Díaz de Ortega y López de Seneca, Ramón. Burgos, 17.X.1770 – Sevilla, 10.X.1833. Mariscal de campo, caballero de la Orden de Santiago, caballero de la Orden de San Fernando, intendente provisional de Puebla (México).
Era hijo de Felipe Díaz de Ortega y de Bustillo, intendente de Nueva Vizcaya (1786-1791) y de Valladolid de Michoacán (1792-1808), en el virreinato de Nueva España, caballero de la Orden de Carlos III, y de María Tomasa López de Séneca y Ruiz de Porras.
En 1780, ingresó en el ejército como subteniente de bandera en el Regimiento Provincial de Burgos. Desarrolló una destacada trayectoria militar, que le llevaría a ser uno de los principales jefes del ejército realista durante los primeros años de la Guerra de Independencia de México. En 1805 se trasladó a Nueva España como teniente coronel del Real Cuerpo de Artillería y comandante de la Brigada de México. En octubre de 1810, fue nombrado cuartel maestre general del Ejército de Operaciones del Centro, cargo que desempeñó al mismo tiempo que la comandancia general de artillería del propio ejército hasta que éste se disolvió en México el 16 de mayo de 1812. Por Real Despacho de 6 de febrero de 1812 fue nombrado brigadier. Durante este período, participó en distintas acciones de guerra, que en la mayoría de los casos se saldaron con una victoria realista: batalla de Aculco (7 de noviembre de 1810), ataque y toma de la Ciudad de Guanajuato (26 de noviembre de 1810), batalla de Puente Calderón (17 de enero de 1811), ataque y toma de la villa de San Juan Zitácuaro (2 de enero de 1812) y sitio de Cuautla de Amilpas (febrero-mayo 1812). Por los méritos contraídos fue felicitado públicamente en numerosas ocasiones por su superior el brigadier don Félix Calleja, entonces comandante en jefe del ejército de operación contra los insurgentes de tierra adentro y futuro virrey de Nueva España. Especialmente destacada fue su participación en la batalla de Puente de Calderón, por la que, el 16 de diciembre de 1819, le fue concedida la cruz de 1.ª clase de Orden de San Fernando, tras haber sido propuesto previamente por el general Calleja “por haber ejecutado con valor y pericia la orden de adelantarse algunos pasos de nuestra línea con diez piezas de batalla, haciendo un vivo fuego en distintas direcciones con objeto de hacer menos certero el del cañón enemigo, y de dar lugar a que se retirasen las tropas de diferentes armas para romper el movimiento de un ataque general y simultáneo a que, en último recurso, obligaban las circunstancias, con el que se ganó una acción que por el espacio de siete horas había tenido ventajas el enemigo, inmensamente superior en fuerzas”.
El 2 de octubre de 1813, fue nombrado comandante general en 2º del Ejército del Sur. Al mismo tiempo, sirvió interinamente la Intendencia y Gobierno Militar y Político de la Provincia de Puebla, desde el 20 de enero de 1814 hasta el 9 de septiembre del mismo año, que por el deplorable estado de su salud fueron admitidas sus repetidas renuncias, volviendo a España. Mandando en jefe el Ejército del Sur en Nueva España, hizo entre otros servicios los de reconquistar la provincia de Oaxaca después de haber obligado a las fuerzas de los rebeldes a abandonar la de Puebla que encontró invadida, y estableció en las dos provincias el mejor orden y organización que permitieron las circunstancias. A su regreso a la Península, desempeñó distintos empleos, hasta que, en octubre de 1823, fue ascendido a mariscal de campo. Por su carrera militar recibió, además de la cruz de San Fernando, la gran cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la de 1.ª clase de fidelidad y el escudo de distinción del Ejército de Operaciones de Nueva España por las batallas de Aculco y Calderón y toma de Guanajato. En 1792, ingresó como caballero en la Orden de Santiago.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones, sin tener descendencia de dichas uniones. En primeras nupcias, casó en México con María Dolores Heras-Soto y Daudeville, hija de Sebastián de Heras-Soto, a quien, en 1811, Fernando VII le concedería el Condado de Heras-Soto, y de Mariana Daudeville. Tras enviudar, casó con María de los Dolores Loresecha e Hijosa, hija de Juan Loresecha, natural de Madrid, del Consejo de S.M. y Oidor de la Audiencia de La Coruña, y de Gala Hijosa, así como hermana de Joaquín de Loresecha e Hijosa, brigadier general de infantería, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, caballero laureado de San Fernando en 1838 y 1er Marqués de Hijosa de Álava en 1847. Ramón Díaz de Ortega falleció en Sevilla en 1833.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Sección 1ª, leg. D-690 y Sección 1ª, División 3ª, leg. 264; Archivo General de Palacio, Registros núm. 332, Despachos que vinieron a la firma del Rey, f. 580v y Registro de 16 de diciembre de 1819; Archivo Histórico Nacional, OM-EXPEDIENTILLOS, N.8545, 1791 y OM-EXPEDIENTILLOS, N.18439, 1792; Gaceta de México, n.º 137, de 20/11/1810, págs. 967 y 971; n.º 153, de 17/12/1810, págs. 1.060-1.061; n.º 180; de 08/02/1812, págs. 141-142.
Detall (sic) de la acción gloriosa de las tropas del rey en el Puente de Calderón con los extractos y relaciones generales deducidos de los partes que remitieron los gefes de infantería, caballería y artillería, al señor General en gefe brigadier Don Félix Calleja, México, Impreso en casa de Arizpe, 1811, págs. 14 y 34-35; D. Huidobro Sanz, Un linaje hidalgo del norte de Burgos: los Arce-Bustillo-Gallo, de la Edad Media a la Contemporánea, Madrid, Sanz y Torres, 2024, págs. 166-181; D. Huidobro Sanz, “Los Díaz de Ortega: un linaje burgalés de hidalgos y caballeros”, en Hidalguía: la revista de genealogía, nobleza y armas, 361 (2013), págs. 755-802.
David Huidobro Sanz