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Andrés Cortés de la Serna

Biografía

Cortés de la Serna, Andrés. Sevilla, c. 1569 – Panamá, c. 1645. Procurador general, alcalde ordinario de Panamá, transportista, comerciante, receptor de la sisa, depositario general, tesorero y factor de la Real Hacienda del reino de Tierra Firme.

Según la probanza secreta que solicitó Andrés Cortés de la Serna en Panamá el año 1616, era hijo legítimo de Gaspar Cortés y de María de la Serna “vecinos que fueron de la ciudad de Sevilla hijosdalgo notorios habidos y tenidos por tales”. Este matrimonio tuvo varios hijos varones: Andrés y Baltasar, ambos casi de la misma edad, y Juan, el menor.

Los tres hermanos Cortés de la Serna estuvieron por largos períodos vinculados al funcionariado de Hacienda en Panamá, como contadores o tesoreros interinos, como arrendadores de la alcabala y receptores de la sisa. Uno fue depositario general de la ciudad y los tres fueron miembros del cabildo capitalino, como veinticuatros, procuradores o alcaldes ordinarios.

Todos fueron reputados como competentes administradores de la Hacienda Real o en el ejercicio de la justicia. Estuvieron activos en Panamá desde la última década del siglo XVI hasta mediados del siglo siguiente.

Acumularon fortuna, dedicándose a varios negocios lucrativos. Casaron en Panamá y su descendencia conservaba todavía el apellido compuesto a fines del siglo XVII, lo que sugiere el prestigio que esta familia seguía gozando.

Andrés y Baltasar, según qué fuente se utilice, nacen entre 1568 y 1574. En 1610 en la probanza secreta del capitán Lorenzo de Roa, Andrés dice que es “de más de 40 años” (luego habría nacido antes de 1570), y en unos Testimonios de Autos de agosto de 1615 declara dos veces tener cuarenta y cinco años. En la probanza secreta del abogado Pedro de la Cueva, hecha en 1611, declara tener cuarenta años “poco más o menos”, luego habría nacido hacia 1571. El 11 de abril de 1617, en la información secreta de Andrés Pérez de Salinas declara tener “más de 45 años”. En la información secreta de méritos del capitán Gaspar de Zurita, el 6 de mayo de 1617 Andrés declaraba tener “más de cuarenta y seis años”. En 1618 en la probanza de méritos secreta de Juan de la Fuente Almonte, Andrés declara tener “44 años más o menos”, mientras que Baltasar dice que él es de “45 años más o menos”. Según esto, habrían nacido, respectivamente en 1574 y 1573, en cuyo caso Baltasar sería el mayor. Otras fuentes sugieren que Baltasar era en efecto el mayor, aunque con más años de diferencia. En la información de méritos y servicios de Cristóbal Núñez Guerra y de su hijo el clérigo Eugenio Guerra de Acuña, hecha en febrero de 1613, Bartolomé declara tener “más de 45 años”, luego habría nacido antes de 1568.

En 1628 Andrés dice tener cincuenta y tres años; en 1629 declara haber cumplido cincuenta y cuatro años; en febrero de 1630 que era de “más de 55 años”, y en 1637 que tenía sesenta y cuatro años. Como era típico de la época, los hermanos Cortés sólo daban la fecha de su nacimiento por aproximación. Lo mismo sucede cuando se refieren a los años que dicen estar residiendo en Panamá, o que conocen a tal o cual persona.

En una deposición que ambos hacen en 1629 declaran residir en la ciudad de Panamá “más de cuarenta años”; en la probanza secreta de Andrés, del año 1616, éste pide confirmación de estar residiendo en Panamá “ha treinta años”. Según esto, habrían llegado a Panamá hacia 1586, cuando él y su hermano Baltasar eran aún adolescentes.

Andrés empezó su carrera pública muy temprano, cuando apenas había alcanzado la mayoría de edad.

