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Luis de Chaves Álvarez de Escobar

Biografía

Chaves Álvarez de Escobar, Luis de. Trujillo (Cáceres), p. t. s. XV – 1492. Regidor de Trujillo.

El 2 de octubre de 1470, desde Dueñas, la entonces princesa Isabel escribía a un regidor de Trujillo dándole cuenta de su parto: “[...] lo qual por la confianza que vos tengo que deseais mi servicio e prosperidad, acordé de vos facer saber como es razón [...] porque soy bien cierta que avreís dello placer”. Sólo unos años antes, el 3 de abril de 1465, el también entonces príncipe Alfonso, hermano de la anterior, desde su Corte de Plasencia, llamaba con premura a un vecino de Trujillo: “Yo vos ruego e mando, si placer y servicio me deseais facer, todas cosas dejadas vos partais luego, y vos vengais para mí, en lo qual me fareis mucho placer y servicio [...] esto vos ruego que fagades por mi Amor [...]”.

El hombre al que los dos reyes, Alfonso XII (1465- 1468) e Isabel I, se dirigían de forma tan íntima era, sin llegar a ostentar ningún título nobiliario de primera categoría, uno de los personajes más relevantes de las tierras extremeñas y particularmente de Trujillo; Trujillo, el sueño de los poderosos Stúñiga y, después, de los no menos ambiciosos Pacheco. Ya el rey Juan II le había concedido, sin éxito, al primer conde de Plasencia, el señorío de Trujillo, un verdadero quebradero de cabeza para Diego y sus herederos al negarse sistemáticamente sus habitantes a pasar de realengo a señorío. Fue una espina clavada en el corazón del linaje, que nunca consiguió que Trujillo formara parte de su patrimonio. A punto estuvo de lograrlo el poderoso valido de Enrique IV, Juan Pacheco, marqués de Villena, pero se le escapó sólo unos días antes de morir. Curiosamente, Trujillo está más vinculado a Luis de Chaves que a ningún otro aunque, teóricamente, sólo era un regidor.

Luis de Chaves era miembro del patriciado urbano y su linaje procedía de la vecina Portugal. De allí la familia Chaves pasó a Ciudad Real y apoyó inicialmente a Pedro I en la guerra fratricida con el futuro Enrique II. Este último ataca Ciudad Real y los Chaves se ven obligados a volver a Portugal, tras haber perdido todos sus bienes. Con el tiempo regresarán conservando sólo parte de lo perdido. Los abuelos de Luis eran Nuño de García de Chaves, casado con Marina Alfonso de Orellana —del linaje Altamira—. Sus padres eran Juan de Chaves y Mayor Álvarez de Escobar.

Luis de Chaves se casó con María de Sotomayor, hija bastarda del maestre de Alcántara Gutiérrez de Sotomayor. Cuando su suegro muere en 1453, deja a su hija 40.000 maravedís y a Luis, mil ovejas.

Pocos son los datos que se tienen de Chaves durante los años de la dualidad monárquica y guerra civil en Castilla (1465-1468). Es probable, como parece desprenderse de la carta ya citada, que el rey Alfonso intentara atraerlo para su causa, o mejor, los ambiciosos nobles que le rodeaban. Pero es aún más probable que el regidor —que posiblemente detestara a Pacheco y a sus parientes tan cercanos a las tierras de Chaves— se intentara mantener al margen. Sí está documentado que, en 1466, participó en la toma de Cáceres que mantuvo bajo la obediencia de Enrique IV. Este Monarca le mandó recibir por señora de Trujillo a su hermana la infanta Isabel —de la que más tarde fue un ferviente defensor— el 20 de febrero de 1466. Sólo unos días más tarde, la reina Juana recomendaba el pago de ciertos maravedís de juro que el Rey, su marido, tenía concedidos a la infanta Doña Isabel sobre las rentas de Trujillo.

Fue ya durante la guerra civil entre Isabel y Juana, cuando Luis Chaves hizo su máximo esfuerzo para mantener Trujillo para la Corona, consiguiendo que los vecinos se alzaran en favor de los Reyes Católicos tras seis años de cerco. La situación fue extraordinariamente dura: Chaves, apoyado por los Monroy, queda como gobernador y, ante un nuevo ataque, hubo de refugiarse en su casa fuerte. Desde allí, abortó cualquier intento de hacerse con la ciudad por parte de los partidarios del rey de Portugal. Los propios reyes se hospedaron alguna temporada en su casa-palacio entre los años 1477 y 1479. También le concedieron 30.000 maravedís de rentas en las alcabalas de Trujillo, así como veinte excusados francos. No era para menos; dos hijos de Luis, Nuño, denominado el Tuerto, y Martín, habían muerto durante el asedio de la ciudad en 1477. Más adelante, ya en la guerra de Granada, el tercer hijo, Francisco, falleció en la toma de Málaga.

