Farina, Gavino. Señor de la Villa de Monti. Sassari (ant. Sacer) (Italia), c. 1611 – Madrid, c. 1700. Profesor de Medicina, filósofo y protomédico de la Corte de Felipe IV y de Carlos II.
Nacido en Sacer (actual Sassari), estudió Gramática y humanae litterae en su ciudad natal y unos años más tarde se trasladó a Pisa, donde se dedicó a la Filosofía.
Posteriormente, estudió Medicina en Roma y se licenció bajo la tutoría del doctor Gabriel Fonseca, médico de Inocencio X Pamphili.
Farina volvió a Cerdeña para ejercer como médico en varias ciudades. Residía en Sassari, donde, en 1635, enseñó Instituta de Medicina en la Universidad. Su reputación y su finísimo ingenio se ganaron la estimación de sus contemporáneos y especialmente de Luis Guillermo Moncada-Aragón y La Cerda, VII duque de Montalto y virrey de Cerdeña desde 1644 hasta 1649, que le eligió como su médico y lo llevó consigo a Caller y, luego, a Nápoles, a Sicilia —donde, en Términi, le salvó la vida— y a Valencia, ofreciéndole un “annuo trattenimento iguale a qualunque ne diano le più famose cathedre e dalle Corti più splendide”. El médico y su mecenas fueron compañeros inseparables hasta los últimos días de vida del duque, en 1672, como resulta del testamento de éste, en el que Farina fue uno de los testigos.
Fue nombrado médico de Felipe IV y de Mariana de Austria y el 11 de junio de 1668 obtuvo de Carlos II y de la misma regente el privilegio de nobleza y el señorío de la villa de Monti para sí y para sus descendientes.
Tuvo tres hijos: Simón, que se casó con la hija del notario Cornelio Sasso, Joseph, del que se conocen pocos datos, y Angelita, educada en las monjas isabelinas.
De regreso a Cerdeña después de la muerte de su protector, fue, hacia 1675, prior de la cofradía de Santiago de la ciudad de Sassari —a cuya catedral obsequió una estatua de plata de san Gavino y la donación de mil escudos— y en 1679, otra vez en Madrid, siguió en su cargo de protomédico de palacio, junto a Francisco Henríquez de Villacorta y Lucas Mestre, en la Corte donde, probablemente, pasó sus últimos días.
Farina fue el primero que estudió la malaria, entonces denominada intemperie, con método científico, y dedicó su famosa obra Medicinale patrocinium ad tyrones Sardiniae medicos, in quo natura febris Sardiniae, caussae, signa, prognostica, et medendi methodus describitur, editada en Venecia en 1651, al duque de Montalto poco antes de seguirle a Valencia, El franciscano siciliano Buonaventura Angeleres le definió, en una obra editada en Madrid en 1692, “el sucesor de Apolo, y Esculapio que dilató la Medicina [...]”, y también añadía algunos rasgos antropológicos: “es pequeño de cuerpo, y grande de entendimiento”.
Sólo un año más tarde, el mismo Angeleres le acusó “de haberle propinado veneno”. La toma de posición del franciscano fue determinada por la postura de Farina —escribe Hernández Morejón en el siglo xix que “Fariñas [...] pretendía que se examinase a los sujetos y doctrinas que se habían de enseñar”— frente a la intención de crear en la Corte madrileña una academia espagírica según la moda de la época.
Farina fue exponente de aquella escuela escolásticotradicionalista fiel a las doctrinas humoralistas de Galeno e Hipócrates que, amenazada por las novedades de la medicina neotérico-racional, se defendieron con fuerza de la contaminación de las nuevas teorías mecánicas y químicas, de los principios de la espagírica paracelsiana y de la iatroquímica que en el siglo xvii se difundían por todas las cortes de Europa y, sobre todo, en los países puritanos.
Obras de ~: Epistola in qua morbi historia, quo excellent. Dux de Montalto fuit vexatus, describitur, et censura in ejus curatione ab aliquibus facta, Napoli, 1650; Medicinale patrocinium ad tyrones Sardiniae medicos, in quo natura febris Sardiniae, caussae, signa, prognostica, et medendi methodus describitur, Venezia, 1651; Apologia in curatione excellent, dominae Catherinae Moncatae, ducissae Montisalti, Valentino Regio Palatio, 1658.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, lib. 104, Carta de la duquesa de Montalto al Marqués de Castel Rodrigo a 28 de mayo de 1659 (inéd.); Archivio di Stato di Palermo, Protonotaro del Regno, Processi d’investiture, Busta, 1617, Processo 6196-6197: Testamento di Luigi Guglielmo Moncada, 1672 (inéd.).
G. A . L engueglia, La staffetta privata, Genova, 1656; Fr. B. Á. Angeleres, Real Filosofía, vida de la Salud Temporal, Sabiduría sóphica, testamento filomédico, arcanos filochímicos. Hipocrática, Galenica, lilibetánica. Parte segunda de la parte primera del Regimiento General, prudente, físico y moral, brevedad, verdad, claridad, en cada género de cathólica y physica sabiduría, Madrid, Mariana del Valle, 1692; P. T ola, Dizionario biografico degli uomini illustri di Sardegna, vol. II, Torino, Chirio e Mina, 1837; P. Martini, Biografia sarda, vol. II, Cagliari, Stamperia Reale, 1838; G. S iotto Pintor, Storia letteraria di Sardegna, 1843-1844, 4 vols.; E. Costa, Sassari, Sassari, Dessi, 1885, 3 vols. (Sassari, Gallizzi, 1992); V. Amat di San Filippo, Origen del Cavallerato y de la Noblesa de varias Familias del Reyno de Cerdeña, Cagliari, Libreria Cocco, 1975; R. T urtas, Scuola e Università in Sardegna tra ‘500 e ‘600. L’organizzazione dell’istruzione durante i decenni formativi dell’Università di Sassari (1562-1635), Sassari, Centro Interdisciplinare per la Storia dell’Università di Sassari, 1995; M. Rey Bueno, “La academia espagírica madrileña (1693) de fray Buonaventura Angeleres: historia de un proyecto fracasado”, en Panacea, 2 (agosto de 2001).
Raffaella Pilo Gallisai