En 1594 fue nombrado procurador general por el cabildo de la ciudad de Panamá, y ese año y el siguiente participó de las gestiones para la creación del convento de monjas de La Concepción. Como en aquella época la ley establecía que la mayoría de edad se alcanzaba a los veinticinco años (y antes de eso ni se podía heredar ni mucho menos ejercer un cargo público como el de procurador general de la ciudad), es probable que Andrés hubiese nacido antes de 1570 o 1569. El hecho es que fue Andrés quien propuso formalmente al Consejo de Indias, en su carácter de procurador general de la ciudad, la creación del convento de La Concepción, y suplica en 1595 a la Corona que autorice la libranza de 30.000 pesos ensayados de las Cajas Reales de Panamá para su construcción.

Andrés fue el más destacado de los tres hermanos, o al menos el mejor documentado. Fue elegido seis veces alcalde ordinario, clara indicación del predicamento que gozaba dentro de la élite. Durante cinco años ejerció como tesorero juez oficial real y otros cinco años como factor de la Real Hacienda, por lo que el gobernador y presidente Álvaro de Quiñones Osorio le recomendaba en 1631 para el cargo de contador de Hacienda en propiedad, considerándole “muy práctico en esta materia”. Lo definía, además, como “persona noble y antiguo vecino de esta ciudad y de toda consideración”. En 1631 se calculaba su fortuna en 50.000 pesos. Entre sus negocios tenía casa de alquiler en Portobelo y dos embarcaciones para el transporte en el río Chagre. Estos barcos ya los tenía en 1617, y continuaba explotándolos entre 1638 y 1644. Al parecer falleció muy poco después.

Su hermano Baltasar fue veinticuatro del cabildo de Panamá entre las décadas de 1620 y 1650 y alcalde ordinario en 1616, 1624 y 1626. En 1607, en sociedad con Francisco Rodríguez de Santa Cruz, compra al factor de la Real Hacienda Diego de Ortega Funes, un tejar en Pacora por 3.000 pesos ensayados de plata. Era propietario de un gran hato de ganado en 1609, con 3.000 reses. En 1615 actúa como depositario general en el proceso criminal del contador Juan Pérez de Lezcano, al mismo tiempo que su hermano Andrés ejerce como tesorero de la Real Hacienda. Remata en compañía de otros cinco vecinos el encabezamiento de la alcabala para el período 1614 a 1620.

Para esos años, Baltasar era factor del prominente mercader peruano Gregorio de Ybarra, gran coleccionista de obras de arte, a quien le envió en una ocasión desde Panamá un cajón con instrumentos musicales y en su nombre compró un importante inmueble en Lima. Baltasar Cortés debía gozar de bastante solvencia, pues en las nóminas del donativo a la Corona de los años 1622 y 1623, aportó doscientos pesos. Los tres hermanos contribuyeron para la ocasión: Andrés donó 200 pesos y Juan 100 pesos. En comparación con lo que dieron otros vecinos, estas cifras los colocan entre los miembros acomodados de la ciudad.

Juan era probablemente el menor de los hermanos varones. Fue veinticuatro en la década de 1620, receptor de la sisa en la década de 1630, y el presidente Álvaro de Quiñones Osorio lo recomienda para tesorero titular de la Real Hacienda, basado en que “ha servido oficios de justicia” y en que era “hombre noble y capaz”. Para 1631 su fortuna se calculaba en 80.000 pesos. En 1640 era depositario general de la ciudad y participaba activamente en el cabildo en los debates sobre la falta de esclavos en el mercado local (carestía producida por la ruptura de Portugal con España, dado que Portugal era el principal proveedor de esclavos de las colonias españolas). El cargo de depositario general seguía ejerciéndolo en 1663, año en que además había sido elegido alcalde ordinario del cabildo, como consta en un testimonio de autos con la nómina de los dueños de recua, donde aparece como uno de ellos.

Hermana de los Cortés fue Gerónima Cortés de la Serna, quien casó en Panamá con el capitán Juan de Aburruca, deudo (es decir, pariente) del presidente Rodrigo de Vivero y Velasco, recién confirmado conde del valle de Orizaba, a quien éste nombró en 1628 castellano del fuerte de Santiago en Portobelo en lugar y por muerte del castellano Pedro Meléndez.

