Rodríguez de Marañón, Gonzalo. ?, c. 1120 – c. 1179. Noble, conde.
Noble navarro afincado en Castilla, a Gonzalo Rodríguez o Ruiz, como puede aparecer en la documentación, se le considera hijo de Rodrigo Pérez de Marañón, que debió de entrar en vasallaje con Alfonso VII al tiempo que el rey navarro García Ramírez. Quizás fue entonces cuando se concertó el matrimonio de Gonzalo con Mayor García de Aza II, hija de García de Aza y nieta del conde García Ordóñez, vía por la cual entró en contacto con los Aza y con sus parientes los Lara. Ya se hallaban casados en 1139 y dos años después intervino como marido suyo en una donación conjunta de la parentela de los Lara y Aza al Monasterio de San Pedro de Arlanza. Sin embargo, Gonzalo no participó activamente en la Corte del Emperador hasta mayo de 1148, cuando comienza a confirmar en sus diplomas, aunque debió de cobrar mayor relevancia en 1151, cuando los castellanos consiguieron de Navarra la cesión del castillo de Marañón. No en vano estuvo al lado de Sancho III cuando éste recibió de su padre el gobierno del sector oriental castellano, hasta que en febrero de 1155 se hizo cargo de la alferecía del Emperador, cargo que hasta entonces había ocupado Nuño Pérez de Lara.
Partidario de este linaje durante la conflictiva minoridad de Alfonso VIII, Gonzalo gozó de la entera confianza del Monarca, pues al poco de acceder a la edad adulta le confió su alferecía, que desempeñó entre 1171 y fines de 1178. Además, recibió la dignidad condal en 1174, con la que figura en muchos privilegios del período y algunos documentos particulares, como la donación efectuada por el conde Nuño Pérez a la Catedral toledana, cuando ambos se hallaban en el asedio de Cuenca (1177). Quizás sufrió las consecuencias de éste último enfrentamiento armado, pues no tardó en fallecer, aunque lo único que sabemos es que abandonó la alferecía en noviembre del año siguiente, siendo sustituido por su pariente Gómez García de Roa. Ya se hallaba difunto en 1180, cuando su viuda acordó con la Abadía de Covarrubias el reparto de ciertas rentas y derechos en varias localidades burgalesas.
La condesa también dispuso de amplias heredades en Bujedo de Juarros y Aza. Las primeras sirvieron para dotar un nuevo monasterio en vida de Gonzalo y Mayor (1159), y las segundas para fundar un cenobio femenino en Aza, casa auspiciada por su viuda en 1182, dependiente de la anterior y regida por una de las hijas de ambos condes, de nombre Inés. Los esposos poseyeron, además, propiedades en Toledo, Sepúlveda y Guadalajara y la mitad de la villa de Sartaguda, recibida del Emperador. Finalmente, en la década de 1170 Gonzalo obtuvo Villasequilla y vio confirmadas sus posesiones y derechos en las Encartaciones vizcaínas, excepto la de las Mamblas.
Hijos de ambos esposos fueron Fernando, Pedro, Almerico, Nuño, Gómez e Inés González de Marañón, con cierta presencia documental a fines del siglo xii y principios de la siguiente centuria. De ellos parece que Fernando fue el primogénito, pues es el primero en incorporarse a la curia regia. Maestre de la Orden de Santiago entre 1206 y 1210, apenas ha dejado noticias. Más destacado fue su hermano Pedro, partidario de los Lara durante el conflictivo reinado de Enrique I.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; J. González González, El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1960; M. Recuero Astray, Alfonso VII Emperador, León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1979; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.
Antonio Sánchez de Mora