Loyzaga Gutiérrez, Pablo. Granada, 12.VI.1872 – 14.I.1951. Escultor.
Pablo Loyzaga nació en Granada, en la cuesta de Rodrigo del Cerro, a las siete de la tarde del día 12 de junio de 1872 y fue bautizado en la parroquia de San Gil, el día 20 del mismo mes, imponiéndosele los nombres de Pablo, Pedro, Juan de Sahagún y Onofre.
Fueron sus padres Pablo de Loyzaga y Megía, natural de San Juan de Puerto Rico, y Albina Gutiérrez Salcedo, natural de Granada, los cuales tuvieron además otras tres hijas, llamadas Elvira, Concepción y Purificación.
Fue descendiente de una saga de militares, por línea paterna, que sirvieron en Ceuta, Puerto Rico y, posteriormente, en España. El padre de Pablo llegó a Granada como teniente coronel comandante de Infantería.
Él también intentó hacer carrera de la milicia, pero no lo logró, a pesar de la insistencia de su padre.
Estudió dos años de Medicina, interesándose sobre todo por la Anatomía, ya que la encontraba útil para su verdadera vocación. Poco se sabe de sus años de juventud y de otros estudios que pudiera haber realizado, aunque pronto debió de dedicarse a la práctica del arte de la escultura. Para ello comenzó a frecuentar el taller de Francisco Morales y González, discípulo aventajado de Manuel González. De este modo, Loyzaga entroncaba con la más tradicional escuela de escultura granadina. Al emanciparse artísticamente, se instaló en la calle Jardines, en un taller que compartió con el pintor Mariano Bertuchi. Así comenzó a desarrollar su espíritu con libertad, el cual se caracterizaría por un sano estilo ecléctico, donde las corrientes clásica, barroca y neoclásica se harían patentes.
Comenzó a modelar en barro figuras de diversos tipos humanos, tomados a menudo del natural.
Con su boceto para el monumento a Alonso Cano, acudió al certamen organizado por el Liceo Artístico de Granada en 1897. El arquitecto Juan Montserrat y Berger, amigo de Loyzaga, al proyectar la iglesia neogótica de Las Gabias (Granada), le encargó el relieve de La Anunciación a María para el retablo mayor. De temática oriental, modeló un relieve, Camino del zoco, seguramente por influencia de su amigo Bertuchi.
El día 5 de marzo de 1900 contrajo matrimonio con Ana Felipe Moreno, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, llamados Pablo y Albina. Este matrimonio duró poco, pues en 1904 falleció la esposa.
Después de diez años de viudez, contrajo nuevas nupcias con María de los Dolores Torres Melgarejo, de quien tuvo otros siete hijos. Su residencia familiar conoció numerosos cambios, ya que hay identificados hasta ocho domicilios diferentes en Granada. La personalidad de Loyzaga es, en cierto modo, compleja, ya que a su genialidad indiscutible se debe añadir su carácter bohemio, inconstante e indeterminado. Dotado de genio artístico, sin lugar a dudas, no debe sorprender su poliédrica dedicación a todas las artes.
Además de la escultura, el modelado, el vaciado y el cincelado, también practicó el diseño y la pintura. A causa de su genio alegre y su buen corazón, gozó de muchos amigos, de toda clase y condición. Alternó con un sector de elite granadina, sobre todo dentro del mundo artístico. De su talante alegre y temperamento divertido dan testimonio muchas anécdotas protagonizadas por él.
En cuanto a su vida profesional, hay de advertir que compaginó su labor artística con la docente, como modo de vida. Así, al crearse en 1901 la Escuela Superior de Bellas Artes y Artes Industriales de Granada, Pablo ingresó como ayudante meritorio, tanto en las clases de Escultura con Francisco Morales, como en las de Metalistería con García Chacón. En 1908, su dedicación académica al fin alcanzó la estabilidad burocrática y económica, recibiendo el nombramiento de ayudante repetidor interino en la sección artística. Fue ascendiendo en el escalafón docente, con los cargos de ayudante meritorio, ayudante repetidor interino, profesor de entrada interino, profesor de ascenso y maestro de taller, dedicándose a diversas tareas artísticas, a veces tan dispares como la talla en piedra o la metalistería.
