Monet Carretero, Ricardo. Madrid, 24.V.1844 – 22.VII.1908. Militar.
Hijo de Joaquín Mauricio de Monet y Estévez, coronel de Infantería, y de María Dolores Carretero Martínez. Casado en Madrid el 17 de noviembre de 1873 con María del Pilar Taboada y Azpilicueta (Barcelona, 31 de enero de 1852-Madrid, 17 de mayo de 1934), hija del brigadier Nicolás de Taboada Fernández- Trabanco, y de Josefa de Azpilicueta y Sánchez de Toca; de cuya unión nacieron ocho hijos. Cadete de Infantería desde 1863 en los Regimientos de América y del Rey, y del batallón de Cazadores de Baza, al ser promovido a subteniente en 1864 fue destinado a las Islas Filipinas, en donde participó en diversas operaciones contra los igorrotes, encuadrado en los Regimientos de la Princesa y de la Reina, y en la Guardia Civil. En 1871 regresó a la Península y fue destinado al Regimiento de Gerona, y un año después al batallón de Cazadores de Madrid: con este cuerpo marchó a Cataluña, donde participó en la campaña contra los carlistas, ganando allí el ascenso a capitán por méritos de guerra (1872). Ya comandante, volvió a las Filipinas en 1873, sirviendo en los Regimientos de Filipinas, Magallanes, Joló y España, de guarnición en Cebú, Cottabato y Zamboanga. En 1876 participó en la expedición a Joló como ayudante de su suegro, el general Taboada, y mereció el grado de teniente coronel por mérito de guerra. Con breves retornos a la Península en 1878, 1879, 1881 y 1883, permaneció en Filipinas y fue gobernador civil de las provincias de La Unión, de San Fernando, en la isla de Luzón (1880), y de Cebú (1880); pero la dureza del clima minaba su salud. En 1885 retornó a Filipinas por cuarta vez como gobernador de Tarlac, y en 1887 se le encomendó la reorganización de la Guardia Civil en Filipinas. Teniente coronel efectivo en 1888, en 1890, tras una breve estancia en la Península, fue gobernador civil de Cagayán, pero hubo de regresar otra vez a la Península. Coronel en 1893, marchó a Filipinas y fue gobernador civil de Nueva Écija (1894), retornando pronto a Madrid. La insurrección filipina lo llevó allá por sexta vez, gobernando Ilo-Ilo hasta lograr la derrota de los separatistas; desde allí pasó a las islas de Panay y Negros, con el mismo éxito, que le valió el ascenso al generalato en septiembre de 1897.
Formó parte de la comisión de paz que trató con el rebelde Aguinaldo y que concluyó con el pacto de Biacna- Bató (23 de diciembre de 1897), en premio de lo cual se le concedió esta Gran Cruz, retornando a su gobierno de Ilo-Ilo. Cuando se produjo el ataque yanqui en 1898, pudo replegarse con todas las fuerzas de su mando, familiares y pertrechos, hasta Manila, y allí fue nombrado comandante general de la línea exterior defensa. Logró contener durante largas semanas a los marines norteamericanos del general Merrit, hasta el punto de que no depuso las armas sino hasta el día siguiente de la rendición de la plaza (14 de agosto de 1898), entregando el campo a los vencedores y regresando a Manila con todas sus fuerzas formadas, batiendo marcha y con sus heridos y armas. Al general Monet le cupo el triste honor de arriar personalmente la última bandera española que ondeó en Manila. Tras su definitivo regreso a España en 1899, fue sometido a Consejo de Guerra, del que resultó absuelto con todos los honores. En 1904 fue segundo jefe del Cuerpo de Inválidos, hasta que en 1907 ascendió a general de división. Fue Gran Cruz de las Órdenes de María Cristina (1898), Mérito Militar con distintivo rojo pensionada (dos, ambas ganadas en 1898) y San Hermenegildo (1902).
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Personal, leg. M-3675.
A. de Ceballos-Escalera Gila y A. de Arteaga, La familia de los Condes de Monet, Segovia, Torreón de la Marquesa, 1997, págs. 22-27; A. y L. de Ceballos-Escalera Gila, C. García de la Pedrosa Campoy y L. F. Cercós García, Las Reales Órdenes Militar y Naval de María Cristina. La Cruz de Guerra, Madrid, Palafox & Pezuela, 2005, págs. 96-97.
Alfo nso de Ceballos-Escalera Gila, marqués de la Floresta