Casalete, José Lucas. Zaragoza, c. 1630 – 1701. Médico.
Estudió Medicina en la Universidad de Zaragoza entre 1645 y 1650 y probablemente ejerció como médico hasta 1652 en alguna población cercana. Regresó a la capital aragonesa con motivo de la epidemia de peste que asoló la ciudad en aquel año. Trabajó en la “morbería” instalada al efecto, para la que fue reclutado con la promesa de ser admitido en el Colegio de Médicos y Cirujanos de Zaragoza, lo que le permitiría ejercer en adelante en la ciudad, derecho privativo de los médicos colegiales. Al año siguiente se doctoró por la Universidad de Zaragoza. En 1667 obtuvo la cátedra de Segunda del Curso de Medicina y, diez años después, la de Prima, que ocupó hasta su jubilación en 1701. En la Universidad desempeñó también el cargo de receptor o tesorero entre 1680 y 1682.
Mantuvo una actitud crítica frente a la doctrina médica vigente, el galenismo, y en esta línea propuso un nuevo método terapéutico de las fiebres, denunciando el abuso que se hacía del remedio tradicional, la sangría. Basó su nuevo planteamiento médico en la iatroquímica y el solidismo, situando el foco de la enfermedad en las partes sólidas de los órganos y no en los humores, como hacía el galenismo.
Nicolás Moneva, visitador médico del reino de Aragón, denunció en 1682 y 1683 que las enseñanzas de Casalete habían producido algunos abusos por parte de varios facultativos rurales. Los catedráticos de Medicina de Salamanca, Alcalá, Valladolid, Valencia, Barcelona, Lérida y Huesca emitieron un informe al respecto en el que dictaminaron que “semejantes proposiciones no se podían leer ni en público ni en secreto, ni practicarse con buena conciencia; que sean ajenas de razón, temerarias y absurdas, que se debían prohibir por perniciosas a la práctica”.
En 1686, un galenista moderado, Francisco San Juan y Domingo, en su obra De morbis endemiis Caesar Augustae, considerada la primera topografía médica española, también se opuso al método curativo de Casalete, quien al año siguiente publicó su respuesta en Duae controversiae, donde resumía sus principales planteamientos médicos. No se ha encontrado ningún ejemplar de esta obra, que fue reproducida en la de su discípulo Francisco Elcarte, Statera medicinae selectae divissa (1687) y dos años más tarde, traducida al castellano en la obra de Tomás Longás Enchiridion novae et antiquae medicinae dogmaticae.
La polémica continuó con nuevas publicaciones. Un folleto anónimo, Don Amador de la verdad (c. 1689) contra Casalete fue seguido por el titulado La llave del tesoro de la piedra filosofal de la salud humana (1688), en el que Miguel Palacio y Pérez, médico de Viana y discípulo suyo, lo defendía.
En 1698, Casalete publicó en colaboración con Vicente Sanz, también catedrático de Medicina en Zaragoza, y Bartolomé Sanahuja, médico de la Inquisición, un informe titulado Satisfacción precisa a una duda voluntaria. En él se defendía que las fábricas de tabaco dentro de las poblaciones no eran nocivas para la salud pública e incluso podían ser beneficiosas “para defenderse de las emanaciones mefíticas del aire”. Esta obra fue aprobada por el Protomedicato y por las Universidades de Zaragoza, Huesca, Salamanca y Alcalá, entre otras.
Buena prueba de su talante innovador fue la amistad que mantuvo con dos de los principales protagonistas de la renovación científica española, Juan Bautista Juanini y Juan de Cabriada, cuyas obras prologó de forma elogiosa, habiendo sido padrino y examinador del segundo de ellos en su examen de bachiller en Medicina por la Universidad de Zaragoza.
Obras de ~: “Duae controversiae. Prima, a qua indicitur sanguinis missio, et primo an magnitudo morbi et virium robur indicent sanguinis missionem. Secunda controversia: an indicatio sit ratiocinatio”, en F. de Elcarte, Staterae Medicinae Selectae: qua appendi potest an sit rationalis methodus magistri mei Doc. Josephi Casalete Caesaraugustani Licei primarii medicinae, professoris, in tria membra divissa [...], Zaragoza, 1687 (trad. esp. en T. Longás, Enchiridion novae, et antiquae Medicinae dogmaticae, pro curatione febris malignae. Continens historiam febris Excellentissimi Dominici Ducis de Villa-Hermosa et tractatus valde utiles pro curatione in universum [...], Zaragoza, 1689); con B. Sanahuja y Albácar y V. Sanz, Satisfacción precisa a una duda voluntaria sobre si la fabrica del tabaco puede ser nociva mediante alguna infección en el aire respecto a sus vecinos y a los que por alli transitaren, por las cualidades, vapores y efectos de los tabacos de hoja y polvo y sus composiciones, Zaragoza, 1698.
Bibl.: A. Hernández Morejón, Historia bibliográfica de la medicina española, vol. VI, Madrid, Imprenta José Rodríguez, 1852, págs. 246-248; J. M. López Piñero, Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, Barcelona, Labor, 1979, págs. 412-415; J. M. López Piñero, “Casalete, José Lucas”, en J. M. López Piñero, V. Navarro Brotons, Th. Glick y E. Portela Marco (eds.), Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Editorial Península, 1983, págs. 185-187; A. Fernández Doctor, “Joseph Lucas Casalete. La eclosión del movimiento novator en España”, en VV. AA., Una década de política de investigación en Aragón (1984-1993), Zaragoza, Consejo Asesor de Investigación, 1994, págs. 179-187; R. A. Rodríguez Sánchez, “El tránsito de la medicina antigua a la moderna en España (1687- 1727): los principales protagonistas”, en Thémata, 21 (1999), págs. 170-172; R. A. Rodríguez Sánchez, La introducción de la medicina moderna en España. Una imagen de nuestra renovación científica (1687-1727) desde la teoría de la ciencia de Thomas S. Kuhn, Sevilla, Alfar, 2005.
María José Baguena Cervellera