López, Andrés. Medina del Campo (Valladolid), m. s. xvi – Panamá, 1585. Religioso jesuita (SI).
Nació en Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, a mediados del siglo xvi, y pasada la primera etapa de su vida aparece ya formado y saliendo en 1571 del colegio jesuita de Madrid para iniciar el 8 de junio de 1571 su travesía hacia Perú con la armada de Pedro Menéndez de Avilés.
Realizó el viaje en compañía de otros dos miembros de la Compañía de Jesús, el padre José Acosta, también hijo de una familia vecina de Medina del Campo, y del hermano Diego Martínez. El 13 de septiembre de 1571 ya se encontraban en Santo Domingo, como consta en un memorial que el padre Acosta escribió y remitió desde allí al padre general de la Compañía. El reducido grupo que formaba esta tercera expedición que los jesuitas enviaban a tierras del virreinato de Perú, llegó el 28 de abril de 1572 finalmente a Lima.
Años después, en 1631, el cronista jesuita Giovanni Anello Oliva escribió a propósito del interés por mantener la presencia de la Compañía de Jesús en el virreinato del Perú: “[m]as como fuere muy intenso el deseo del Santo Padre Francisco de Borja de acudillos y favorecellos en todas ocasiones, ninguna se le ofrecía en que pudiese enviar algún socorro de obreros fervorosos y ministros evangélicos que no les enviase, tanto por cuanto en las provincias de España en aumento de la Compañía en casas y en número de sujetos, y así el año de 1571, a ocho de junio, partieron de San Lúcar para el Perú tres grandes pilares para esta nueva Cristiandad, que fueron el padre José de Acosta, el padre Andrés López y el hermano Diego Martínez”.
El padre Andrés López, junto al padre Acosta, inauguró en 1572 el colegio de San Pablo de Lima, en el que pasó a desempeñar la cátedra de Teología.
Desempeñó diversos cargos dentro de la Compañía de Jesús en Perú, entre ellos el de procurador de la provincia en 1576. En 1578 tuvo lugar la fundación del colegio de Arequipa, del que fue su primer rector.
Años después, en 1582, también intervino junto a otros padres y hermanos jesuitas en la fundación del colegio de la ciudad de La Paz o Chuquiabo, del que también sería su primer rector, tal y como lo relata en 1620 el jesuita Gerónimo Pallas, en la crónica de su viaje hasta las tierras peruanas: “[f ]undóse la ciudad de La Paz por los años de mil y quinientos y cuarenta y nueve, en un sitio que esta viniendo de Potosí al Cuzco, en el cual se dice que los Ingas tenían muchas y ricas minas y fértiles cosechas de oro en las arenas de los ríos, cuales corren, y que por llamarse el oro en su lengua choque y la heredad yapo, le vino el nombre que los españoles corrompieron después en el que hoy tiene de Chuquiabo, de suerte que esta ciudad está poblada en una de las más ricas tierras del Perú, entre grandísimas y pobladísimas provincias de indios; y en ella, debajo de la invocación de la Santísima Trinidad, se fundó el Colegio de la Compañía de Jesús el año de mil y quinientos y ochenta y dos. Dieron principio a esta fundación el padre Andrés López, el padre Alonso de Barzana, el padre Leandro Felipe y los hermanos confesores Gonzalo de Belmonte, Gonzalo Pérez; y porque poco después de fundado el Colegio fue elegido en procurador a Roma el padre Andrés López, sucedió en el oficio de Rector de Chuquiabo el padre Esteban Cabello, el cual mostró su entereza y valor en las cosas de Dios volviendo por la justicia y autoridad de la jurisdicción eclesiástica”.
En los tiempos de la celebración del III Concilio Limense (1582-1583), el padre Andrés López fue nombrado primer procurador en España, por lo que dejó Perú en 1583. Una vez terminadas las labores del Concilio, el padre Acosta recibió el encargo de recopilar sus conclusiones y de ocuparse de redactar y editar catecismos y gramáticas en las lenguas indígenas, con su orden y aprobación. Y por su parte, el padre Andrés López se ocupó de obtener la Real Orden de 7 de agosto de 1584, dirigida a Fernando de Torres y Portugal, conde del Villardompardo, nombrado virrey del Perú, y Toribio Alonso de Mogrovejo, arzobispo de Lima, dispensando de la censura del Consejo de Indias a los catecismos y gramáticas en lenguas quechua y aimará, autorizando que se imprimiesen con la propia corrección de los padres de la Compañía de Jesús. Para estos trabajos los jesuitas se sirvieron de la de Antonio Ricardo de Turín, quien se trasladó con sus prensas a la ciudad de Lima, siendo el impresor italiano el encargado de dirigirla y manejarla para tales fines.
El padre Andrés López murió en Panamá en 1585, en el transcurso de su viaje de regreso a Lima, la capital del virreinato del Perú.
Bibl.: G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981, págs. 779-780; J. de Acosta, Historia natural y moral de las Indias, ed. de J. Alcina Franch, Madrid, Historia 16, 1987, págs. 9-10; F. Esteve Barba, Historiografía indiana, Madrid, Editorial Gredos, 1992, págs. 114-115; E. Lorenzo Sanz, Cuatro mil vallisoletanos y cien poblaciones en América y Filipinas, Valladolid, Diputación Provincial, 1995, pág. 170; G. A. Oliva (SJ), Historia del Reino y Provincias del Perú y vidas de los varones insignes de la Compañía de Jesús (1631), ed., pról. y notas de C. M. Gálvez Peña, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1998, págs. 260-261; G. Pallas, “Misión a las Indias con Advertencias para los Religiosos de Europa, que la hubieren de emprender, como primero se verá en la historia de un viaje y después en discurso (1620)”, transcrip. y present. de P. Numhauser, en L. Laurencich Minelli y P. Numhauser (eds.), Sublevando el Virreinato. Documentos contestatarios a la historiografía tradicional del Perú colonial, Quito, Abya-Yala, 2007 (CD), págs. 165-166.
Manuel Casado Arboniés