Molina, Pedro Antonio de. Orihuela (Alicante), c. 1752 – Lima (Perú), III.1817. Militar, brigadier del Ejército y director subinspector de ingenieros.
Ingresó como “soldado distinguido” en el Regimiento de Infantería de Toledo el 19 de julio de 1766, sirviendo en la guarnición de la Coruña, hasta principios de 1769 en que marchaba con su unidad a Puerto Rico. Fue nombrado cadete el 19 de julio de 1772, pasando como tal a Barcelona, donde estudiaba en la Real Academia de Matemáticas establecida en dicha plaza. Terminados sus estudios con aprovechamiento, obtuvo el ingreso en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército como subteniente el 4 de noviembre de 1776, siendo destinado a la dirección del Cuerpo en Valencia.
Dos años más tarde de ser promovido a teniente e ingeniero extraordinario, el 22 de julio de 1782 pasó a servir a la plaza de Orán, desde donde pasaba al virreinato de Perú el 8 de octubre de 1787. Se desempeñó como comandante del cuerpo de ingenieros del Perú. En 1793 se le encomendó el diseño y el presupuesto para la reedificación de las torres de la Catedral de Lima, que fue remitido a Madrid, pero finalmente su ejecución no sería aprobada por la Comisión de Arquitectura de la Real Academia de San Fernando, “vistos los defectos de mala forma y proporción que demostraba dicho proyecto en el todo y el desgraciado gusto que dominaba en las partes de él”. Sin embargo, el virrey había enviado en 1794 un presupuesto y dibujo, dando cuenta de que se había “procedido a la composición de las basas en que actualmente se está trabajando, y que se ha formado por el Yngeniero D. Pedro Molina el modelo y presupuesto”. El presupuesto del ingeniero Molina especifica el “cálculo prudencial del costo” que ascendía a 81.782 pesos.
Sucesivamente alcanzó los empleos de: capitán e ingeniero ordinario el 27 de octubre de 1790; teniente coronel e ingeniero en 2.ª el 26 de mayo de 1798; coronel en 1808 y el de brigadier el 25 de agosto de 1811. Finalmente, con fecha de 13 de marzo de 1815, se le nombraba director subinspector del Cuerpo de Ingenieros.
Su obra más importante es la desaparecida Portada de Maravillas, inspirada lejanamente por la madrileña Puerta de Alcalá. Se levantaba en las cercanías del nuevo cementerio general de Lima y fue terminada el 2 de julio de 1808, un mes después de concluido el panteón. Por entonces el virrey Abascal no dejó de cuestionar el excesivo gasto de más de 10.000 pesos que había demandado su construcción, dejando sentado su desacuerdo por lo que consideraba como una “mole y ostentación innecesaria”. La monumental portada de Maravillas fue levantada con el fin de dar ornato al camino que unía a la ciudad con el Cementerio General. En el tímpano se observaba un león con una cruz, alegoría de España llevando a América la religión que “establece y defiende por medio del sable de la conquista.
Otro de sus trabajos importantes, fue la Descripción de los caminos y terreno circundante en las inmediaciones de Lima, que detallaba los siguientes: Camino desde el puerto de Ancón a Lima. Era transitable en todo tiempo siendo su piso de arena muerta, excepto algunos tramos con una distancia de 3 y ½ leguas; Caminos por las playas del Marqués y Oquendo; Camino real nuevo desde el Callao a Lima. “Este camino está construido en terraplén con revestimientos de mampostería, y tiene alguna elevación sobre la campaña, según es diversa la altura de los muros, pues en algunos parages llegan a dos varas dominándola a proporción; La anchura es de 20 varas y pr. estas circunstancias proporcionan un tránsito cómodo”; Camino Rl. de Callao a Magdalena y Lima; Camino Rl. de Portada de Guadalupe a Miraflores y Chorrillo; Camino Rl. de Portada de los Betlemitas; y Camino Rl. de Portada a Maravillas.
El informe estaba firmado en Lima, siendo de notar la importancia que tuvo la portada anteriormente relacionada como origen de las comunicaciones que concurrían en la capital virreinal.
El trabajo de Molina en la plaza del Callao se refleja en un plano de 17 de marzo de 1790, de “Una porción de playa del Callao…con el nuevo proyecto de muelle para su conclusión”. En él se indica “para su conclusión” modificaciones para asegurar la obra contra los temporales “más serios”, y que haya “tranquilidad en su andén para el embarque y desembarco de mercancías”. También se reseña la punta del espigón, diciendo: “Proyecto mejorado atendiendo a la devilidad de los anteriores presentados, pues ha manifestado la experiencia ser necesario presentar a los embates del mar un ángulo para disminuir su impulso”. Respecto al espigón junto al muro antiguo, dice que fue construido en 1778.
Y, por último, un nuevo plano de 1793, donde “se manifiesta el proyecto del muelle en parte construido en el Puerto del Callao”, va sin firma, pero tiene todas las características de los anteriores, con espigón largo para aguada. Asimismo, la zona central y extrema se marca como “porción de muelle que debe continuarse con su enlosado”. Quizás la marcha del virrey Croix en 1790 influyó decisivamente en la paralización del citado muelle en el puerto del Callao, a pesar de que su sucesor fuera el almirante Gil de Taboada. Otros trabajos de Molina fueron, en 1794, la catedral de Lima y un informe, Descripción militar del terreno de las inmediaciones de Lima, de 1809.
Obras de ~: Portada de Maravillas, Lima, 1808 (desapar.); Descripción militar del terreno de las inmediaciones de Lima, septiembre de 1809.
Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1797-1817; M. de Mendiburu, Diccionario histórico biográfico del Perú, t. VII, Lima, Librería e Imprenta Gil, 1934; R. Vargas Ugarte, Ensayo de un diccionario de artífices de la América Meridional, Burgos, Imprenta de Aldecoa, 1968; R. Gutiérrez y C. Esteras, Arquitectura y fortificación. De la Ilustración a la independencia americana, Madrid, Ediciones Tuero, 1993; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. E. Wuffarden, “Avatares del bello ideal. Modernismo clasicista versus tradiciones barrocas en Lima, 1750-1825”, en Visión y Símbolos: del Virreinato criollo a la República peruana, Lima, Banco de Crédito del Perú, 2006; R. Kusunoki Rodríguez, “Entre Roma clásica y Jerusalén santa: utopías urbanas en Lima ilustrada (1790-1815)”, en Cultura visual y revolución: Hispanoamérica 1808-1830, Lima, Museo de Arte de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2010; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012.
Luis Eduardo Wuffarden y Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