Este matrimonio ilustra un caso típico del presidente que llega con su séquito de parientes, criados y allegados; trata de acomodarlos en algún empleo, y tanto mejor si logra insertarlos en la elite local, como en este caso. Aunque la ventaja era también para la parentela de la desposada.

Cierto documento de 1689 menciona a una Beatriz Cortés de la Serna, ya anciana para esa fecha. No se sabe si era hija de alguno de los Cortés de la Serna.

También queda constancia de un capitán Juan Cortés de la Serna que declara tener treinta y siete años en 1663 y que debió de nacer en Panamá hacia 1626, tal vez hijo del depositario general del mismo nombre.

Con posterioridad a la década de 1660, la documentación guarda silencio sobre esta familia, lo que podría sugerir que perdieron predicamento social.

Después de esa década, ningún Cortés de la Serna aparece como miembro del cabildo, o del funcionariado, ni en las nóminas de propietarios de barcos o de recuas.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Panamá 63 A N.º 8, Información de méritos y servicios de Andrés Cortés de la Serna, Panamá, 6.V.1616; Panamá 63 A N.º 2, Información de méritos y servicios del capitán Lorenzo de Roa, Panamá, 17.V.1610; Panamá 63 A N.º 14, Información de méritos y servicios del capitán Juan de la Fuente Almonte, Panamá, 31.V.1618; Panamá 63 A N.º 3, Información de méritos y servicios de D. Pedro de la Cueva y Navarrete, Panamá, 6.VI.1611; Panamá 63 A N.º 4, Información de méritos y servicios de Cristóbal Núñez Guerra y su hijo Eugenio Guerra de Acuña, Panamá, 1.III.1613; Panamá 63 A N.º 12, Información de méritos y servicios del capitán Gaspar de Zurita, Panamá, 13.IV.1617; Panamá 63 A N.º 11, Información de méritos y servicios de Andrés Pérez de Salinas y su hijo el clérigo Bernardo de Salinas y Zúñiga, Panamá, 6.IV.1617; Panamá 30, Testimonio e interrogatorio pedido por Andrés Cortés de la Serna, como procurador general de la ciudad para que se haga merced al convento de monjas de La Concepción, Panamá, 29.XI.1594; Panamá 30, Carta de Andrés Cortés de la Serna, Panamá, 2.VI.1595 con Testimonio de autos sobre la fundación del convento de La Concepción, Panamá, 5.I.1597; Panamá 32, Memoria de los vecinos de Panamá que tienen casas en Portobelo y no las habitan, Panamá, 8.VI.1618; Panamá 34 A, Autos con declaración de bienes de Diego de Ortega Funes, Panamá, 2.XI.1607; Panamá 46, Memoria de los hatos de ganado que hay en la jurisdicción de esta ciudad y gobernación de Natá, Panamá, año 1609; Panamá 30, Remate del encabezamiento de la alcabala en Panamá en 1614; Panamá 35, Cuentas de la sisa de la puente, años 1632 a 1636; Panamá 18, Relación de personas, propuestas para los cargos de contador y tesorero de Real Hacienda, con carta de Álvaro de Quiñones Osorio, Panamá, 23.IX.1631; Panamá 71, Carta del Cabildo sobre la falta de esclavos, Panamá, año 1640; Panamá 23, Testimonio de autos mandado hacer por el presidente Riba Agüero e información de los dueños de mulas de Panamá, Panamá, 23.I.1663 a 26.V.1663; Panamá 35, Carta del presidente Rodrigo de Vivero y Velasco al rey, Panamá, 24.VII.1628.

G. Lohmann Villena, Plata del Perú, riqueza de Europa: Los mercaderes peruanos y el comercio con la Metrópoli en el siglo XVII, Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2004, págs. 129-130; A. Castillero Calvo, Sociedad, Economía y Cultura Material, Historia Urbana de Panamá la Vieja, Buenos Aires, Imprenta Alloni, 2006, págs. 623-626.

 

Alfredo Castillero Calvo