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Antonio Honcala

Biografía

Honcala, Antonio de. Yanguas (Soria), 1484 – Ávila, 2.IX.1565. Canónigo, teólogo, filósofo, gramático y preceptor de Felipe II.

Estudió en la Universidad de Salamanca, Artes, Lenguas Orientales y Teología, desde el año 1505 hasta 1514. Durante tres años fue profesor en Palencia. Vuelto a Salamanca comisionado por esta Universidad, realizó un viaje a la Universidad de París. Volvió muy pronto a Salamanca, como profesor de tan importante centro universitario. Honcala siguió estudiando y consiguió el doctorado. En el año 1531 fue nombrado canónigo magistral de la catedral abulense, y aquí permaneció hasta su muerte, el día 2 de septiembre de 1565.

En Ávila, el ya canónigo Antonio Honcala se dedicó a la predicación y a escribir libros, que versaban sobre la Sagrada Escritura, la piedad cristiana, los problemas prácticos de la moral, y lo hace en elegante y retórico latín. Era Honcala un extraordinario humanista. Fueron los años en los que la ciudad de Ávila y, como importante promotor, el Cabildo catedralicio, conocieron una intensa floración de vida espiritual, cultural y artística. En este clima sobresalió el canónigo magistral doctor Honcala, donde se movía con holgura y eficacia en el numeroso y activo círculo de clérigos santos en la ciudad. Gozó de la amistad del santo duque de Gandía, san Francisco de Borja, que vino a Ávila en varias ocasiones. En las actas capitulares del día 23 de mayo de 1554, se puede leer lo siguiente: “Que los señores Arcediano de Olmedo y Maestro Honcala visiten al Duque, que fue de Gandía, que anda en vida y hábito de sacerdote religioso”. Honcala se mantuvo muy cercano a la actividad de santa Teresa de Jesús. El padre Francisco de Ribera, en la vida que escribió de la santa, afirma: “Al Doctor Honcala, canónigo de Ávila, hombre de gran ejemplo y muy teólogo, como se ve por sus obras, que dejó escritas, vio subir al cielo, y entendió que no había pasado por el purgatorio”. Resalta, pues, la santidad y los elevados conocimientos teológicos del canónigo Antonio de Honcala. Colaboró mucho en la atención a los pobres y enfermos, como patrono de varios hospitales, en nombre del Cabildo. Como tal, atendió eficaz y abnegadamente al Hospital de Dios Padre desde el 16 de agosto de 1538 hasta septiembre de 1561. Fue patrono del Hospital de Santa Escolástica en los años 1554 y también del Hospital de Santa María Magdalena en 1546. A todos ellos se entregó con extraordinaria y constante generosidad, dedicando alma y cuerpo en este cometido. En representación del Cabildo, desde septiembre de 1535 hasta septiembre de 1537, volcó su generosa atención a la importante Obra de los Niños Expósitos.

El doctor Honcala, insigne varón, fue tenido por santo. Así se refieren a él algunos documentos. Cuando en el mes de julio de 1628 el Cabildo catedralicio trató de proporcionar un mejor sepulcro para los restos mortales del canónigo magistral, se escribieron en el acta las siguientes palabras, muy significativas: “El señor Deán propuso a sus mercedes questa es una obra muy pía y que conviene que, pues se save quán insigne barón fue el dicho Doctor Honcala y que ay muchos, que le tubieron por sancto, coverná pasarle a mejor entierro”. Era el día 10 de julio de 1628, habían transcurrido sesenta y tres años desde su muerte y aún perduraba su fama de santidad. El día 5 de agosto de 1630 se trató nuevamente en el Cabildo catedralicio “de la canoniçaçion del Santo Obispo Tostado y beatitud del Maestro Honcala”.

La actividad del canónigo Antonio Honcala en la catedral de Ávila perduró hasta su muerte. En el acta del Cabildo del día 3 de septiembre (murió el día anterior) de 1565 se lee: “Fallesçió el Buen Doctor Honcala, que tuvo la Magistral, ayer, cuya ánima Nuestro Señor Perdone”. Murió en domingo. Había permanecido como canónigo magistral o de “púlpito” durante treinta y cuatro años. Fue sepultado en la catedral.

Pasados algunos años desde de su muerte, en 1634, los restos del venerable maestro Honcala fueron enterrados en el lugar donde se encuentran en la actualidad, en el pequeño altar dedicado a san Juan Bautista, en la catedral abulense, junto a la puerta que, desde la catedral, da acceso a la sacristía, y allí siguen los venerados restos mortales del santo y sabio canónigo magistral, maestro Antonio de Honcala. Aparece aún una inscripción, que traducida del latín, dice: “Viandante, atiende y mira. En este mármol se perpetúa la memoria de Don Antonio Honcala, canónigo Magistral de esta Santa Iglesia. Su doctrina enriquece la sabiduría Salmanticense con once volúmenes, a los pobres con el reparto de sus bienes y a la virginidad con primorosos lirios de santidad. Murió el 2 de septiembre de 1565. Deja ya de contemplar”.

 

Obras de ~: Grammatica Propaegnia, Alcalá de Henares, c. 1520; De decimis ecclesiasticis Tratactus, Alcalá de Henares, 1540; Index completissimus in universia opera [...] divi Hieronimi, Alcalá de Henares, 1545; Pentaplon christianae pietatis, Alcalá de Henares, 1546; Opuscula septemdecim de rebuus variis theologicis, Alcalá de Henares, 1551, Salamanca, 1553; Commentaria in Génesim, Alcalá de Henares, 1555; De daemone sub hirci forma a larvis adorato (ms.).

 

Bibl.: A. González Gómez, Hijos ilustres de Soria y su partido, Soria, 1912, págs. 86-90; J. M. S ánchez Caro, “El comentario al Génesis de Antonio de Honcala (1555)”, en Salmanticensis, 34 (3) (1987), págs. 327-357; B. Fernández Valencia, “Historia y grandezas de Ávila”, Ávila, Diputación Provincial y Caja de Ahorros, 1992; A. S ánchez Sánchez, Antonio de Honcala y Gaspar Daza, dos ilustres abulenses del siglo xvi, Ávila, Cabido de la catedral, 1998.

 

Francisco López Hernández