Galdiano y Pablo, Leandro. Leandro del Santísimo Sacramento. Villafranca (Navarra), I.1592 – Alcalá de Henares (Madrid), 30.VIII.1663. Moralista, ministro general, trinitario descalzo (OSTD).
Estudió Gramática en su pueblo y, después, con los jesuitas en Pamplona, donde tomó el hábito religioso (27 de febrero de 1611). Ya profeso, estudió Filosofía en Salamanca y Teología en Alcalá, y fue nombrado lector de Filosofía aun antes de terminar el último curso. Más tarde leyó Teología en el colegio de Alcalá, donde fue muy apreciado, especialmente por el dominico Pedro de Tapia, que sería arzobispo de Sevilla.
En 1623 en Roma comenzó la Congregación de Trinitarios Descalzos franceses, que alcanzaron un breve de Gregorio XV para que se les concediera un director y maestro de novicios. Fue designado para estas responsabilidades el padre Leandro y partió desde Alcalá el 24 de septiembre de 1624 hacia Roma, donde llegó el día 20 del mes siguiente. Ejerció este oficio durante cinco años (1624-1629), primero en el convento de San Carlino y luego en el convento contiguo de San Dionisio, edificado a solicitud suya. Los cardenales Bandino, protector de los trinitarios, y Barberini, sobrino de Urbano VIII, le nombraron su teólogo. Urbano VIII lo recibió en audiencia privada y le dio licencia para confesar in urbe et in orbe. Vuelto a Alcalá en marzo de 1630, siguió enseñando Teología. El Capítulo General celebrado en Madrid en 1632, al que asistió, lo nombró definidor general, cargo que desempeñaría dos veces; otras dos fue ministro del colegio de Alcalá; una, ministro provincial de la provincia del Espíritu Santo.
Finalmente, fue ministro general de la Orden (1656- 1662). Durante su generalato se fundó el convento de Hervás (Cáceres) y tuvo privilegio el de Alfaro (La Rioja). Mientras era ministro del colegio de Alcalá, amplió su edificio.
Moralista de fama europea, era consultado como un oráculo. El mejor elogio de su obra Quaestiones morales theologicae son las repetidas ediciones (en España y Francia) y los cinco compendios que de la misma se hicieron. En su obra resuelve once mil setecientas sesenta y seis cuestiones morales. Sigue sentencias demasiado benignas. Miguel de San José escribe: “En sus obras de este autor tan piadoso y aplaudido tiene tantos millares de disputas y cuestiones resueltas, que apenas puede surgir alguna duda, por más rara e insólita que sea, en los actos y negocios humanos que no haya subido al corazón del sapientísimo varón y haya caído disipada desde la altura de aquella mente tan preclara. Tienes que imitar justamente en la claridad, propiedad y riqueza de palabras, en el peso y nervio de las razones, en la serie ordenadísima de las cuestiones, en la exquisita consulta de los fundamentos y en la elección inteligente de las sentencias. Tienes además para admirar con razón, en un hombre tan ocupado, aquella abundancia y fidelidad de las alegaciones, para lo cual ni el todo-ojos Argo bastaría. ¿No es un milagro que un fraile, de vida muy religiosa, debilitado por la penitencia, entregado a la oración, cargado con el peso de los honores y sin tiempo para sí mismo, haya podido revolver tantos volúmenes, leer y examinar tantos libros, ver y corregir tantas erratas, incluso las más pequeñas, de otros libros, cuando para cada una de estas cosas parece breve la vida de un hombre?” (San José, 1741: 177-178).
Escribió además Quaestiones morales theologicae, en ocho tomos, con varias ediciones, la mejor es la de Lyon, por Jacobo Canier en 1678-1679. Se añadieron después otros cuatro tomos: el primero editado por el padre Manuel de la Concepción, sobrino del padre Leandro (Aviñón, 1692) y los restantes, por el padre Matías de la Madre de Dios (Madrid, 1722-1729).
El padre Juan de la Concepción compendió las cinco primeras partes (Lyon, 1660); y las ocho, el citado padre Manuel de la Concepción (Salamanca, 1677), quien hizo luego otro compendio que incluía el tomo por él añadido (Pamplona, 1696). Un cuarto compendio se debe al capuchino Gregorio de Salamanca (Lyon, 1672); y el quinto, al sacerdote catalán Juan Tholeuda (Barcelona, 1680). En el convento romano de San Carlino se conserva una obra filosófica del padre Leandro del Santísimo Sacramento, de segunda mano, dictada en Baeza en los años 1619-1622.
Murió en su colegio de Alcalá de Henares el 30 de agosto de 1663, a los setenta y dos años y tras cincuenta y tres de hábito.
Obras de ~: Expositio Regulae primitivae fratrum discalceatorum. Ordinis Ssmae. Trinitatis, Matriti, María a Quiñones, 1635 (Lyon, 1657); Quaestiones morales theologicae, Lugduni, Sumptib. Ioannis Couronneav, 1654 (Lugduni, Typografia Jacobi Camir, 1678-1679).
Bibl.: L. de la Purificación, Crónica de los Descalzos de la Santísima Trinidad, t. IV, Granada, 1732, págs. 28-68; M. de San José, Bibliographia critica, sacra et prophana, t. III, Matriti, 1741, págs. 177-178; A. de la Asunción, Diccionario de escritores trinitarios de España y Portugal, t. II, Roma, F. Kleinbub, 1898-1899, págs. 341-351; B. Porres, “Leandro del Santísimo Sacramento”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 1273.
Bonifacio Porres Alonso, OSTD