Cervera, Guillem Dalmau. ?, s. m. xi – c. 1133. Noble, miembro del consejo del conde Ramón Berenguer III.
Estaba vinculado al destacado linaje de los Cervera, hijo de Dalmau de Cervera, casado con Solestén, abuelo de Guerau de Jorba y de Guillem de Cervera.
Guillem Dalmau ejerció el dominio en un conjunto notable de distritos castrales en la Cataluña central e interior: Tous, Òdena, Rubinat, Ondara, Montagut, Pinyana, Montbrió, Cervera, Gramuntell, Montornés, Guimerà, Montoliu, Vilagrasseta, Llindars —infeudado a Sant Pere dels Arqueéis—, Sant Antolí, Espelt, Montlleó, Freixanet, Malgrat —infeudado a Santa María de Solsona—, Gavar, Timor, Miralles, Massana, el Galobard, Calders, Guàrdia dels Prats, Castelldans, Juneda, Gebut, Calaterrà, algo en Tarragona, el alodio de Bañeras del Penedés, y las bailías de Flix (de Bellcaire de Urgell), Tordera y Curullada, según constaba en su testamento. Disponía además de importantes sumas de dinero, que le permitieron hacer préstamos, como los sesenta y seis morabetinos que dejó al conde de Barcelona, Ramón Berenguer III. Con el oro que tenía pudo comprar el dominio de Montoliu en el condado de Manresa por una cantidad destacable de 500 mancusos de Valencia en 1112.
Fue uno de los diez miembros del consejo secreto de Ramón Berenguer III entre 1112 y 1132, y como integrante de su séquito confirmó varias escrituras condales. Además participó en distintas iniciativas orientadas a feudalizar la Cataluña Nueva, formando parte de la comitiva aristocrática del obispo Oleguer en sus primeros tiempos en el señorío tarraconense, más bien infructuosos, pero donde detentó algún tipo de patrimonio. También era uno de los aristócratas que se estableció como señor en las proximidades de Lérida antes de su conquista, donde el conde le encomendó los castillos de Castelldans y Gebut.
La eventual toma de la ciudad andalusí de Lérida peligró por las pretensiones del monarca aragonés Alfonso el Batallador, por lo que Ramón Berenguer III hizo un trato con el valí de Lérida, Abel Hilel, en 1120. Éste cedió una serie de castillos —Castelldans, Gebut, Calaterrà y Montagut de Llitera—, que de un modo u otro pasaron a manos de Guillem Dalmau.
Había firmado el compromiso y posiblemente obtuvo dichas fortificaciones por haber participado en la negociación. Sin embargo, las relaciones con el conde tuvieron también episodios de tensión, como se manifestó en la disputa causada por la percepción de una serie de exacciones injustas en la localidad de Cervera por parte de Guillem Dalmau, que forzaron una concordia con el conde en 1129. Ésta permitía al conde participar de algunos de estos beneficios, quien aprovechó la controversia para recuperar el dominio eminente en dicho lugar.
Bibl.: F. Miquel, Liber Feudorum Mayor. Cartulario real que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón, Barcelona, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1945; S. Sobrequés, Els grans comtes de Barcelona, Barcelona, Vicens Vives, 1961; A. Altisent, Història de Poblet, Poblet, Abadía de Poblet, 1974; “Seguint el rastre de Guerau de Jorba i el seu llinatge”, en Aplec de treballs. Centre d’estudis de la Conca de Barberà, I (1978), págs. 33-83; E. Morera, Tarragona cristiana, t. I, Tarragona, Diputación, 1981 (1.ª ed., 1897-1899); A. Duran i Sanpere, S. Sobrequés i A. Fluvià, Gran Enciclopèdia Catalana, vol. VII, Barcelona, Enciclopedia catalana, 1987 (1.ª ed. de 1973); A. Altisent (ed.), Diplomatari de Santa Maria de Poblet, anys 960-1177, Barcelona, Abadía de Poblet y Generalitat de Cataluña, 1993.
María Bonet Donato