Mir y Noguera, Juan. Palma de Mallorca (Islas Baleares), 26.I.1840 – Tortosa (Tarragona), 4.IX.1917. Religioso jesuita (SI), filólogo, lexicógrafo, polígrafo.
Hermano de Miquel, nacido también en Palma un año después, y fallecido cinco años antes. El matrimonio Mir habitaba en Palma en una vivienda, ahora derruida, de la calle Ballester en el barrio de Sant Eulàlia. A los dieciséis años estaba decidido a ser jesuita, pero su padre se opuso durante una larga temporada. Los jesuitas, en aquellos años, tenían el noviciado de toda España en Mallorca, en el Convento de la Misión, y aquí ingresó el 30 de septiembre de 1853, para continuar un año después en Loyola, donde estuvo hasta el año 1860, aplicado a los estudios de Letras Humanas. En León estudió Filosofía (1861-1863) y enseñó Matemática y Ética.
En 1863 los jesuitas españoles se dividieron en dos provincias: Castilla y Aragón. Juan, todavía no era sacerdote y enseñaba en los años 1864 y 1867 Matemáticas, Metafísica y Ética en el seminario de Salamanca, para ir después a Tortosa, donde empezó los estudios de Teología, pero la Revolución de 1868 le hizo huir, vestido de seglar, camisola catalana, blanca y ancha, y gorra barretina en la cabeza, a Vals de Tolosa (Francia), donde fue ordenado sacerdote el 7 de noviembre de 1869. Dedicó después todavía unos años a los estudios para incorporarse en el año 1873 en Valencia, donde su trabajo primordial fue escribir, aunque en los catálogos de la Compañía desde 1874 hasta el 1882 figura en su tierra natal, Palma, donde los dos últimos años presidió la comunidad como superior. Durante estos ocho años predicó en la ciudad y por los pueblos, confesó y dirigió a una congregación del clero y de madres cristianas, predicó también ejercicios espirituales, y promovió el esplendor de la iglesia de Monte-Sión.
En la sede predicó dos cuaresmas y preparó una biografía de san Alonso Rodríguez, que no llegaría a publicarse.
Los años 1882-1884 los pasó en Valencia; en 1885 aparece en Tarragona y el mismo año en Tortosa, donde, liberado de los ministerios de predicación, se dedicó con más tiempo a escribir, cosa que hizo también cuando lo trasladaron a Barcelona en 1890, en que publicó su primera gran obra; La Creación, y que según glosa la revista Ciudad de Dios de 1890, constituye “una enciclopedia religiosa y científica que debe consultar el teólogo y el naturalista, y en la que se encuentran reunidos los datos tradicionales y novísimos que, de algún modo, se relacionan con el asunto indicado en el título”.
La obra se agotó en pocos meses, y se reimprimió.
En 1895 publicó Vida de San Juan Berchmans y El milagro y devoción de San Francisco de Borja en el Santísimo Sacramento (libros editados en Valencia).
En los años 1897 y 1898 editó La Religión, que: “No tiene precio para la controversia contemporánea este libro, que, o mucho nos hemos de equivocar, o es hoy por hoy en su género, la última palabra de ella, y digna compañera de las que, con los títulos La Creación y El Milagro, ha colocado a su autor en la categoría de nuestros más aventajados controversistas” (Revista Popular, IX [1915]: 31); y en 1899 Frases de los autores clásicos castellanos que desde Palma iba preparando, para estampar seguidamente en 1903 La Profecía. Estas publicaciones obligaron al padre Mir a vivir temporadas en Madrid.
En 1905 escribió Inmaculada en el jubileo del cincuentenario de la declaración dogmática del misterio dela Inmaculada Concepción. De este mismo año es Centenario Quijotesco; de 1907, Rebusco de voces castizas, y de 1908 el Prontuario de hispanismo y barbarismo. Sobre este libro escribió Guillermo Bibiloni: “[...] es la mejor obra que escribió ese autor y en ella se revela como uno de los más profundos conocedores de la lengua castellana” (Guillermo Bibiloni, Mis años de Seminario, Palma, 1981: 45- 46). En 1909, todavía publicó El triunfo social de la Iglesia mientras preparaba la obra que él consideró predilecta: La Vida de Cristo (1914). Su última obra fue El modernismo (1916).
El año 1915, Joan Mir visitó su ciudad natal, Palma, visitó a su familia y la biblioteca del palacio episcopal, a la que había regalado el hermano Miquel su biblioteca particular.
A su fallecimiento, el Correo de Mallorca del 7 de septiembre anotaba la muerte “del ilustre paisano y autor ilustre de tantas obras de incalculable mérito doctrinal y literario”.
Obras de ~: La Creación según se contiene en el primer capítulo del Génesis, Madrid, Gregorio del Amo, 1890; Devoción de San Francisco de Borja SJ al Santísimo Sacramento, Valencia, Imprenta de M. Ruiz Monfort, 1895; Vida del celestial mancebo San Juan de Berchmans de la Compañía de Jesús, Madrid, Librería Católica de Gregorio del Amo, 1895; El milagro, Madrid, Gregorio del Amo, 1895 (vols. I, II, III, 2.ª ed. correg. y aument., Barcelona, Librería Católica del Hijo de Miguel Casals, 1915); Frases de los autores clásicos españoles, Madrid, Gregorio del Amo, 1899 (Diccionario de frases de autores clásicos españoles, Buenos Aires, Joaquín Gil, 1942); La religión, Madrid, Gregorio del Amo, 1899; La profecía, Madrid, Gregorio del Amo, 1903-1904, 3 vols.; El centenario quijotesco, Madrid, Sáenz de Jubera, 1905; La Inmaculada Concepción, Madrid, Sáenz de Jubera, 1905; Rebusco de voces castizas, Madrid, Sáenz de Jubera, 1907; Prontuario de hispanismo y barbarismo, Madrid, Sáenz de Jubera, 1908, 2 vols. (Pamplona, Analecta, 2004, 2 vols.); Examen práctico sobre algunas materias de virtud para uso de personas que tratan la perfección, Valencia, 1909; El triunfo social de la Iglesia Católica, Madrid-Valencia, Sáenz de Jubera-Tipografía Moderna, 1910, 2 vols.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de los Jesuitas (Cataluña).
M. Batllori, “Mir y Noguera, Juan”, en Ch. E. o’Neill (SI) y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico Temático, Roma-Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001, págs. 2683-2684.
José Martín Brocos Fernández