Manrique de Lara, Nicolás. Marqués de Lara (I). San Cristóbal de Guanique (Perú), 1679 – Madrid, 19.V.1753. Gobernador del Consejo de Castilla.
Nacido en la actual localidad peruana de San Cristóbal de Guanique durante el año de 1679, Nicolás Manrique de Lara era hijo de Diego Manrique de Lara, natural de Lima, caballero de la Orden de Santiago, y que llegó a ejercer el cargo de corregidor de Potosí, y de Juana Polanco de Guzmán, descendiente de una familia asentada en la zona chilena. Tanto su ascendencia paterna como materna eran peninsulares que se habían asentado dentro de la Administración indiana de la Monarquía Hispánica.
No se tiene mucha información sobre la vida de Nicolás Manrique, hasta su traslado a la Península tras su nombramiento como consejero togado supernumerario del Consejo de Indias en 1708. Aún así, el primer dato que se conoce es que fue recibido como colegial de San Martín de la ciudad de Lima, permaneciendo como colegial por más de doce años, llegando a ejercer en dicho colegio el cargo de pasante.
En la Universidad de San Marcos de Lima recibió toda su formación académica. Allí estudió Latinidad, Gramática, Cánones y Leyes. Se especializó en el estudio de Cánones y recibió en dicha Universidad los grados de bachiller, licenciado y doctor. Tras terminar sus estudios, ejerció en ella el cargo de regente de Conferencia de la Facultad de Cánones de la Universidad de San Marcos, siendo también presidente y replicante en diferentes lecciones y conclusiones en dicha Facultad y suplente en diferentes cátedras de la Facultad de Leyes. Posteriormente consiguió una beca por parte del virrey del Perú para preparar la oposición a la cátedra de Digesto Viejo de esta Universidad aunque no se sabe si consiguió la plaza. Finalmente se recibió como abogado en las Audiencias de Lima y de La Plata.
Su suerte cambió cuando el 15 de julio de 1708 fue nombrado consejero togado supernumerario del Consejo de Indias con ejercicio pleno, goce y opción a entrar en el número en futuras vacantes. La escasa experiencia profesional de Manrique de Lara y el hecho de que fuera nombrado directamente por una Real Orden sin consulta de la Cámara hacen sospechar que fuera una venta más o menos camuflada de la plaza y más, si se tienen en cuenta las necesidades económicas de la Monarquía en plena Guerra de Sucesión.
A finales de este mes el nuevo consejero de Indias ya se encontraba en la Península, y juró su cargo el 30 de junio.
Una vez establecido en Madrid, a la altura de 1712, se casó con Nicolasa María San Martín Noriega, propietaria de un oficio de escribano de Cámara del Consejo de Castilla. De este matrimonio no existe constancia de que tuviera ningún hijo.
Permaneció con el grado de consejero supernumerario durante cinco años hasta que la reforma llevada a cabo por Macanaz en la estructura polisinodial de la Monarquía le posibilitó ser nombrado, el 10 de noviembre de 1713, consejero togado del Consejo de Indias. En su nueva plaza consiguió permanecer tras la caída de Macanaz en 1715, pero, finalmente, una reforma interna del Consejo de Indias le obligó a dejar su cargo el 20 de enero de 1717.
Se inició así un período de inactividad que se extendió durante cuatro años, hasta que, tras una petición suya, el 13 de enero de 1721 fue nombrado consejero togado del Consejo de Guerra por Real Orden sin consulta de la Cámara. Siendo consejero de Guerra, el 8 de febrero de 1725 se le concedieron honores y antigüedad como consejero del Consejo de Castilla al reconocerse como consejeros de Castilla los que desempeñaban los cargos togados del Consejo de Guerra. Los reconocimientos a su labor continuaron al serle concedido también el cargo honorífico de consejero del Consejo de Hacienda el 29 de abril de 1735, cuando su hermano, Francisco Manrique de Lara, consiguió la plaza de contador del Tribunal de Cuentas de Lima. Finalmente le fue reconocida su preeminencia social al serle concedido, el 10 de diciembre de 1739, el título de marqués de Lara.
