Brochetón Muguruza, Luis. San Sebastián (Guipúzcoa), 16.X.1826 – Madrid, 2.III.1863. Pintor.
Donostiarra de origen, nació el 16 de octubre de 1826. Bautizado con el nombre de Juan, a causa de un error paterno fue llamado siempre Luis. El conocimiento del equívoco, pasada la treintena, le llevó a adoptar el nombre de Juan Luis, con el que firmó algunas obras y documentos.
Era hijo de Luis Brochetón y Francisca Muguruza, que le proporcionaron una esmerada educación. Habiendo superado con excelentes calificaciones la enseñanza secundaria, se trasladó a Madrid para completar su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que cursó la especialidad de Pintura. Todo parece indicar que debía de haber demostrado ya buenas dotes para el dibujo y la pintura en su ciudad natal y que allí debió de recibir algún tipo de formación que resulta desconocida, pues al ingreso en la escuela de la Academia sus profesores alababan su talento y buenas dotes.
Además de en la exposición celebrada en la Academia en 1850, a principios de esta década participa junto a otros de los alumnos aventajados del centro en la ejecución de retratos que ilustrarían las obras Estado Mayor General del Ejército Español (1851-1854) y Reyes Contemporáneos (1852), para los que realizan los de Javier de Azpiroz y María Ana de Sajonia, respectivamente.
Fue discípulo de Antonio Gómez Cros, en cuyo taller aprendió los rudimentos básicos de la técnica del retrato, y de Federico de Madrazo y Kuntz, con quien perfeccionó su técnica, que llegó a ser muy depurada y valorada por sus contemporáneos. Al igual que otros discípulos de Madrazo, intervino en la creación de la serie cronológica de los reyes de España, para la que pintó el Retrato de Alfonso VIII (1860).
Una etiqueta pegada al dorso del retrato de Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés, pintado en 1848, que se conserva en la Real Academia de la Historia, considera, erróneamente, que Brochetón fue discípulo de Vicente López, cosa que no se ha podido probar documentalmente y que, por estilo, parece poco probable.
También es obra suya el retrato de una Dama que se conserva en el Museo de Bellas Artes de San Telmo (San Sebastián).
Dibujante e ilustrador, cultivó, sobre todo, el género del retrato, en el que llegó a destacar por la calidad de su técnica, la seguridad del trazo y la franqueza del aspecto físico de los retratados, en absoluto idealizados, como lo hacían otros pintores de su tiempo. A ello hay que añadir su notable acierto en la aplicación de los colores. Buenos ejemplos de ello son los retratos de Alejandro Oliván, el del General Mac-Grohom y el de Mendoza de Cortina, obras todas ellas citadas por Manuel Ossorio, que es la principal fuente de que se dispone para conocer su vida y obra.
Participó en la Exposición Pública de Bellas Artes del año 1850 y en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1864, donde están citadas algunas de sus obras. Practicó, como tantos otros pintores de su época, la pintura de historia. Dentro de este género se debe destacar la efigie historicista de Alfonso VIII, que formaba parte de la serie cronológica de reyes de España, encargada por Isabel II y actualmente en el Museo del Prado. Se sabe que también practicó el paisajismo y se conocen obras suyas que muestran las montañas y el mar Cantábrico, como Recuerdos de Santander.
De su labor como dibujante se deben citar algunos preparatorios para cuadros al óleo, como sus Hadas, Marineros jugando y numerosos dibujos que sirvieron de modelos para la impresión de las obras Reyes Contemporáneos y Estado Mayor General del Ejército Español, lo que parece indicar que, en algún momento de su vida, debió de trabajar como dibujante al servicio del Ministerio del Ejército.
En varias ocasiones viajó a París, donde vivían dos de sus hermanos, si bien los veranos los pasaba entre San Sebastián y Santander, ciudades en las que la burguesía requería sus pinceles para verse inmortalizada.
De hecho, el Museo de Bellas Artes de Santander conserva cuatro de los numerosos retratos que realizó de familias cántabras (retratos de la familia Agüero Vélez). Además de retratos, en su ciudad natal pintó los medallones de la reproducción de la bandera del almirante Oquendo, por encargo del Ayuntamiento (1861).
Murió en Madrid, prematuramente, a los treinta y siete años de edad, en 1863, a consecuencia de una pulmonía que contrajo en el entierro de su maestro, Antonio Gómez Cros, que falleció doce días antes que él. Se le concedió, de manera póstuma, en recuerdo de su memoria, una mención honorífica especial en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1864.
Obras de ~: Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés, 1848; Isabel II, 1851; Estado Mayor General del Ejército Español, 1851- 1854; Reyes Contemporáneos, 1852; Alfonso VIII, 1860; Alejandro Oliván, 1856; María Antonia Jorganes y Oruña, 1861; Felipe de Mazarrasa, 1861; General Mac-Crohon, s. f.; Mendoza de Cortina, s. f.; Recuerdos de Santander, s. f.; Las Hadas, s. f.; Marineros jugando, s. f.
Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Moreno y Rojas, 1883-1884, pág. 104 (ed. facs., Madrid, Giner, 1975); C. Villaamil, “Un distinguido pintor donostiarra, Luis Brochetón”, en Euskal- Erria, vol. XXXII (1895), págs. 190-192; L. Madariaga, Pintores vascos, vol. I, San Sebastián, Auñamendi, 1971, págs. 101- 102; B. de Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980, pág. 380; M. Llano Gorostiza, Pintura vasca, Bilbao, 1980; F. Zamanillo y Á. de la Hoz, Museo de Bellas Artes de Santander, Santander, Edic. de Librería Estudio, 1981; M. A. Marrodán, Diccionario de pintores vascos, Madrid, Beramar, 1989; S. Carretero Rebes, Guía del Museo de Bellas Artes de Santander, Santander, Museo de Bellas Artes, 1993; M. Lertxundi Galiana, “Purismo y nazarenismo en los pintores vascos”, en Ondare. Cuadernos de Artes Plásticas y Monumentales (San Sebastián, Eusko Ikaskuntza), 20 (2002), págs. 389-397; H. González Zymla, L. M. de Frutos Sastre y A. E. Pérez Sánchez, Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 2003, págs. 48-50 y 269.
Herbert González Zymla
Mikel Lertxundi Galiana