Pascual, Juan. Medina del Campo (Valladolid), c. 1564 – Madrid, ¿20?I.1605. Tesorero, consejero de Hacienda.
Nacido en el seno de una familia que tuvo representantes entre los últimos e importantes banqueros castellanos del reinado de Felipe II, Juan Pascual gozó de una breve pero deslumbrante carrera como economista del Ejército y como director financiero en el centro del gobierno. Como era inevitable en una familia dedicada al mundo financiero, la limpieza de sangre de los Pascual se puso en entredicho, pero en el año 1600 los inspectores de la Orden de Santiago declararon esa “limpieza” en su familia. El padre, Sebastián, era natural de Torrecilla de los Cameros, y la madre, Francisca Ruiz del Corral, de Medina del Campo. Sebastián Pascual fue el banquero de Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, V marqués de Denia y (desde 1599) I duque de Lerma. Sebastián salvó la economía del marqués de Denia durante la década de 1590, al realizar un asiento para gestionar las finanzas del duque durante once años. Al mismo tiempo, Juan iba creando para sí una inmensa fortuna derivada de su papel destacado en la financiación militar en el centro del Gobierno. Ya a finales de 1594 logró un contrato para proveer casi la mitad de 1.300.000 ducados de las cuentas del Ejército de tierra para 1595. Adquirió los cargos de pagador de las guardias de Castilla (10 de junio de 1587), de las Galeras de España y la real de Italia (28 de mayo de 1596), pagador general de la Armada del Mar Océano (4 de junio de 1597) y pagador de la Artillería (19 de noviembre de 1597). De esta manera, logró conseguir un control sin precedentes sobre la gestión financiera de las fuerzas armadas nacionales de la Corona. En agosto de 1597, el Consejo de Guerra reconoció fehacientemente su monopolio, recomendando que Pascual fuese puesto oficialmente a cargo de toda la gestión de pagos de España. Felipe II accedió a que desempeñase estos cargos bajo contrato, porque su presencia en la Corte era así de necesaria.
Pascual prestó dinero, incluso, al heredero del Trono.
El ascenso al Trono de Felipe III y el comienzo del marqués de Denia como valido llevó a Pascual a un avance aún más espectacular en el Gobierno. El 25 de diciembre de 1598 fue nombrado uno de los dos tesoreros generales, así como miembro del Consejo de Hacienda. Era el comienzo de un ascenso vertiginoso hacia el poder. Cuando la Corte partió hacia el este con motivo del matrimonio del nuevo Rey, logró hacerse un hueco en el corazón del gobierno al ser nombrado miembro de la Junta de Hacienda (8 de marzo de 1599) y de la Junta de Obras y Bosques (15 de julio de 1599). En 1600 fue admitido en la Orden de Santiago (4 de agosto), confirmando de esta manera su linaje de castellano viejo. Esta noticia fue muy del agrado de Lerma, manifestando que “ha sido para mí nueva de mucho gusto” (British Library, 28.423).
En 1601, Pascual fue nombrado miembro de la Junta de la Hacienda del Reino de Portugal (20 de octubre).
Cuando el Consejo de Hacienda se reorganizó en 1602, Pascual fue elegido uno de los consejeros del nuevo órgano reformado.
Entonces Pascual se convirtió oficialmente en el principal consejero económico de Lerma, al quedar bajo su control las negociaciones del Gobierno con los banqueros para la concesión de créditos, la adjudicación de contratos y las recomendaciones sobre una completa gama de arbitrios para recaudar fondos.
Fray Juan de Sepúlveda le describió mordazmente como el símbolo del nuevo régimen: “Ahora no se sabe otro nombre más que Juan Pascual [...] Es uno de los que ahora mandan el mundo, y tiene gran cabida con el Duque” (Sepúlveda, 1922: 266-267). Sin embargo, Juan Pascual carecía por completo de conocimientos sobre estrategia financiera y hacia 1602 su posición comenzó a socavarse tanto por sus propios errores como por el creciente ascenso de Pedro Franqueza.
No obstante, incluso en su declive conservó el afecto y el respeto de Lerma (“deseo yo a Juan Pascual todo vien y que lo procuro”) (British Library, 28.425), quien continuó protegiéndole. Cuando murió en 1605, sus bienes se encontraban confiscados por la Corona, pendientes de una investigación acerca del origen de su fortuna, pero no se llegó a ninguna conclusión. A pesar de todo, su carrera no tuvo precedentes hasta la década de 1630. También creó el modelo para Franqueza, que aprendió mucho de él.
Fuentes: y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago, exp. 6278; Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, Títulos de oficios, leg. 28; Consejo de Hacienda, leg. 385, fol. 244, British Library, Additional manuscripts, 28.423, fols.161-2 y 28.425, fol. 92v.
L. Cabrera de Córdoba, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, Madrid, Imprenta de J. Martín Alegría, 1857 (ed. con prefacio de R. García Cárcel, Valladolid, Consejería de Educación y Cultura, 1997); J. López Ossorio, “Principio, grandezas y caída de la noble villa de Medina del Campo de su fundación y nombre que ha tenido hasta el tiempo presente”, en I. Rodríguez y Fernández, Historia de la muy noble, muy leal y coronada villa de Medina del Campo, Madrid, Imprenta de San Francisco de Sales, 1903- 1904; J. de Sepúlveda, “Sucesos del reinado de Felipe III”, en Ciudad de Dios, CXXVIII (1922), págs. 33-47, 100-111, 208- 217, 259-270, 338-353 y 413-421; CXXIX (1922), 32-40, 95-105, 175-184, 253-262 y 413-421; y CXXX (1922), 15- 25, 174-185 y 346-356; I. A. A. Thompson, War and Government in Habsburg Spain 1560-1620, London, Athlone Press, 1976; P. Williams, The great favourite. The Duke of Lerma and the court and government of Philip III of Spain, 1598-1621, Manchester, University Press, 2006.
Patrick Williams