Estévez Ochoa, Enrique. Enrique Ochoa. El Puerto de Santa María (Cádiz), 27.IV.1891 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 6.IX.1978. Dibujante, ilustrador, pintor.
Fueron sus padres Francisco Estévez Fernández, teniente de Infantería, y María Milagros Ochoa Ríos, ambos naturales de El Puerto de Santa María. Fue Enrique el mayor de los dos hijos que tuvo el matrimonio.
Las insurrecciones que se estaban produciendo en las Islas Filipinas, motivó a su padre a embarcar voluntario, en compañía de su mujer y de sus dos hijos de corta edad, en el vapor Magallanes, en 1896. Precisamente será en las Islas Filipinas donde el pequeño Enrique comienza a sentir su vocación artística, según confesaría años después, y el niño aprovecha cualquier papel u otro soporte para dibujar y hacer sus primeros escarceos, y parece ser que, llegó a pintar un vapor de ruedas, con mucho humo, utilizando como soporte una concha marina que había traído de Filipinas, y que su abuela conservará durante mucho tiempo, orgullosa de la precocidad artística de su nieto. En el bombardeo de Manila de 1898 muere la madre del pintor. Dos años después y ya en España, fallece su padre.
Enrique Ochoa marchó a Toledo, a la Academia María Cristina, para la formación de los huérfanos de militares, cuando contaba con ocho años, Aquí van confirmándose las cualidades artísticas del niño, pues ya por entonces comienza a conseguir sus primeros premios, consistentes en medalla de oro en Dibujo, en 1900, cuando contaba tan sólo nueve años, así como otras de plata, en asignaturas como dibujo, vaciado y modelado, aunque no le ocurrirá lo mismo en las otras asignaturas. Otro compañero en el colegio María Cristina, paisano de la gaditana Algeciras, también huérfano de militar, y que luego sería un importante pintor: Rafael Argelés Escriche (1894-1979), coincidiría con el artista portuense, estableciéndose entre ambos una gran amistad. De esta época se conserva un retrato a carbón que Argelés realizó de Ochoa. Ambos artistas hicieron sus pinitos pictóricos de la mano del artista turolense de Cella, aunque residente en la imperial Toledo, Ricardo Arredondo y Calmache (1850-1912).
En 1907 viaja de Toledo hacia Andalucía, instalándose en Sevilla, por un período que abarcará siete años. Allí comienza a estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes. Y en 1914 se instala en la capital de España, donde comienza ilustrando la revista Por esos Mundos, en su primera época. Su primera exposición individual tuvo lugar en Madrid, entre finales de 1914 y principios de 1915, en uno de los salones de turismo hispano americano. Por esta época vivió la vida bohemia, junto a personajes como Andrés Segovia, de quien llegó a pintar un retrato por aquella época, Emilio Carrere, famoso por su bohemia y por ser el cantor de los bajos fondos madrileños, el escritor sevillano Rafael Lasso de la Vega, el poeta Pedro Luis de Gálvez... Muchos de estos personajes fueron compañeros suyos en la revista La Esfera. También por estas fechas entabla amistad con Ramón Gómez de la Serna, del que ilustró su obra La Roja, Mauricio Bacarisse, al que ilustraría su libro El esfuerzo (1917), convertido hoy en una joya bibliográfica, y José Bergamín en el Café Pombo.
A finales de los años veinte, Enrique Ochoa ya viaja a Mallorca, y se instala en Pollensa.
Desde su primera exposición de 1914, hasta estallar la Guerra Civil, Ochoa llegó a realizar una veintena de exposiciones en: El Puerto de Santa María, Sevilla, Barcelona, Mallorca, París, Milán... Además de concurrir a otros certámenes y exposiciones colectivas, como los Salones de Humoristas, las exposiciones nacionales de Bellas Artes, los Salones de Otoño...