En 1912, compaginando con la docencia, ingresó como funcionario en el Ayuntamiento de Granada, pasando de oficial de 3.ª a 2.ª y 1.ª y luego a jefe de negociado. No se sabe con exactitud a qué negociados fue destinado, aunque hay referencias de que estuvo en beneficencia, servicio militar y festejos. En ambas ocupaciones, Escuela y Ayuntamiento, fue cesado en 1936 a causa de la Guerra Civil y posiblemente por represalias políticas, debido a su ideología liberal-progresista.
Repuesto en su cargo algo más tarde, no se incorporó y, despechado y desilusionado, decidió abandonar su querida Granada, trasladándose a vivir a Madrid.
Alternando sus obligaciones académicas con los trabajos que realizaba en su taller, continuó participando en los concursos y certámenes que se organizaban en Granada o en otras ciudades, siendo fruto de ello el boceto para el monumento a Larios en Málaga, el correspondiente al héroe granadino Vicente Moreno, o al también granadino heroico, defensor de Gerona, Mariano Álvarez de Castro. El concurso para la erección de un monumento a fray Luis de Granada con motivo del tercer centenario de su muerte, así como su ejecución, estuvo repleto de numerosas vicisitudes y aplazamientos. Ideado en 1888, originó la convocatoria de dos concursos sin resultados positivos, se colocó la primera piedra en 1900 y se realizó, por fin, en 1909, ubicándose en el centro de la plaza de Bibarrambla, para ser trasladado en 1940 a su emplazamiento actual en la plaza de Santo Domingo. Pablo Loyzaga realizó el modelo, de forma totalmente desinteresada, en 1907, fundiéndose en bronce la figura del dominico granadino en 1909. Se trata de un retrato idealizado, en el que la figura del fraile se presenta de pie, en actitud nada arrogante, con el pie derecho avanzado para evitar la rigidez. La cabeza, perfectamente centrada y levemente inclinada. La composición es absolutamente simétrica, pero sin anquilosamiento.
No está dotada de ningún elemento parlante, le basta su fuerza expresiva. Lo que consta es que su autor tuvo en cuenta la de fray Luis de León, en Salamanca.
Su relación con la hacendada familia Rodríguez- Acosta le llevó a realizar numerosas obras escultóricas para la misma, siendo las más importantes las destinadas a decorar el carmen que José María Rodríguez- Acosta proyectó en la colina de la Alhambra entre 1914 y 1923.
Su genio artístico fue evidente. Si no alcanzó la madurez profesional, no se debió tanto a su falta de capacidad, sino a su espíritu inconstante y a su bohemia versatilidad que le caracterizó en todo. Ya en vida, el reconocimiento a su obra fue una evidente realidad, recibiendo premios y galardones en los concursos y certámenes en los que participó. Cabe destacar la concesión por Alfonso XIII de la Medalla de Plata de los Sitios de Astorga (1910) y el nombramiento de caballero de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (1920).
Durante su exilio voluntario, en una de sus visitas a su ciudad natal, le sorprendió la muerte el 14 de enero de 1951.
