Cateura Turró, Baldomero. Palamós (Gerona), 11.XII.1856 – Barcelona, 26.I.1929. Empresario, bandurrista e inventor de la mandolina española y del piano-pedalier Cateura.
Hijo de Antonio Cateura y de María Turró, era el mayor de tres hermanos (Baldomero, Santiago y Eladio).
Comenzó sus estudios de solfeo con Joan Marull i Badia. A los ocho años empezó a tocar el piano con el profesor Antonio Roger y en torno a esa edad también comenzó sus estudios de armonía. Más tarde dejó el piano por la guitarra, recibiendo clases del guitarrista José Pou, continuando sus estudios de manera autodidacta con el método de Aguado. En 1874 descubrió la bandurria, instrumento que llegaría a tocarcon gran maestría. Se trasladó a Barcelona muy joven, donde simultaneó sus primeros trabajos en firmas comerciales con estudios musicales más avanzados. Casado con Carmen Mañé de Urrunzuno, se desconoce la fecha de su boda.
Como empresario mercantil se estableció por su cuenta en 1887 en Barcelona, instalando la Agencia de Compañía Navegazione Generale Italiana, y al poco tiempo se hizo representante de varias compañías francesas, inglesas y españolas. En 1900, fue nombrado director de la compañía de seguros Lloyd Internacional, asumiendo más tarde las representaciones de otras compañías de seguros. Realizó una importante labor como agente de aduanas, con varias sucursales, así como en la conservación y flotamiento de buques. Destacó en la comisión y representación de cereales y harinas en la que llegó a despachar el 90 por ciento de los cereales que entraban en Barcelona.
Como músico se conocen diferentes agrupaciones en la que tocó como bandurrista, pero que plantean serias dudas en cuanto a su veracidad. Formó un cuarteto de guitarras y bandurrias, con el maestro Miguel Mas Bargalló como director, que actuó en Gerona, Perpignan o Toulouse. Más tarde participó en un quinteto del que no se conoce el nombre del resto de los integrantes. Con él debutaron en París y dieron conciertos en Berlín, Dresde, Viena, Bruselas, Praga, Niza, Montecarlo, etc., volviendo a España cinco años más tarde. En los primeros años de la década de los ochenta Cateura viajó a Valencia para conocer a Carlos Terraza, bandurrista que comenzó su carrera profesional alrededor de 1880, con quien aparentemente dio una gira de conciertos por España y Portugal.
Cateura también fue íntimo amigo del guitarrista Francisco Tárrega —quien le dedicó la gavota María— y fue asiduo a sus recitales privados, a los que acudían intelectuales y artistas como Gabriel Miró, Enrique Granados, Joaquín Malats o Pau Casals.
Más interesante es su vertiente como inventor de la mandolina española, instrumento que tuvo una enorme aceptación hasta bien entrado el siglo xx.
Para su realización se sirvió de la bandurria como base —su dorso podía ser plano, como en la bandurria, o convexo, como en la mandolina milanesa— y conservó la afinación de la bandurria en seis órdenes, porque consideraba que esta afinación era la más conveniente para tocar música popular española, aunque con cuerdas simples en lugar de las cuerdas dobles de la bandurria. La invención de la mandolina dio como resultado una familia de cuerda punteada que Cateura quiso constituir en una orquesta de instrumentos españoles a cuerda sencilla: Mandolina en La (tiple, afinada como la bandurria); mandolina en Sol (tiple segunda); lautino u octavilla en Mi (contralto); laúd en La (tenor); laúd en Sol (barítono) y archilaúd en La (bajo). Para sostener la mandolina reinventó el trípode de Aguado, que sujeta el instrumento mientras se toca.
Para la mandolina española, Cateura escribió un método que tituló Escuela de Mandolina Española (1898), considerada la verdadera aportación del inventor a los instrumentos de plectro españoles por su solidez técnica. Alrededor de 1900, promovió la sociedad musical Lira Orfeo en Barcelona, de la que fue socio fundador y que se compuso de los instrumentos citados anteriormente, como orquesta de pulso y púa.
El llamado piano-pedalier Cateura fue creado probablemente en los últimos años del siglo xix. Sin embargo, Cateura no ideó un piano, sino un sistema de pedales aplicable a todos los pianos verticales, que permitía aprovechar todas las posibilidades tímbricas que ofrece el sistema de cuerdas vibratorias del instrumento.
El pedalier añadía tres pedales a los tres tradicionales del piano: el pedal “claro” se utilizaba para conseguir sonoridades brillantes similares al clavecín antiguo; la “sordina” realizaba pianísimos de gran delicadeza y de timbre dulce y misterioso; finalmente el pedal “armónico” dejaba sonar los armónicos naturales de las cuerdas.
Obras de ~: Escuela de Mandolina Española (incluye 25 preludios y 12 estudios de autores y artistas célebres), Barcelona, Juan Ayné, 1898; 50 preludios basados en pasajes auténticos de autores y artistas célebres, Barcelona, Vidal Llimona y Boceta, [1906].
Bibl.: “MM. Catéura, Giménez et Izabal de Barcelone”, en Le Monde Musical, 15 de septiembre de 1896; L. Lacal, Diccionario de la música: técnico, histórico, bio-bibliográfico, Madrid, Imprenta de San Francisco de Sales, 1900, pág. 111; “Le Piano Pédalier. Système Cateura”, en Le Monde Musical (1900); El Monitor, n.º 56 (5 de enero de 1917); “Cateura, Baldomero”, en J. Pahissa, Diccionario de la música ilustrado, Barcelona, Central Catalana de Publicaciones, [c. 1929]; “Cateura, Baldomero”, en D. Prat, Diccionario biográfico, bibliográfico, histórico, crítico de guitarras (instrumentos afines), guitarristas (profesores, compositores, concertistas, laudistas, amateurs), guitarreros (luthiers), danzas y cantos, terminología, Buenos Aires, Casa Romero y Fernández, 1934; “Cateura, Baldomero”, en A. Albert Torrellas (dir.), Diccionario enciclopédico de la música, Barcelona, Central Catalana de Publicaciones, [1947]; J. J. Rey y A. Navarro, Los instrumentos de púa en España, Madrid, Alianza, 1993.
Miriam Perandones Lozano