Su siguiente ascenso en su cursus honorum administrativo tuvo lugar en mayo de 1742, cuando fue publicado, tras petición propia, su traslado al cargo de consejero del Consejo de Castilla. Tras una carrera de treinta y cuatro años, consiguió, por fin, llegar a la cima de la profesión judicial de la Monarquía.
Una vez asentado en el cargo de consejero real, Nicolás Manrique de Lara llevó a cabo una serie de comisiones exclusivas de dichos consejeros. Entre ellas, destacaron su nombramiento como consejero asesor del Consejo de Castilla en el Consejo de Inquisición el 21 de agosto de 1743 o la vocalía de la Junta de Dependencias de Extranjeros el 3 de febrero de 1744.
Ese mismo año también se encargó de presidir una junta constituida para resolver una nueva organización gubernativa de la ciudad de Orihuela, mientras que el 30 de agosto de 1748 fue nombrado protector del Monte de Piedad de Madrid.
De entre los consejeros de Castilla, fue elegido, por Real Orden de 24 de febrero de 1744, como camarista de la Cámara de Castilla. Ese mismo año, el 10 de septiembre, fue el encargado, a consecuencia del fallecimiento del cardenal Molina, del gobierno interino del Consejo de Castilla y de la Cámara de Castilla. La gobernación del Consejo de Castilla, a pesar de tener en este caso un carácter interino, era el segundo cargo más importante de la Monarquía, sólo superado en dignidad por el del propio Rey. Nicolás Manrique de Lara desempeñó este cargo durante casi dos años, hasta el nombramiento de Gaspar Vázquez Tablada como gobernador de este Consejo el 23 de agosto de 1746. A partir de este día permaneció como consejero y camarista de Castilla, llegando a encargarse, incluso, de la sucesión del propio Vázquez Tablada cuando éste fue sustituido durante el mes de agosto de 1749. En este caso la gobernación interina del Consejo apenas duró unos días, hasta el nombramiento del nuevo gobernador, Francisco Díaz Santos Bullón.
Tras esta segunda interinidad, Manrique de Lara continuó desempeñando sus cargos como consejero y camarista de Castilla, hasta que le sorprendió la muerte el 19 de mayo de 1753.
Obras de ~: Memorial ajustado, hecho con citacion, y assistencia de las partes, en virtud de auto del Consejo, del pleyto, que pende en él entre [...] Nicolás Manrique de Lara, Marqués de Lara [...] y Don Sancho Fernandez de Miranda Ponce de Leon, Marquès de Valdecarzana [...] como marido, y conjunta persona de Doña Ana Cathalina de Villacís Manrique de Lara, Condesa de Peñaflor [...] y como padre, y legitimo administrador de D. Judas Tadéo Fernandez de Miranda Manrique de Lara [...] sobre la tenuta, y possession del mayorazgo llamado de Amusco, y Redecilla [...], s. f. (ed de B. Caballero con el tít. Por el Señor D. Nicolàs Manrique de Lara, Marqués de Lara [...] con don Sancho Fernández de Miranda, Marqués de Valdecarzana [...] sobre la tenuta y possessión del Mayorazgo de Amusco, y Redecilla [...],Valencia, Universidad, 1997).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 136, 148 y 814; Quitaciones de Corte, leg. 35; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 6379 y 6380; lib. 736; Inquisición, lib. 431; Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Madrid, prots. 13.989 y 16.602.
J. López Yepes, El Monte de Piedad de Madrid en el siglo XVIII, vol. II, Madrid, Conferencia Española de Cajas de Ahorros, 1971, págs. 167-268; G. Bernard, Le Secrétariat d’Etat et le Conseil Espagnol des Indes (1700-1808), Génève, Librairie Droz, 1972, pág. 12; J. Fayard, “Los ministros del Consejo Real de Castilla (1621-1788)”, en Hidalguía, n.º 168 (septiembre-octubre de 1981), págs. 886-887; M. C. Irlés Vicente, “El control del municipio borbónico. La reforma municipal en Orihuela”, en Revista de Historia Moderna, n.os 8-9 (1988-1990), pág. 41; F. Andújar Castillo, Consejo y consejeros de guerra en el siglo XVIII, Granada, Universidad, 1996, pág. 229.
