Echevarría, Ramón. Bilbao (Vizcaya), 1816 – Madrid, 1875. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, político.
Ramón Echevarría, nacido en Bilbao en 1816, perteneció a una nueva generación de ingenieros surgida, a partir de 1839, de la denominada Tercera Escuela.
Ésta enlazaba con el espíritu fundacional de Betancourt, transmitido por su líder, José Agustín Larramendi, y por las enseñanzas de Juan Subercase.
Finalizó su carrera en 1839, ocupando los primeros puestos en el orden de méritos de aquella promoción.
Comenzó su andadura profesional dedicándose a la docencia en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. En 1846 alcanzaba el grado de Ingeniero primero y, dos años después, el de Ingeniero de 2.ª clase, al tiempo que permanecía en la Escuela. En aquel año de 1848, las revueltas protagonizadas por los alumnos de los últimos cursos conllevaron la dimisión de Subercase y, tras él, en un gesto de solidaridad con el director del centro, la presentada por la amplia mayoría de los profesores del claustro, entre los que se encontraba Ramón Echevarría.
En 1850 figuraba ya en la Junta consultiva como ingeniero agregado a la Dirección General de Obras Públicas y Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. En 1854 era nombrado director general de Correos y, a finales de agosto de 1856, siendo ingeniero jefe de 1.ª clase, ascendía a jefe del distrito de Madrid del servicio de Obras Públicas. Sucedió en 1857 a Cipriano Segundo Montesinos en la Dirección General de Obras Públicas de aquel Ministerio de Fomento que presidió Claudio Moyano. Correspondió a dicho Ministerio la redacción de la Ley de 22 de julio de 1857, mal interpretada y duramente combatida por algunos sectores, ley que aún dos años más tarde no había salido a la luz pública en espera de modificaciones. Aportaba como novedades la clasificación de carreteras en vías de servicio público y particular, fijándose las reglas para la construcción de estas últimas, la exigencia de realizar estudios de anteproyecto, así como la necesidad de llevar a cabo un plan general de comunicaciones. Las funciones de Ramón Echevarría en la Dirección General de Obras Públicas le llevaron a asumir la Presidencia de la Junta Consultiva en ausencia del Ministro de Fomento.
A partir de 1858 fue en ascenso su proyección dentro del Cuerpo de Ingenieros, llegando en 1873 a ser presidente de sección. Fue asimismo individuo de la sección de industria del Real Consejo de Agricultura, Industria y Comercio desde 1855, institución que contó con sus servicios hasta finales de la década de los años sesenta. Su profesión le llevó a participar en diversas comisiones desarrolladas en el extranjero. Fue encargado, junto a Luciano del Valle y Andrés Mendizábal, de dar cuenta de las novedades técnicas del ramo de Obras Públicas presentadas en la Exposición de París de 1855, elaborando un voluminoso informe que, bajo el título de Apuntes, remitieron a la Dirección General. En 1862 viajó a Londres con objeto de indagar sobre las innovaciones correspondientes a dicho sector. Tomó parte también en la constitución del Instituto de Ingenieros Civiles, que reunió a numerosos técnicos españoles. El proyecto se vería cuajado sólida y definitivamente en 1905. Fue miembro de la Asociación para la Reforma de los Aranceles, de la que fue vocal en su primera junta directiva. Contaron con sus colaboraciones el Boletín Oficial del Ministerio de Fomento, Instrucción y Obras Públicas, La España, La Época y La Tribuna de los Economistas.
Compaginó su carrera profesional con la política.
Desempeñó el cargo de diputado a Cortes por Ávila en 1853 y en 1857. En esta última legislatura desplegó una intensa actividad parlamentaria, centrando sus miras en el proyecto de ley de carreteras. En la legislatura de 1864 representó al distrito vizcaíno de Guernica en el Congreso. Su intervención más destacada fue con motivo del debate del proyecto de ley sobre ratificación del tratado de límites entre España y Portugal.
Ramón Echevarría fue defensor de postulados proclives a la liberalización económica, al progreso y a la modernización mediante el impulso de las Obras Públicas y Comunicaciones en una España atrasada frente al resto de las naciones europeas y americanas, así como a la apertura y al estrechamiento de relaciones con los países vecinos. Tras la revolución de 1868, derivó hacia el conservadurismo, decantándose por una línea moderada, más próxima a los conservadores de Cánovas del Castillo.
Obras de ~: Apuntes sobre los objetos correspondientes al ramo de obras públicas presentados en la Exposición Universal de París (1855), por D. Lucio del Valle, D. Ramón Echevarría y D. Andrés de Mendizábal; Ferrocarril de los Alduides. Consideraciones sobre el origen, historia, trazado y demás circunstancias del ferrocarril de los Alduides. Artículos publicados en la España de los días 21, 23, 25, 26, 27 y 28 de Febrero por [...], Madrid, José M.ª Ducazcal, 1862.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie Documentación Electoral, 32 n.os 20, 39 n.os 5, 52 n.º 15.
B. A. Ramírez, Diccionario de bibliografía agronómica y de toda clase de escritos relacionados con la agricultura, Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1865; M. Ossorio y Bernard, Ensayo de un catálogo de Periodistas españoles del siglo xix, Madrid, Imprenta y Litografía de J. Palacios, 1903; F. Sáenz Ridruejo, Ingenieros de Caminos del siglo xix, Madrid, Editorial AC, 1990; J. Aguirreazkuenaga, S. Serrano, J. R. Urquijo y M. Urquijo, Diccionario Biográfico de los Parlamentarios de Vasconia (1808-1876), Vitoria-Gasteiz, Parlamento Vasco, 1993.
Susana Serrano Abad