Mendiola, Bartolomé Joaquín. ?, u. t. s. XVII – ¿El Puerto de Santa María (Cádiz)?, c. 1743. Ingeniero militar.
Con fecha de 16 septiembre de 1708 se le otorgaba la patente de sargento mayor del Regimiento de Infantería de Baena. Fue nombrado ingeniero ordinario mediante una patente el 6 febrero de 1716, desconociéndose como adquirió los conocimientos de matemáticas necesarios para ingresar en el Cuerpo de Ingenieros Militares.
Ante las dificultades para solucionar el problema de la acumulación de arenas y lodos en el fondo del puerto de Cádiz, se pidió, por parte del embajador español en las Provincias Unidas de Holanda, la recomendación de un ingeniero holandés, Jacob Van Daalen, quien se había postulado en 1718 ante Felipe V como “Ingenieur, Architect et Geometre” para servir en España. El citado ingeniero fue admitido el 31 de diciembre de 1719 como ingeniero director por un período inicial de dos años “para emplearle en Puertos de mar”, estableciéndose en Cádiz tras la aprobación real de su contratación. Debía “reconocer toda la Plaza, Puerto, Bahía, Rada, y demás Parages de sus cercanías, lo que ejecutará con la brevedad posible acompañado de algún Ingeniero, ó otros Oficiales de los que residen en Cadiz”. Seguidamente había de pasar “a Málaga para reconocer las obras que se hacen en aquel Puerto, y representar lo que se le ofreciere y tubiere por mas combeniente para mejorarlas en caso que encuentre algun defecto en ellas”. A raíz de sus primeros trabajos de inspección en el caño de La Carraca y propuestas de reforma para las fortificaciones de Cádiz, se comenzó a sospechar sobre su solvencia profesional, para lo cual, los ingenieros Pedro Borraz, Alberto Mienson y Bartolomé Joaquín de Mendiola fueron requeridos reservadamente de cara a detectar si “descubre algún talento o pratica en estas obras”. Después de varios informes, se llegó a la conclusión de que la preparación del ingeniero holandés era deficiente, siendo despedido.
En 1721 Mendiola firmó el plano de Parte de la Plaza de Cádiz que mira al Bendaval, presentando, además, el proyecto que hizo el ingeniero jefe Alberto Mielson y el del mariscal de campo e ingeniero director Pedro Borrás.
El 30 de junio de 1728 se le designó para sustituir a Ignacio Sala en Cádiz en caso de ausencia. El 30 de octubre de dos años más tarde realizaba un informe que presentó a la Real Junta de Fortificaciones de Cádiz sobre “la posibilidad de que se pueda extraer piedra por Administración de la costa del Puerto de Santa María y las playas del Castillo de Santa Catalina del Puerto”. El 28 de noviembre, siempre de 1828, realizó en El Puerto de Santa María (Cádiz) el pliego de condiciones de asiento para la conducción de aguas desde el sitio de la Piedad hasta El Puerto de Santa María.
Fue promovido en 1733 a ingeniero en segunda y el 26 octubre de 1734 levantó un Plano y perfil del modo que se debe hacer el muelle del Puerto de Santa María. El nuevo muelle fue construido por Bartolomé Mendiola, como experto en obras hidráulicas. Realizado en mampostería, se diseñó siguiendo la línea de bajamar de equinoccio, entre “las casas de los herederos de D. Tomás Dunslaque” y el llamado caño de la villa, a la altura de la plaza de la Herrería. Discurría por delante de un “antiguo muelle”, que debió de servir para pequeñas embarcaciones de carga y descarga de hombres y bastimentos a las galeras. Con la nueva obra se avanzaba un importante trecho hacia el interior del río conformando una explanada superior, origen del segmento más externo de la actual plaza. En su borde, a fin de favorecer la aguada directa de las embarcaciones, además de suministrar agua a Cádiz, levantó una fuente de elevado valor estratégico-militar, ya que El Puerto era el punto de aguada de las galeras y navíos de la armada real que fondeaban en la bahía, además de ser sede de la Capitanía General del Mar Océano. La citada fuente, llamada “de las Galeras”, ubicada en la plaza del mismo nombre (contaba con seis caños de agua hacia la plaza y otros tantos al río), era la construcción que culminaba las obras de la traída de las aguas de los manantiales de la Piedad, al casco urbano de El Puerto de Santa María en el siglo XVIII.
Fechado el 18 abril de 1738 en El Puerto de Santa María, el conde de Roy de Ville dirigió al ingeniero director Ignacio Sala un escrito en el que “afirma tener conocimiento por D. Bartolomé Joaquín de Mendiola de la disposición dada por la Corte, para que mensualmente se destinen ochenta escudos a la reparación de lo preciso del Castillo de Santa Catalina del Puerto”. El 31 julio del mismo año, Mendiola firmaba el Calculo del coste de la composson. de la vivienda del castellano de Santa Cathalina del Puerto de Santa María, con visto bueno de Ignacio Sala. Poco después, el 7 septiembre, recibía una Real Orden para que se trasladase de El Puerto de Santa María a Cartagena, no llegándose a incorporar al sufrir un accidente.
En 1743 construyó la caja de distribución de agua para el repetidamente citado El Puerto de Santa María. Se trata de una construcción de una planta rectangular y escasa altura, con espacio interior cubierto con bóveda de cañón y dos pequeñas cúpulas en los extremos que apenas se acusan al exterior. De las cuatro fachadas que posee (dos laterales, pequeñas, con puertas adinteladas para acceder a su interior y dos frontales) la principal es la que se alza en el frente opuesto al río. Se compone de una estructura rectangular a base de sillares de piedra arenisca de donde brotan dos parejas de caños rehundidos respecto al resto de la fachada que vierten el agua en un sencillo pilón situado casi a ras del suelo.
Obras de ~: Plano de una porcion del rio de San Pedro con el canal que se abrio para que entrase en el rio Guadalete y cortaduras una destruida y la que se propone construir, 1733; Plano y perfil del modo que se ha de hacer El Muelle del Puerto de Santa María, 1734; Plano urbano de El Puerto de Santa María (atrib.), 1735 aprox.
Fuentes y bibl.: Catálogo colectivo de la Red de Bibliotecas de los Archivos Estatales.
H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y Ediciones de la Universidad, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; M. G. Cano Révora, Cádiz y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. M. Muñoz Corbalán, Jorge Próspero de Veboom, Ingeniero Militar Flamenco de la Monarquía Hispánica, Madrid, Fundación Juanelo Turriano, 2015; Mª. I. Morales Sánchez, S. Robles Ávila y Mª. N. Pires (coords.), Lecturas del agua: Un acercamiento interdisciplinar desde la cultura y el turismo, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2016; R. G. R., “La plaza de las Galeras Reales (III).- Siglo XVIII”, en Betilo. Asociación de Defensa Patrimonio Histórico El Puerto de Santa María [en línea], disponible en https://betiloelpuerto.org/patrimonio/la-plaza-de-las-galeras-reales-iii-siglo-xviii/; “Plan especial de protección y reforma interior del conjunto histórico y entorno de El Puerto de Santa María”, en Ayuntamiento de El Puerto de Santa María [en línea], disponible en https://www.elpuertodesantamaria.es/pub/urbanismo/pepyrichye/06-catalogo/003_estudios_compl.pdf.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
