Oriundo de Navarra, fue hijo del conde castellano Gonzalo de Marañón, alférez real de Alfonso VIII entre 1171 y 1178. Pudo formar parte de la cofradía de Cáceres que, organizada por Pedro Fernández, dio paso a la Orden Militar de Santiago en 1170.

Accedió al maestrazgo de la Orden en 1206 tras la muerte de su titular Suero Rodríguez, y aunque su corto gobierno de sólo cuatro años no le diera ocasión a materializar muchas iniciativas, sí se sabe que concertó un acuerdo de hermanamiento con la Orden de Calatrava y que contribuyó a dinamizar la repoblación de sus dominios concediendo los fueros de Uclés y Ocaña a Huélamo y Villarrubia de Santiago, respectivamente, y actualizando la carta de derechos de Ocaña. Se sabe también que mantuvo una comunicación relativamente fluida con la Sede Apostólica, cuyo titular, Inocencio III, dirigió al maestre cinco bulas entre 1207 y 1210: en ellas el Papa defendía los derechos fiscales de los santiaguistas, respondía a consultas de orden disciplinario formuladas por el maestre, conminaba al cumplimiento de la regla en lo tocante a matrimonios, terciaba en las diferencias entre el clero de Uclés y la Orden, y confirmaba el estatus jurídico y las posesiones de los freires. [...]