Ruiz de Apodaca y Eliza, Vicente. Cádiz, 1754 – Ferrol (La Coruña), 1808. Intendente de Marina.
Nacido en el seno de una familia de rancia tradición marinera, pues era hijo de Tomás Ruiz de Apodaca y López de Letona y de Eusebia de Eliza y Lasquetti. Ingresó muy joven como cadete del Regimiento de Infantería de Zamora, en 1770, donde estudió Matemáticas y pasó un examen público en Madrid.
En 1774 fue nombrado ya alférez de fragata de la Real Armada y al año siguiente era ayudante del arsenal militar de la Carraca, en Cádiz. Embarcado en el navío San Francisco de Paula, se encontró en la expedición contra Argel del día 8 de julio de 1775, asistiendo al desembarco y reembarco de tropas mandando un bote. En 1778 era ya teniente de fragata y como tal comenzó la nueva guerra contra Inglaterra en 1779.
Durante esta contienda, y hasta 1783 en que concluyó, sirvió en multitud de empleos y tuvo un ascenso a teniente de navío en 1781, llegando a ser nombrado en enero de 1783 jefe de la II Brigada de Artillería de Marina. En estos años estuvo embarcado en los navíos Poderoso, España, San Luis, Miño, Santísima Trinidad y Concepción, y llegó a mandar la balandra Bizarra y las fragatas de guerra Colón y Santa Balvina. Hizo el corso en los tres departamentos marítimos de España —Cartagena, Cádiz y Ferrol—, y siendo ayudante mayor de la escuadra combinada asistió al socorro de las baterías flotantes que batieron la plaza de Gibraltar el 14 de septiembre de 1782. El 20 de octubre, estando embarcado en el Santísima Trinidad, estuvo en el combate naval contra el almirante inglés Howe al oeste de Cádiz, permaneciendo en todo momento junto al jefe de la Armada, Luis de Córdoba.
Como comandante de buques, y al mando de la fragata Colón, realizó innumerables operaciones de corso por el Mediterráneo, conduciendo convoyes y protegiendo en comercio contra los argelinos. Con el mando de la fragata Santa Balvina condujo desde Cádiz hasta Cartagena de Indias, junto con el navío Astuto, a diversos buques de transporte que llevaban al Regimiento de la Princesa, y al regreso, convoyó al Regimiento de la Corona. En todos estos destinos se granjeó la administración y respeto de sus superiores, lo que le ayudó eficazmente en su carrera posterior.
Hacia mediados de la década de 1780 contrajo matrimonio con Antonia Paula Beranger García-Orbaneja, descendiente de militares y hermana del marino Francisco Beranger García-Orbaneja. De esta unión nacieron tres mujeres y dos varones, José y Rafael Ruiz de Apodaca Beranger, que, como su progenitor, siguieron la carrera de las armas.
En 1788 trabajó como oficial de la Secretaría de Marina, pero este empleo en Madrid no era muy acorde con su personalidad, de manera que influyó para ser destinado nuevamente a empleos marítimos. Es así como en 1793 logró el empleo de comisario ordenador de Marina y ministro principal de la provincia de Guipúzcoa, habiendo logrado justo el año antes el ascenso a capitán de fragata. El 11 de noviembre de 1793 alcanzó el escalafón de juez de arribadas de Indias. Sus conexiones políticas y su excelente labor en todos sus anteriores destinos, le valieron el nombramiento de ministro principal de la Cabada, justo cuando estalló la guerra con Francia en 1794, y se vio obligado a emigrar debido a la invasión, no sin antes salvar los papeles importantes y más de un millón de reales. En este empleo político y administrativo más que militar sobresalió especialmente al lograr un gran fomento en las materias que tenían relación directa con la Marina: fomento de la plantación de árboles, preparación de terrenos como viveros, ahorros de la Real Hacienda, etc.
Llevó a buen término varias contratas para abastecer a la Armada de anclas, carbón vegetal y piedra, al tiempo que acopió hierro llevando operarios desde Guipúzcoa. Sus labores fueron tan positivas que en septiembre de 1795 fue nombrado intendente graduado de Marina. La fábrica de La Cabada tuvo bajo su gobierno un fomento y empuje espectacular, debiéndose a su buena dirección el que la Armada dispusiera siempre de buenos materiales en la época inmediatamente posterior a acabada la guerra con Francia, en 1796. Se dedicó también a controlar el contrabando y al cuidado del Juzgado de Arribadas de su zona marítima en una época en que llegaban bastantes navíos a los puertos del norte peninsular.
Su máxima aspiración, que era la de la intendencia de Cádiz, no pudo lograrla en 1801 pese a quedarse vacante, ya que el puesto le fue ofrecido a Francisco García de Espinosa. Entonces se le destinó a la Intendencia de Ferrol por Real Orden de 22 de noviembre de 1802, siendo en ese instante el intendente de Marina más antiguo de la carrera militar.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Ultramar, 150, n. 61.
L. Navarro García, Las reformas borbónicas en América el plan de intendencias y su aplicación, Sevilla, Universidad, 1995; E. Orduña Rebollo, Intendentes e intendencias, Madrid, Ediciones Tres Américas, 1997.
José Manuel Serrano Álvarez