Castro y Nero, Pedro de. Ampudia (Palencia), 1541 – Segovia, 28.X.1611. Teólogo, canónigo, obispo de Lugo y Segovia, arzobispo de Valencia (no tomó posesión).
Nació en 1541 en Ampudia, importante población en aquellos tiempos de la diócesis de Palencia. Estudió artes y teología en la universidad de Alcalá de Henares. En la universidad de Salamanca, siendo colegial del colegio de Cuenca, se graduó en teología y ejerció la docencia como catedrático de esta materia.
Fue canónigo magistral de la catedral de Ávila y posteriormente pasó como canónigo a la catedral primada de Toledo.
Presentado por el rey Felipe III, fue nombrado por el papa Clemente VIII el 17 de febrero de 1599 obispo de Lugo. Recibió la ordenación episcopal el 18 de julio inmediato.
En Lugo mantuvo la línea de su predecesor Lorenzo de Asensio de Otaduy y Avendaño (1591-1599).
Hizo la visita pastoral a todas las parroquias de la diócesis; celebró Sínodo diocesano en 1601; los estatutos del cabildo catedralicio que había aprobado el obispo Fernando de Velosillo (1567-1587) en 1568, los reelaboró, haciéndolos nuevos; dotó la Capilla de Música de la catedral, que se interrumpió en este caso por su promoción a Segovia. A instancias del rey Felipe III, fue nombrado por el papa Clemente VIII el 13 de agosto de 1603 obispo de Segovia. Tomó posesión de la diócesis el 28 de septiembre de 1603.
El Concilio de Trento había dispuesto que anualmente se celebrase Sínodo para aplicar las disposiciones conciliares en las diócesis. El obispo Martín Pérez de Ayala (1560-1564) no lo pudo convocar por su pronto traslado a Valencia, no más llegado de Trento. Su sucesor Diego de Covarrubias (1564-1577) parece que celebró sínodo, ya que el obispo Andrés Cabrera y Bobadilla (1582-1586) hace alusión al mismo celebrado en 1566.
Andrés Pacheco (1587-1601) en su relación ad limina que envía a Roma afirma que ha celebrado Sínodo, aunque no hay constancia.
Pedro de Castro reunió sínodo el 13 de noviembre de 1605 en la sala capitular de la catedral y se decretaron algunos puntos que se echaban de menos en los sínodos de Cabrera y Pacheco, pero los procuradores de la ciudad y del obispado apelaron contra los mandatos y parece que no se aplicaron.
No obstante, el prelado afirmó en 1607 que en todo el obispado se guardaba el derecho canónico y el Concilio de Trento y, en general, no parecía que hubiese cosa que reformar en él “porque el obispo por su persona anda visitando el más tiempo del año y el visitador nunca cesa de visitar y avisar lo que conviene reformar”.
El obispo Martín Pérez de Ayala dejó asentadas las bases del futuro seminario en un colegio de doctrinos, en que recogía niños pobres y se les enseñaba el catecismo, pero tras su traslado a Valencia, quedó como un simple proyecto.
El 8 de noviembre de 1608 el monarca urgió al obispo de Segovia que diese cumplimiento al mandato tridentino y Pedro de Castro inició los trámites pertinentes. Se nombraron unos comisionados y se procedió a la erección del seminario, que se instaló el 22 de diciembre de 1609 en unas casas de la canonjía nueva “arrinconada al atrio y al cementerio de la iglesia parroquial de San Andrés, que ha parecido el lugar más conveniente para ello”. En los estatutos que se hicieron para su gobierno se disponía que el número de alumnos no superase los veinticuatro, con unas normas que se tenían que tener en cuenta. A la muerte de Pedro de Castro, acaecida el 28 de octubre de 1611, por falta de financiación se paralizó el proyecto.
Los jesuitas llegaron a Segovia el 20 de febrero de 1559. Levantaron un buen edificio para colegio con magnífica iglesia de estilo jesuítico. Terminó de construirse en 1606, a la que trasladó solemnemente ese año el Santísimo Sacramento el obispo Pedro de Castro.
Vacante la sede episcopal de Valencia por fallecimiento de su arzobispo san Juan de Ribera el 6 de enero de 1611, el rey Felipe III propuso como sucesor suyo a Pedro de Castro y Nero, que fue confirmado por el papa Paulo V el 12 de septiembre de 1611.
Unos días después, el 28 de octubre, fallecía, según algunos historiadores, en la misma Segovia; según otros, en Alcalá de Henares, camino ya de Valencia.
Por no haber tomado posesión de la diócesis no figura en el catálogo de los prelados valencianos.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Catedral de Valencia; J. Pahoner, Recopilación de especies perdidas pertenecientes a esta Santa Iglesia Catedral y sus dependencias, donde se hallan anotadas o continuadas varias Constituciones, Ordenaciones, Deliberaciones, Privilegios, Bulas, Providencias, Estatutos y diferentes ejemplares del caso, I. 59 v.; XIII, pág. 332.
P. Gauchat, Hierarchia catholica medii et recentioris aevi, vol. IV (1502-1667), Monasterio, 1935 (Padova, Tipografía Il Mensaggero di San Antonio, 1967, págs. 224, 310 y 357); E. Olmos Canalda, Los Prelados Valentinos, Valencia, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1949, págs. 102-103; J. García Hernando, “El Seminario Conciliar de Segovia. Antecedentes históricos”, en Estudios Segovianos, 11 (1959), págs. 5-239; A. Llin Cháfer, Arzobispos y obispos de Valencia, Valencia, Arzobispado, Medios de comunicación social, 1996, pág. 115; A. García García-Estévez, “Episcopologio de la diócesis de Segovia desde sus orígenes hasta nuestros días”, en Estudios Segovianos, 40 (1997), págs. 185-346; O. Rey Castelao, La diócesis de Lugo en la época moderna: Historia de las diócesis españolas, Lugo, Mondoñedo, Ferrol, Orense, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 2002, págs. 95-165; M. Barrio Gozalo, La Iglesia de Segovia: Historia de las diócesis españolas, Palencia, Valladolid, Segovia, Teófanes Egido (coord.), Madrid, BAC, 2004, págs. 379-603.
Arturo Llin Cháfer