Campo, Andrés del. Andrés de la Vega, El Gran Turco. Madrid, 1586 – 21.XI.1647. Actor y director de compañía teatral.
Su verdadero apellido era Campo, pero cambió éste por el de Vega al empezar a trabajar en el teatro. Era hijo de Benito del Campo y de María de la Vega y estuvo casado con la actriz María de Córdoba, Amarilis, con quien tuvo un hijo llamado José de la Vega y Córdoba, que fue capellán. Su apodo de El Gran Turco y el de su mujer, a quien se conocía también como La Gran Sultana, se debieron al regalo con el que Pedro Téllez-Girón, duque de Osuna, obsequió a su amante, María de Córdoba: unos tapices y alfombras orientales que había recibido del sultán de Constantinopla.
Luis Quiñones de Benavente hace referencia a dichos apodos en la Loa con que empezó en la Corte Roque de Figueroa, en la que se alude a la actividad desempeñada por Andrés de la Vega no sólo como director escénico, sino también en la vertiente de hombre de negocios, como arrendador: “el rayo de la comedia; / el autor de más pujanza; / Gran Turco Andrés de la Vega, / y Amarilis, Gran Sultana / el que pujando corrales / se ha introducido en la danza / de arrendador, aunque yo / no le arriendo la ganancia”.
Inició su carrera teatral como actor a las órdenes de Baltasar Pinedo, Cristóbal de León y Tomás Fernández, con quienes trabajó entre 1618 y 1621 en ciudades como Madrid, Valladolid y Valencia. En 1624 dirigió su propia compañía, que representó en Sevilla en la fiesta con la que Gaspar Alonso Pérez de Guzmán y Sandoval, duque de Medina Sidonia, obsequió a Felipe IV en su coto de Doñana. Al menos desde 1625, poseyó título oficial de “autor”, privilegio del que gozaban pocos directores teatrales. Entre 1625 y 1634 actuó con su compañía en distintas ciudades españolas como Valencia, León o Murcia y fue habitual su participación en el Corpus de Madrid así como en representaciones palaciegas, tanto en el Palacio Real de Madrid, como en los palacios de recreo de El Pardo y Aranjuez, llevando a escena obras de destacados dramaturgos, como El Brasil restituido y Las bizarrías de Belisa, de Lope de Vega o La gran Cenobia de Calderón de la Barca. Además, estrenó Amor, Privanza y Castigo, de Juan Pérez de Montalbán, y No hay dicha ni desdicha hasta la muerte, de Mira de Amescua.
Andrés de la Vega fue uno de los fundadores de la Cofradía de Actores de Nuestra Señora de la Novena en Madrid, en 1632, y fue arrendador de los corrales de Valladolid entre 1629 y 1632. Simultaneó la dirección escénica con el alquiler de su importante vestuario teatral a directores de prestigio, como Pedro de la Rosa, Alonso de Olmedo y Lorenzo Hurtado, y también para festejos del Corpus organizados en diferentes localidades.
A partir de 1635 su actividad se orientó preferentemente a la dirección de compañías que representaban en fiestas de pueblos. Su actividad empezó a disminuir hacia finales de la década de 1630 y comienzos de 1640. En 1646, con la prohibición de representar en los teatros públicos, decretada como consecuencia del fallecimiento del príncipe Baltasar Carlos, Andrés de la Vega se concentró en su actividad como alquilador de vestuario para danzas del Corpus. Falleció poco después, en 1647.
Bibl.: E. Cotarelo y Mori, “Actores famosos del siglo XVII. María de Córdoba Amarilis y su marido Andrés de la Vega”, en Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo (Madrid), X (1933), págs. 1-33; H. E. Bergman, Luis Quiñones de Benavente y sus entremeses. Con un catálogo biográfico de los actores citados en sus obras, Madrid, Castalia, 1965, págs. 560; T. Ferrer Valls (dir.) et al., Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español, Kassel, Reichenberger, 2008.
Josefa Badía Herrera