Chaves vio morir, pues, a tres de sus hijos en defensa de los Reyes Católicos. Probablemente por eso, los reyes pasaron por alto algunas de las actuaciones oscuras de Chaves en sus diferentes enfrentamientos, particularmente en el gobierno municipal. Poseía la mitad de los cargos del gobierno de la ciudad y hubo quejas de otros linajes —Bejaranos y Añascos—, si bien hasta el procedimiento de la insaculación no se resolvió la forma de elegir los cargos. Su hijo Diego heredó el regimiento en 1491, convirtiéndose en cabeza del linaje y del bando Sotomayor-Altamira.

Y es que, aparte de estar vinculada a las luchas del reino, la vida de Luis de Chaves transcurrió entre querellas locales y regionales, esto es, inmersa en la lucha de bandos entre los Altamira y los Bejarano o el enfrentamiento de los maestres de Alcántara, Alfonso Gómez de Solís y Alonso de Monroy, este último primo hermano de su mujer. En 1480, Chaves participaba, junto al clavero, en la toma de la villa de Alcántara.

Luis de Chaves murió en 1492 —diez años antes había otorgado testamento— y está enterrado en sepulcro junto con su mujer, en el convento de la Encarnación de Trujillo. Tras la muerte de tres de sus hijos, quedaban otros cinco más: Diego, Alonso y Gutierre de Sotomayor, y sus hijas María y Juana. El mayorazgo hecho en Francisco, al morir en la toma de Málaga, fue cambiado para su nieto Juan. Los Chaves siguieron siendo un linaje preclaro del patriciado urbano durante siglos.

 

Bibl.: Real Academia de la Historia, Memorias de Enrique IV de Castilla, vol. II, Madrid, 1913; D. Enríquez del Castillo, Crónica del rey Don Enrique, cuarto de este nombre por su capellán y cronista, Madrid, Atlas, 1953 (Biblioteca de Autores Españoles); A. de Palencia, Crónica de Enrique IV, introd. de A. Paz y Meliá, Madrid, Atlas, 1973 (Biblioteca de Autores Españoles); C. Fernández-Daza Alvear, “Linajes trujillanos y cargos concejiles en el siglo XV”, en E. Sáez, C. Segura Graiño y M. Cantero Montenegro (coords.), La Ciudad Hispánica durante los siglos XIII al XVI (actas del coloquio celebrado en La Rábida y Sevilla del 14 al 19 de septiembre de 1981), Madrid, Universidad Complutense, 1985, págs. 419- 433; C. Fernández-Daza Alvear, “Linajes trujillanos y cargos concejiles en el siglo XV”, en La ciudad hispánica durante los siglos XIII al XVI, vol. I, Madrid, Universidad Complutense, 1985, págs. 419-432; C. Fernández-Daza Alvear, “Luis de Chaves, un protagonista de la historia de Trujillo en el siglo XV”, en Hernán Cortés y su tiempo, Cáceres, Junta de Extremadura, 1985, págs. 352-358; J. L. del Pino García, “Génesis y evolución de las ciudades de realengo y señoriales en la Extremadura medieval”, en En la España Medieval, 6 (1985), págs. 379-401; “El cerco a la fortaleza de Trujillo (1475-77)”, en Anuario de Estudios Medievales (AEM), 16 (1986), págs. 495-518; “Extremadura en las luchas políticas del siglo XV”, en Ifigea, 7, n.os 3-4 (1986-1987), págs. 287-298; D. C. Morales Muñiz, Alfonso de Ávila, rey de Castilla, Ávila, Fundación Gran Duque de Alba, 1988; “Las confederaciones nobiliarias de Castilla durante la guerra civil de 1465”, en AEM, 18 (1988), págs. 455-467; “Contribución al estudio de la nobleza extremeña durante el reinado de Alfonso XII de Castilla”, en Revista de Estudios Extremeños, t. XLV, n.º 111 (1989), págs. 505-528; M. C. Gerbert, La nobleza en la Corona de Castilla. Sus estructuras sociales en Extremadura (1454-1516), Cáceres, Institución Cultural El Brocense, Diputación Provincial, 1989; L. Suárez Fernández, Enrique IV de Castilla. La difamación como arma política, Barcelona, Ariel, 2001; Isabel I, reina, Barcelona, Ariel, 2002; VV. AA., El reinado de Isabel la Católica, en Medievalismo (n.º monográfico del Boletín de la Sociedad Española de Estudios Medievales dedicado al V centenario de la muerte de Isabel la Católica), año 14, n.os 3-14 (2004); J. A. Ramos Rubio, “Los Reyes Católicos en Trujillo de Extremadura”, en Torre de los Lujanes, 55 (2005), págs. 139-147.

 

Dolores Carmen Morales Muñiz

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