Gómez, Rodrigo. Castilla, c. 1110 – ?, 1147. Noble, conde y tenente de Bureba, ayo del infante García.
Noble castellano, hijo del conde Gómez González, el de Candespina, y de su esposa Urraca Muñiz. Nacido en momentos de gran inestabilidad política y sin la protección de su difunto padre (muerto en 1111), se desconoce qué fue de él hasta su acceso a la vida pública, confirmado en los diplomas castellano-leoneses a partir de 1126. Es de notar que, como otros tantos castellanos, se mostró reticente al advenimiento de Alfonso VII, y se alió con su rival Alfonso I el Batallador. Quizás pretendiera recuperar el control de la Bureba, región que habían gobernado su padre y su abuelo y que estaba en poder del monarca navarroaragonés desde hacía una década. De ser cierta esta hipótesis, la maniobra no tuvo éxito, pues no consta que el Batallador le confiara su tenencia. Por eso debió de regresar a Castilla y acatar la entronización del sucesor de doña Urraca. Desde entonces permaneció fiel a Alfonso VII, quien, en premio a su lealtad, le concedió la dignidad condal (1128) y el gobierno de algunas circunscripciones, aunque no está claro si el tenente de las Asturias de Santillana fue éste o el conde Rodrigo González de Lara. Es de notar, además, la existencia de otro Rodrigo Gómez, de origen gallego, aunque éste no recibió el título condal.
El hijo de Gómez González intervino en la concesión de fuero a la localidad de Abia (1130) y cuando el Soberano recuperó la comarca burebana, se la entregó en tenencia, junto a plazas como Belorado o Cerezo de Río Tirón. No sorprende, por tanto, que el conde poseyera intereses patrimoniales en estas zonas y una estrecha relación con el monasterio de San Salvador de Oña, al que benefició en más de una ocasión.
Presente en la ceremonia de coronación imperial de Alfonso VII (1135), éste le concedió propiedades en el alfoz de Ubierna y, ya en los años cuarenta, el gobierno de Castilla la Vieja y Asturias de Santillana, sin que por ello perdiera el control de la Bureba. Por estas fechas contrajo matrimonio con Elvira Ramírez, hija, al parecer, del infante navarro Ramiro Sánchez. Juntos se ocuparon de la crianza del infante García, hijo del Emperador, según se revela en un documento de 1142. Fueron años de reconocimiento social y político, aunque Rodrigo no pudo disfrutarlos por largo tiempo. El conde eligió un momento significativo para preparar su sucesión, pues en 1147, cuando Alfonso VII otorgó fuero a la villa de Pancorbo, confirmó el documento junto a su hijo Gonzalo, tenente de la Bureba bajo la tutela paterna. Quizás el conde era consciente de que le quedaba poco tiempo, pues falleció a los pocos meses, dejando viuda y dos hijos: Gonzalo y Sancha Rodríguez.
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Antonio Sánchez de Mora