Ibáñez, José. José de la Consolación. Villafeliche (Zaragoza), 2.IX.1769 – Luceni (Zaragoza), 9.XII.1809.
Agustino recoleto, predicador y miembro de la Junta Suprema de Gobierno.
Nacido en una familia de muy humilde condición, hubo de trabajar desde niño; su patrón le ayudó en sus propósitos de ser religioso.
No consiguió ingresar en los carmelitas descalzos, pero pudo tomar el hábito de agustino recoleto el 1 de junio de 1788 en el convento del Portillo en Zaragoza, concluyendo sus estudios en el colegio de San Nicolás de Tolentino (Zaragoza), llamado de los “Agustinicos”, y en el de Calatayud. Ordenado sacerdote, a mediados de 1796, se le destinó al convento del Portillo, donde se le daba el sobrenombre de el Santo. De vida ejemplar, pasaba las mañanas en el confesionario, dedicando las tardes a la predicación, visita de enfermos y obras de misericordia, siempre sometido a mortificaciones y ceñido de cilicio, siendo tan popular como estimado por el vecindario, según testimonios del padre Ramón Cadena, racionero y penitenciario del Pilar, mereciendo gran afecto del padre Santander, obispo auxiliar de Zaragoza.
Al comenzar la Guerra de la Independencia, contribuyó en mucho a la heroica defensa de la ciudad. Se le atribuye la iniciativa del juramento que el 26 de junio de 1808 hicieron los defensores ante el estandarte de la Virgen del Pilar, de luchar hasta morir por la religión y la patria. Gravemente enfermo, el general José de Palafox, formó el sábado, 18 de febrero de 1809, una Junta Suprema de Gobierno, siendo el padre Consolación uno de sus treinta y cuatro miembros.
Caída la ciudad, por la supuesta protección del obispo Santander, no sufrió la suerte de los padres Basilio Boggiano y Santiago Sans (también miembros de la Junta), pasados por las armas. Los franceses le enviaron a Jaca para convencer a sus defensores de que se rindiesen. Cabe aquí cuestionarse si el padre Consolación colaboró de alguna manera con éstos, si fue idea de algún afrancesado para indisponerle con el pueblo, lo que no consiguió, o más bien idea de los que pensaban que su llegada a esta plaza serviría para extremar la resistencia. En todo caso, al llegar a la villa de Eyerbe se enteró de la muy poco honrosa caída de tan estratégica fortaleza. Desde entonces circuló la primera de estas tres especies; así lo creyeron diversos historiadores, si bien los hechos y testimonios se encargaron de demostrar lo contrario.
De nuevo en Zaragoza, fue destinado a la sección de hospitales y a la parroquia del Pilar, menesteres que, según el padre Cadena, desempeñó “con superior celo y cuidado de las almas”. No tardó en hacerse sospechoso por lo mucho que perjudicaba la causa francesa en el confesionario, negándose repetidas veces a tomar el traje del clero secular, resistiendo las presiones que en tal sentido le hicieron. Finalmente, fue encerrado en el castillo de la Aljafería, el 30 de noviembre de 1809. El 7 de diciembre se le llevó a Francia, junto con otros sacerdotes. Dos días después —sobre las dos de la tarde— cerca de Luceni, en el lugar conocido como “La Ganaleta”, fue apartado del grupo, fusilado y arrojado al Canal Imperial, permaneciendo allí su cadáver hasta su hallazgo el 5 de febrero de 1816.
Sus restos fueron a parar a la sacristía de la parroquia de Luceni, y trasladados a Zaragoza el lunes 19 de agosto e inhumados en San Nicolás de Tolentino, hoy desaparecido, cuatro días después. Actualmente queda en Zaragoza una casa que conserva señales de los combates en su fachada (calle Doctor Palomares, esquina con la del Pozo); en una placa adosada se menciona al padre José de la Consolación.
Fuentes y bibl.: Informaciones aportadas por Francisco Javier Pastor Muñoz, arqueólogo (Madrid); Instituto de Estudios Altoaragoneses, Fundación Joaquín Costa (Huesca); Colegio San Agustín, Agustinos Recoletos (Valladolid).
M. Carceller, El Padre Consolación héroe de Zaragoza, Mártir de la Patria y Santo, Zaragoza, Diputación Provincial, 1967; “Recoletos”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, págs. 2051-2056; http://www.asociacionlossitios.com/joseconsolacion.
htm; http://usuarios.lycos.es/asociacionlossitios/ doctorpalomar:htm.
Fernando Gómez del Val