Bueno, José. ?, 1797 – Madrid, 1849. Pintor y restaurador.
Se formó como pintor junto a Vicente López, y tuvo una cierta actividad como retratista, pero su condición más importante fue la de restaurador; sin duda, el más importante e influyente del primer tercio del siglo xix. Gracias a su maestro y mentor, en 1814 comenzó su vinculación con la Corona, ocupándose de la restauración (recomposición según la frecuente terminología de la época) y conservación de las pinturas del Rey, dado que era al primer pintor de Cámara (López) a quien correspondía el mantenimiento de la colección real. Esa tarea le llevó a ocuparse, junto a Victoriano Gómez (1800-1866), del proceso de selección y restauración de las pinturas del Rey custodiadas en los diferentes palacios reales, y que se destinaron al Real Museo de Pintura y Escultura, siempre bajo la dirección de Vicente López. Los trabajos de esos primeros años del Museo consolidaron toda una sistemática en la restauración pictórica y ayudaron a definir la profesión de restaurador, cuestión en la que la personalidad y criterios de José Bueno fue fundamental.
Tras ser depurado por Fernando VII por su alistamiento en las Milicias Populares durante el Trienio Liberal, entre 1827 y 1829, Bueno conformó con Vicente López la organización y reglamento de la Sala de Restauración del Prado, que acabó por incluir una Escuela de Restauración. El restaurador redactó un Memorial para mejorar y asegurar los adelantos del ramo de la restauración, que fue aprobado en abril de 1833. Un proyecto innovador, tanto dentro como fuera de España, pero que la precariedad de las finanzas públicas y la interferencia de intereses particulares, terminaró por diluir en los años posteriores, sin que ello mermara un ápice la importancia de la propuesta.
Bueno pasó a ocupar el cargo de primer restaurador del Museo Real, obteniendo además, en julio de 1831, el nombramiento honorífico de “restaurador de cámara”, lo que, entre otras cosas, hubo de servirle para protagonizar algunas de las restauraciones que se estaban llevando a cabo en la Academia de San Fernando, de la que fue académico de mérito por nombramiento del Rey. En cualquier caso, la situación privilegiada de José Bueno cambió de manera considerable tras la muerte del Monarca, y más aún cuando en 1836 el director artístico de la institución pasó a ser José de Madrazo.
Fue además restaurador y conservador (“encargado de la parte artística”) de la galería de pinturas del infante Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza y tuvo contactos con el barón Taylor, ayudando a éste en la consecución y restauración de algunas obras maestras de la pintura española que pasaron a conformar la colección de Luis Felipe de Orleans.
Obras de ~: Memorial para mejorar y asegurar los adelantos del ramo de la restauración, 1833.
Bibl.: J. L. Díez, Vicente López (1772-1850), vida y obra, Madrid, Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico, 1999; L. Ruiz Gómez, “Restauración en el Museo del Prado”, en VV. AA., Enciclopedia el Museo del Prado, vol. V, Madrid, Fundación Amigos del Museo del Prado, 2006, págs. 1836- 1843; L. Ruiz Gómez, “Algunas notas sobre el restaurador José Bueno y la creación de la Escuela de Restauración del Museo del Prado”, en Homenaje a Alfonso E. Pérez Sánchez, Museo Nacional del Prado-Fundación Focus Abengoa, Madrid, 2007.
Leticia Ruiz Gómez
