Martínez de Leache, Miguel. Sada (Navarra), 28.IX.1615 – Tudela (Navarra), 2.VI.1673. Boticario.
De estirpe de boticarios —su padre y un tío suyo lo eran—, Miguel Martínez de Leache es de los pocos farmacéuticos españoles del siglo XVIII de los que se sabe que completó su formación en el extranjero: estuvo en Roma durante cinco años (1635-1640). Siendo niño, la familia se trasladó a Tudela, donde su padre abrió botica y donde ejercía su tío Francisco Martínez de Leache. Estudió las primeras letras en el colegio de los padres jesuitas y Filosofía en el Estudio que regentaban los padres dominicos. Miguel aprendió el arte y oficio de la botica con su padre. De regreso de Roma ingresó en el colegio de San Cosme y San Damián de Tudela, que agrupaba a los médicos, cirujanos, barberos y boticarios. En 1640 se casó con Agustina Navarro y Salinas, de quien no tuvo familia y que falleció pocos años después.
Del año 1644 es su primera obra impresa en Pamplona. Algún problema debió de suscitarse con la farmacia de su padre, pues en 1647 se estableció en la botica de su tío. Fue elegido mayordomo de la Cofradía, y en 1650 dio a las prensas las Controversias pharmacopales donde se explican las preparaciones y elecciones de Mesue, obra publicada en Pamplona por los mismos impresores. Se trata de un libro de amplia extensión que tuvo buena acogida. En 1688, ya fallecido el autor, se hizo una nueva edición en Madrid, añadiéndole una obrita que trata del Bálsamo de Pedro Flores, médico sevillano. En 1652 publicó, de nuevo en Pamplona, el Discurso Pharmaceutico sobre los canones de Mesue, que es su obra más importante, pues las cuestiones de las que trata son las habituales en los exámenes de boticarios. El autor hace gala de amplia erudición, reflejo de una biblioteca que contaba con casi cien volúmenes, entre los que estaban la totalidad de los textos de farmacia redactados por los autores más señeros del galenismo. Su enfoque sigue la metodología escolástica, con planteamiento de quaestiones, distinctiones, sed contra, etc., que hacen árida la lectura. Pero siempre muestra con claridad su pensamiento a favor de lo manifestado por las auctoritates, los escritores griegos, árabes o latinos, que resumen el saber farmacéutico. Tras las obras de teoría y práctica farmacéutica, en 1662, esta vez en Zaragoza en la imprenta de los herederos de Pedro Lanaja, vio la luz el Tratado de las condiciones que ha de tener el boticario para ser docto en su arte. Se trata de un original libro de deontología profesional que, en doce capítulos, expresa las cualidades que han de adornar a quien se dedique a la farmacia: desde el lugar más conveniente para instalar la botica, la necesidad de conocer el latín y de estudiar, de ser generoso, de evitar el juego y las borracheras, de poseer temor de Dios y una buena conciencia, de ser humilde. Y sobre todo, no hacer entrega de medicinas sin receta y no sustituir un medicamento por otro sin consejo del médico. Su vida llegó a término el 2 de junio de 1673. Los historiadores de la farmacia advierten que en la obra de Martínez de Leache no aparecen medicamentos de origen químico, que estaban introduciéndose en la terapéutica, en la primera mitad del siglo XVII. También son escasas las referencias a los simples americanos. Ambas cosas son ciertas, ya que no fue un innovador, ni siquiera un receptor de novedades. Más bien se alinea con otros notables representantes de la farmacia española que, en la etapa final del galenismo, supieron ofrecer síntesis claras y breves de la amplia teoría expuesta por Galeno.
Obras de ~: De vera et legitima aloe electione juxta Mesues textum in duas sectiones divisa disputatio, Pampilone, Martín de Labayen, 1644; Controversias pharmacopales, a donde se explican las preparaciones y elecciones de Messue, Pamplona, Martín de Labayen y Diego de Zabala, 1650; Discurso Pharmaceutico sobre los Canones de Mesue, Pamplona, Martín de Labayen y Diego Zabala, 1652; Tratado de las condiciones que ha de tener el boticario para ser docto en su arte, Zaragoza, Herederos de Pedro Lanaja, 1662; Controversias Pharmacopales, donde se explican las preparaciones y elecciones de Mesue [...] Añadido nuevamente el Bálsamo de D. Pedro de Flores [...] Corregido y enmendado en esta segunda impresión, Madrid, Juan García Infanzón, 1688.
Bibl.: Q. Chiarlone y C. Mallaina, Ensayo sobre la Historia de la Farmacia, Madrid, 1847 (reimpr. Valencia, 1999), págs. 355-366; R. Roldán Guerrero, Diccionario Biográfico y Bibliográfico de Autores Farmacéuticos Españoles, Madrid, IMPHOE, 1975; J. L. Valverde López, “La teoría farmacéutica en la obra de Martínez de Leache”, en Actas del Primer Congreso de la Sociedad Vasca de Historia de la Medicina (Bilbao) (1985), págs. 349-375.
Pedro Gil Sotres