Durante la Guerra Civil española viajó por Francia e Italia, exponiendo en Milán, y en la Bienal de Venecia de 1936, con dos obras.
Las Imágenes Internas son una parte de la obra ochoadiana, de un simbolismo alegórico, que nuestro artista crea una vez concluida la Guerra Civil, a finales de los años treinta y comienzos de los cuarenta, en que una intensa vida interior, de recogimiento, sólo acompañado por la música, y la pintura, dan como resultado unas expresiones plásticas, basadas en cuatro pilares o temas fundamentales: la religiosidad, san Francisco de Asís, el amor y la música.
De 1940 a 1948 es la etapa en la que Enrique Ochoa se recluye en la celda número 4, de la cartuja de Valldemosa, donde se conserva esa reliquia única del amado Pleyel de Chopin, que fue donde se originó la Plástica Musical, a raíz de sus estudios, que derivarían de las Imágenes Internas, y que ya serían una constante en su obra hasta su muerte.
Durante algunos años vivió en Barcelona, en Ibiza y también en Canarias, pero siempre tuvo un pie en Mallorca, la isla maravillosa, con la que mantuvo un idilio desde su primer viaje. Dirigió el Museo Menestralía, de Campanet. Fue nombrado Académico de la de San Sebastián, en Palma de Mallorca en 1960, sustituyendo al fallecido pintor Anglada Camarasa, junto al poeta Guillermo Colom y al pintor Juan Pizá. Llegó a ser nombrado vicepresidente de dicha Academia.
Contaba setenta y cinco años cuando concurre al trigésimo octavo Salón de Otoño madrileño, en su edición de 1966, y en la que se le dedicó una de las salas especiales en su honor, con 28 obras, obteniendo Primera Medalla por la obra Concierto n.º 1 (Tchaikovsky).
El Premio Jesús Aramburu, por la obra Autorretrato.
Y en el mismo certamen es merecedor, también, del Premio Casa Calles, consistente en el trofeo Paleta de Oro, por la obra inspirada en el final del mismo Concierto n.º 1.
Por acuerdo de pleno del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, de 1967, Enrique Estévez Ochoa, fue nombrado Hijo Predilecto de su ciudad natal.
En diciembre de 1968, y en el palacio del Retiro, se celebró el trigésimo noveno Salón de Otoño. Enrique Ochoa expuso junto a Francisco Llorens, José Cruz Herrera, Enrique Segura, Alfonso Grosso, Francisco Soria Aedo, José Bardasano, Agustín Segura y otros, en las salas llamadas de maestros. En esta ocasión le otorgan a Ochoa la Medalla de Honor, por su obra: San Francisco, el pobrecito.
En el XL Salón de de Otoño de Madrid, celebrado en el Palacio de Velásquez, en 1969, un jurado especial compuesto por: el marqués de Lozoya, José Cruz Herrera, Agustín Segura, Mohamed Sabry y José Prados López, acordaron por unanimidad conceder el Premio Extraordinario Princesa Sofía al pintor portuense.
Con ochenta y cuatro años sería cuando Enrique Ochoa logró alcanzar una de sus mayores ilusiones, tener una calle con su nombre en su ciudad natal.
El miércoles 6 de septiembre de 1978 fallece en Mallorca, por insuficiencia cardíaca, siendo trasladado su féretro, por vía aérea, hasta su ciudad natal, El Puerto de Santa María, donde sería enterrado el día 9 de septiembre.
Dilatada vida e ingente obra las que nos legó Enrique Ochoa, trabajador incansable, artista prolífico, y merecedor de una monografía que recoja todo su quehacer para que las nuevas generaciones conozcan la obra de este “alumbrado multicolorista de El Puerto”.
