López de Haro, Diego. ?, s. m. s. xiii – Aragón, XII.1288. Primogénito del señor de Vizcaya.
Era el primogénito del matrimonio del señor de Vizcaya Lope Díaz de Haro III, privado de Sancho IV de Castilla, y de Juana Alfonso, hermanastra de la reina María de Molina (esposa del citado Monarca). Esta noble cuna le deparó un gran porvenir que quedó, sin embargo, truncado por su prematura muerte.
Las diferencias entre su padre Lope Díaz de Haro, partidario de una alianza con Aragón, y Sancho IV, quien prefería la amistad francesa, desembocaron en la ejecución del señor de Vizcaya a manos del monarca castellano el 8 de junio de 1288 en Alfaro. Dicho homicidio catapultó a Diego López a la jefatura del linaje de los Haro, a pesar de que, sin duda, por causa de su temprana edad, había permanecido al margen de la vida política castellana hasta ese momento. Tras ejecutar al señor de Vizcaya, Sancho IV se apresuró a evitar el levantamiento de un partido favorable a los Haro con acciones tanto de fuerza como de diplomacia. Por un lado, intentó ocupar las posesiones del difunto, tomando Logroño, Nájera y Treviño y poniendo sitio al castillo de Haro. Por otro lado, por mediación de su esposa María de Molina, se reunió en Santo Domingo de la Calzada con la viuda Juana Alfonso y solicitó su perdón, y le encargó hacer llegar sus deseos de reconciliación a su hijo a cambio de la devolución de varios castillos usurpados por su padre. Sin embargo, Juana Alfonso instó a su vástago a rechazar la oferta del monarca castellano; en consecuencia, Diego López, tras refugiar a su hermana María Díaz (casada con el infante don Juan) en Navarra, se retiró con su madre a Aragón, desde donde levantó en armas contra Sancho IV a sus vasallos de Vizcaya y Castilla. La reacción del Monarca no se hizo esperar y sometió a los hombres y a las tierras favorables a los Haro. Encarceló al infante don Juan, cuñado de Diego López, y tomó Haro, Labastida, Villamonte, Ocio, Orduña, Balmaseda y Las Portillas.
Mientras, desde Aragón, Diego López intentó configurar una alianza contra Sancho IV; para lo que contaba con la ayuda de su tío, también llamado Diego López, quien se reunió con él en tierras aragonesas tras rechazar las proposiciones del monarca castellano. Juntos recabaron el auxilio de su tío Gastón de Bearne y obtuvieron de Alfonso III de Aragón la liberación de los infantes de la Cerda, aspirantes al trono castellano, presos en Játiva. Quizás su matrimonio con Inés Rodríguez de Villalobos, celebrado en esos días, le ayudase a recabar apoyos en la nobleza aragonesa. De este modo, Diego López asistió en Jaca a la constitución de la liga contra el asesino de su padre el 15 de septiembre de 1288, cuando, junto a su tío homónimo, Gastón de Bearne y Alfonso III de Aragón, proclamaron rey de Castilla a Alfonso de la Cerda.
En ese momento, según la crónica de Jofre de Loaysa, el joven Haro se planteó llegar a algún tipo de avenencia con Sancho IV, pues recomendó a sus vasallos la entrega de sus lugares y fortalezas al monarca castellano. Esta instrucción facilitaría la labor de Diego López de Salcedo, quien ocupó rápidamente Vizcaya en nombre del Rey, encontrándose sólo con la resistencia de la casa fuerte de Unzueta (Orozco), que fue sometida a un duro asedio. A pesar de todo, el acuerdo no fructificó y la guerra abierta contra Sancho IV estalló el 7 de diciembre de ese mismo año, cuando el rey de Aragón, Alfonso de la Cerda, Gastón de Bearne y los Haro suscribieron el pacto de Daroca.
Seguramente, fue éste el último acto jurídico de Diego López, pues murió, quizás a finales de ese mismo mes de diciembre, a raíz de las heridas producidas en uno de los juegos que solía frecuentar por razón de su corta edad (“[...] era mancevo que todo el día andaba de muy malos juegos, en guisa que tomó tan grand afan en ellosque fue ocasión de aver gran dolencia, de que murió”). Como epílogo de su corta existencia queda la solicitud realizada dos años después por su viuda Inés Rodríguez (ya casada en segundas nupcias con Pedro Díaz de Castañeda) a Jaime II de Aragón. En ella, pedía la restitución de unas casas y un huerto en el barrio de San Pedro de Egea, propiedades perdidas en la pasada guerra entre Castilla y Aragón, para pagar con su venta las deudas contraídas por su primer marido. Seguramente, se trataba de los gastos relativos a la preparación de la campaña contra Sancho IV que Diego López nunca pudo llevar a cabo. Otra consecuencia de su temprano óbito fue la apertura de un cisma en el linaje de Haro, entre su tío Diego López y su hermana María Díaz, que, años más tarde, tendrá el triste desenlace de la fragmentación del patrimonio familiar.
Bibl.: M. Gaibrois Riaño, Sancho IV de Castilla, t. III, Madrid, 1928, doc. 224; G. de Balparda y de las Herrerías, Historia crítica de Vizcaya y de sus Fueros, IV, Madrid, Imprenta de S. Aguirre Álvarez de Castro, 1945, pág. 197; C. Rossell, Crónicas de los reyes de Castilla: La Crónica de Sancho IV, Madrid, Atlas, 1953 (col. Biblioteca de Autores Españoles, t. LXVI), págs. 79-80; E. J. de Labayru y Goicoechea, Historia General del Señorío de Bizcaya, vol. II, Bilbao, Biblioteca de la Gran Enciclopedia Vasca, 1968, págs. 255-256; J. de Loaysa, Crónica de los Reyes de Castilla, Fernando III, Alfonso X, Sancho IV y Fernando IV (1248-1305), ed., trad. y notas de A. García Martínez, Murcia, 1982, pág. 137; A. García Gallo, “El régimen público del Señorío de Vizcaya en la Edad Media”, en Congreso de Estudios Históricos. Vizcaya en la Edad Media, San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos, 1984, pág. 92; J. Lucas de la Fuente, Don Diego López de Haro V: magnate de Castilla, señor de Vizcaya y fundador de Bilbao, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1986, págs. 79-82; M. A. Carmona Ruiz, María de Molina, Barcelona, Plaza y Janés, 2005, págs. 89-90.
Tomás Sáenz de Haro