Obras de ~: Boceto para el monumento de Alonso Cano, Granada, 1897; Anunciación a María, relieve en madera policromada para el retablo mayor de la iglesia parroquial de Las Gabias (Granada), 1900; Camino del zoco, relieve, Granada, 1900; Santa Cecilia, escultura de bulto, Granada, 1901; Boceto para el monumento a Carlos Larios Martínez, marqués de Guadiaro, Málaga, 1906; Vicente Moreno, capitán de Infantería, relieve alegórico, Granada, 1906; La protesta, relieve presentado en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid, 1906; Modelo para la escultura de Fray Luis de Granada, Granada, 1907; Cristo, yacente, muerto, relieve, Granada, 1907; Ángel mujer, escultura en mármol blanco perteneciente a la sepultura de Francisco Seco de Lucena, Granada, 1907; Niña dormida, escultura, Granada, ¿1907?; Fray Luis de Granada, escultura en bronce, Granada, 1909; Corona metálica en honor de Mariano Álvarez de Castro, Granada, 1910; Granada a su Patrona, relieve en bronce, conmemorativo de la coronación de Nuestra Señora de las Angustias, Granada, 1913; Niké desatándose la sandalia, Venus del estanque, Torso de Psique y Cantoría de Donatello, esculturas en bronce para los jardines del Carmen de Rodríguez-Acosta, Granada, 1914-1923; Excmo. Sr. D. Manuel Rodríguez-Acosta, relieve en un medallón circular de hierro, Granada; Maternidad, relieve en mármol blanco integrado en una fuente en el domicilio de los Rodríguez-Acosta de la Gran Vía de Granada; Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, en la iglesia de la Magdalena de Granada; La Previsión Social, escultura alegórica en el edificio de la “Perra gorda” de Granada; entre otras obras menos documentadas cabría citar: copias de esculturas clásicas para los jardines del palacio de Dúrcal (Granada), propiedad de los señores de Echeverría y de la marquesa de Santa Casilda; Cruz monumental en el acceso al Carmen de los Mártires; Sagrado Corazón de Jesús del cementerio de Granada; relieves de la casa de López de la Cámara, realizada por el arquitecto Ángel Casas, en la Gran Vía de Granada; numerosas obras modeladas en barro, así como abundante producción de obras de metalistería.
Bibl.: F. P. Valladar y Serrano, “Pablo Loizaga: El centenario de Alonso Cano, la Estatua”, en La Alhambra. Revista quincenal de artes y letras (Granada), 1 (1898), pág. 5; “Arte contemporáneo granadino: Un retablo de Loizaga”, en La Alhambra (Granada), 3 (1900), pág. 115; “Alonso Cano, proyecto de estatua de Pablo Loizaga”, en La Alhambra, 4 (1901), pág. 141; “Proyectos de estatuas. Alonso Cano”, en La Alhambra, 9 (1906), págs. 44-45; “Esculturas de Loizaga”, en La Alhambra, 10 (1907), pág. 457; “Arte religioso. Cristo muerto”, en La Alhambra, 10 (1907), pág. 7; al-Gharnati, “Desde Madrid. La exposición de Bellas Artes”, en La Alhambra, 10 (1907), pág. 233; P. Quirós, “El verdadero retrato de Fray Luis de Granada”, en La ciencia tomista (Salamanca), 14 (1916-1917), pág. 302; E. Orozco Díaz, El Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta, Granada, Albaicín-Sadea,1970; A. Aróstegui Megías y J. López Ruíz, 60 años de arte granadino, Granada, Anel, 1974, págs. 150-151; V. Villa-Real, Historia de Granada. Acontecimientos y personajes, Granada, Miguel Sánchez, 1986, pág. 281; M. Orozco Díaz, “Darío de Regoyos, sus amigos granadinos”, en Ideal (Granada), 4 de enero de 1989, pág. 3; J. M. Larios y Larios, “La escultura de Fray Luis de Granada, obra de Pablo Loyzaga”, en VV. AA., I Congreso Internacional Fray Luis de Granada, su obra y su tiempo, t. I, Granada, Universidad, 1993, págs. 97-131; “Pablo Loyzaga Gutiérrez (1872-1951), escultor granadino”, en Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, 33 (2002); J. R. Moneo Vallés, El Carmen Rodríguez-Acosta, Granada, 2001, págs. 50 y 87; P. Gil-Loyzaga, Cuatro Siglos en Puerto Rico, Madrid, Visión-Net, 2007.
Juan Miguel Larios y Larios