Obras de ~: Autorretrato con hábito franciscano; Autorretrato con boina blanca; El enano; Gloria; El pobre poeta; San Francisco de Asís; Retrato del orfebre Pasgueroli; El dolor y el poeta; Retrato de una uríe; La dama del manto; Retrato de Carmen Hiscla; Metamorfosis de Dafne; El último amor; Señora con mantilla negra; Dama con manto rosa; Defensa del Santuario de la Virgen de la Cabeza; Dama con corona dorada y mantilla blanca; Dos gitanas con mantillas blancas en un balcón; Joven rubia desnuda; Dama con mantilla blanca y flor en la cabeza; Dama rubia con gorro rojo y capa; Casas de Gerona junto al río; Dama con mantón rojo; La Anunciación; Virgen de Luján; La Maja; Cosmopolita; Alejandrina; San Francisco de Asís; Nuestra Señora del Lluch; Dama Chic; Retrato de “La Tía Gloria”; Retrato de la pintora Carmen Osés; Madrigal elegíaco; El pájaro de fuego-Strawinsky; La catedral sumergida de Debussy; Retrato de Federico García Lorca; San Miguel Arcángel; El olivo del amor.
Bibl.: J. González Olmedilla, “La Exposición Estévez Ochoa”, en Revista Portuense, 8 de enero de 1915; M. López Muñoz, “Acerca de un artista portuense”, en Revista Portuense, 17 de enero de 1915; S. Lago, “Artistas contemporáneos. Enrique Ochoa”, en La Esfera, 12 de mayo de 1917; M. Ras, “Enrique Ochoa”, en Cuasimodo. Magazine Interamericano (agosto de 1920) (extraído de la revista española Estudio [mayo de 1920]); A. Vegué y Goldoni, “Enrique Ochoa, retratista”, en Los lunes del Imparcial, 6 de noviembre de 1921; J. Francés, “Los retratos de Ochoa”, en Revista Portuense, 9 de noviembre de 1921; E. Ramírez Ángel, “Un portuense artista”, en Revista Portuense, 25 de noviembre de 1924; M. P. de Somacarrera, “Enrique Ochoa, el dibujante de la gracia femenina” (I y II), en Revista Portuense, 14 y 15 de febrero de 1930; J. M. de Sucre, Ochoa. Las imágenes internas, Barcelona, Tipografía “La Educación”, 1944; J. Entrambasaguas, “El arte de Enrique Ochoa”, en Falange, 5 de marzo de 1950; M. Sola, Valldemosa y Enrique Ochoa, Albacete, Ediciones El Castillo, 1973; Montero Galvache, “Ochoa en El Puerto”, en Diario de Cádiz, 28 de octubre de 1978; F. M. Arniz Sanz, “Las calles de la ciudad, Pintor Enrique Ochoa”, en Diario de Cádiz, 26 de septiembre de 1984; “A propósito del primer centenario del nacimiento del pintor Enrique Ochoa”, en Pliegos de la Academia (Academia de Bellas Artes Santa Cecilia. El Puerto de Santa María) n.º 1 (octubre de 1991); F. de Marta Sebastián, Historia de la Asociación Española de Pintores y Escultores, 1910-1993. Ocho décadas de Arte en España, Madrid, Asociación Española de Pintores y Escultores, 1994; J. I. Buhigas, “Sobre la donación de Enrique Ochoa y el cuadro ‘Defensa del Santuario de la Virgen de la Cabeza’”, en El Guadalquivir (Andújar) (julio-agosto de 1995); I. C. Rodríguez Aguilar, Arte y cultura en la prensa. La pintura sevillana (1900-1936), Sevilla, Universidad, Secretariado de Publicaciones, 2000; F. M. Arniz Sanz, “Enrique Ochoa (1891-1978). Biografía”, J. M. Bonet, “El arte y la novela de Enrique Ochoa” y F. M. Arniz Sanz, “Ochoa y la ilustración gráfica”, en Enrique Ochoa, el pintor de la música, catálogo de exposición, Aranjuez, Espacio para el Arte, Caja Madrid, 2009.
Francisco M. Arniz Sanz