Enzinas, Fernando de. Valladolid, f. s. xv – Alcalá de Henares (Madrid), p. s. xvi. Filósofo, teólogo, catedrático.
Nació en Valladolid a finales del siglo xv, formó parte de la segunda generación de la Universidad de Alcalá de Henares. Esta universidad, obra de su mecenas el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, actuó como reclamo en la sociedad española en los albores del siglo xvi. Artistas, literatos, filósofos, teólogos...
se sintieron atraídos por esta universidad que les ofrecía amplios medios de realización en los campos de su propia especialidad. Uno de ellos fue Fernando de Enzinas.
Una constante preocupación del cardenal Cisneros fue la reforma de la Iglesia. La creación de la Universidad de Alcalá de Henares no fue sino la instalación de un organismo de enseñanza eclesiástica que permitiera elevar el nivel religioso e intelectual de los clérigos de aquellos tiempos.
Para conseguirlo atrajo profesores a sus filas, ansiosos del ambiente propicio que presentaba para sus aspiraciones teológicas. Una de estas personalidades fue el maestro Pedro Sánchez Ciruelo, que regentó la cátedra de Santo Tomás, durante trece años (1508-1511, 1515-1524). Otro de los maestros del renacimiento cisneriano fue Juan de Vergara, de personalidad excepcional, portavoz del erasmismo en sus primeros años. De 1507 a 1520 impartió las clases de la cátedra de Escoto el franciscano Clemente Ramírez. De todo este clima participó Fernando de Enzinas, pero de modo especial, como afirma Álvaro Gómez en su obra De rebus gestis a Francisco Ximeno, participó del magisterio que recibió de Tomás García Martínez, el futuro santo Tomás de Villanueva. Este santo como colegial del colegio mayor de San Ildefonso de Alcalá desde el 7 de agosto de 1508, tras obtener el grado de maestro en Artes en 1509, cursó los estudios de Teología, que concluyó en 1512, para dar paso a su magisterio como profesor.
Fernando de Enzinas asistió a las clases que Tomás de Villanueva desempeñó durante un cuatrienio. El primer año explicó las Súmulas de Pedro Hispano o de otro Doctor; el segundo leyó el texto de Lógica; el tercero explicó la Filosofía natural de Aristóteles.
Finalmente, los cuatro meses restantes leyó los seis libros de Metafísica de Aristóteles. Sutil filósofo y teólogo es calificado Fernando de Enzinas que consta según testigos de aquella época como aventajado discípulo de Tomás de Villanueva.
Terminado el ciclo de su magisterio, Tomás de Villanueva partió de Alcalá a Salamanca, donde ingresó como religioso en el convento de San Agustín el 21 de noviembre de 1516. En Fernando de Enzinas quedaba el recuerdo de sabiduría y virtud que auroleaba en toda su actividad el futuro santo arzobispo de Valencia.
En 1522 consta que Enzinas explicó las Súmulas de Pedro Hispano en una cátedra de Alcalá. Su muerte prematura, poco después, truncó las esperanzas que se habían puesto en tan destacado filósofo y teólogo.
Bibl.: A. Gómez, De rebus gestis a Francisco Ximenio Cisnerio, Compluti, apud Andream de Angulo, 1569, fol. 224; J. Urriza, La preclara Facultad de Artes y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares en el siglo de Oro (1509-1621), Madrid, Artes Gráficas Diana, 1942, pág. 153; P. Jobit, El Obispo de los pobres, Ávila, Editorial y Gráficas Senén Martín, 1965, págs. 62, 64; A. Martínez Albiach, “La Universidad Complutense según el Cardenal Cisneros (1508-1543)”, en Burgense, 16 (1975), págs. 465-535; A. Llin Cháfer, Sacerdocio y ministerio, estudio histórico-teológico sobre el sacerdocio ministerial en Santo Tomás de Villanueva, Valencia, Facultad de Teología, 1988, págs. 93-96.
Arturo Llin Cháfer
