Fernández, Gutierre. ?, c. 1070 – 1119 post. Noble, mayordomo de la reina Urraca.
Noble leonés, hijo de Fernando Hermenegíldez y su esposa Juliana, distinto, por tanto, de su homónimo de la casa de Castro y, pese a que tradicionalmente se les ha confundido con un único personaje, no parece que exista ninguna relación entre ellos. Por un documento de 1084 otorgado por sus progenitores y por una concesión de la abadesa Urraca al monasterio de Sahagún de 1101 se deduce la filiación de Gutierre y sus hermanos Hermenegildo, Urraca, Mayor, María y Munia Fernández, sin que se identifique a qué clan nobiliario pertenecían.
Gutierre Fernández debió acceder a la mayoría de edad en 1089, fecha en la que se incorpora a la curia de Alfonso VI de León y Castilla, aunque su presencia en la Corte no se hizo asidua hasta 1110, cuando reinaba doña Urraca. La Soberana demostró gran confianza en este magnate, pues le concedió su mayordomía en 1111, conservándola, que se sepa, hasta 1117. Debió estar relacionado con los nobles leoneses partidarios de la Reina en los duros años en los que su autoridad fue contestada por su marido Alfonso el Batallador, su cuñado Enrique de Lorena y parte de la nobleza gallega, hallándose acaso próximo al conde Suero Bermúdez. Sin embargo, su sustitución por el riojano Jimeno López enrareció la situación. Según la Historia Compostelana, en 1119 Gutierre Fernández acusó al conde Pedro González de Lara de tener demasiadas confianzas con la Reina, por sus relaciones extramatrimoniales, motivo por el cual lo capturó y llevó preso al castillo de Mansilla. Que este magnate había adquirido demasiado protagonismo era algo obvio para la Corte, aunque lo cierto es que detrás de su actitud debió de estar una reacción de la nobleza leonesa contra el excesivo protagonismo que habían adquirido los castellanos en general y el de Lara en particular. En todo caso, no parece que su prisión fuera muy duradera, pues los diplomas emanados de la cancillería regia no se hacen eco de una ausencia prolongada, y tampoco se sabe cómo se solucionó el entuerto, pues no se produjeron cambios significativos en la Corte. Respecto a Gutierre, nada más se nos dice en las fuentes, por lo que, si no falleció por entonces, debió quedar relegado a un segundo plano.
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Antonio Sánchez de Mora
