a la historia de la cartografía de Barcelona, Barcelona, Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, 2010; P. de la Fuente de Pablo y J. Bohigas Maynegre, La Rovirada, Madrid, Ministerio de Defensa, 2011 (Colección: Cuadernos del Castillo de San Fernando); D. M. Morfakidis Motos, La cuestión de Oriente en la Historiografía Española decimonónica (1821-1878), tesis doctoral, Granada, Universidad de Granada, 2017; “Sarrià durant la invasió francesa de 1808 a 1814”, en Història de Sarrià [en línea], disponible en http://www.historiadesarria.com/4francesos.htm.