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Lorenzo Possi

Biografía

Possi, Lorenzo. Pistoia, Toscana (Italia), 1637 – ?, IV.1680 post. Capitán e ingeniero militar.

Iniciaba su oficio como militar en Nápoles al servicio de Felipe IV, donde su habilidad demostrada en el arte de la fortificación le vinculaba con Marco Alessandro del Borro, también experto en fortificaciones. Del Borro se encontraba en Italia con despachos del rey de España para llevar a cabo una leva con destino a Extremadura, donde se desarrollaba la Guerra de Independencia de Portugal. Con anterioridad, en 1661, Del Borro había estado en el frente extremeño, reclamado por Juan José de Austria, capitán general para la recuperación de Portugal. Allí llegaba como reputado ingeniero en temas de fortificación y como teniente de maestre de campo general.

En 1665 Del Borro acudía nuevamente a la frontera extremeña, esta vez al mando del Tercio de Nápoles (reclutado por él en la Toscana). Encuadrado en una de las compañías del Tercio de Infantería Napolitana iba, en calidad de alférez, Lorenzo Possi, que contaba entonces con 27 años. En la hoja de servicios de Possi, firmada por Del Borro en agosto de 1665, se señala que estaba a su servicio desde 1663 y que ya entonces se le consideraba como experimentado en materia de fortificación. Cuando se firmaba la citada hoja de servicios, Possi era ayudante de sargento mayor. En Extremadura coincidió con otros ingenieros italianos, como Ambrosio Borsano, Gerónimo Rinaldi y Juan Francisco Ruggero, con los que coincidió en otros destinos a lo largo de su carrera profesional y militar. En esta última fase de la Guerra de emancipación de Portugal, y en la que se puede considerar como la última ofensiva del Ejército español, Possi participaba en la toma de Villaviciosa (junio de 1665), donde los ingenieros italianos jugaron un papel destacado: “se repartieron tres ataques a la Infantería, uno a los Españoles, otro a los Italianos, y otro formado por Alemanes y franceses”. Durante el asedio de la plaza, Possi demostró su habilidad como ingeniero, colaborando en el trazado de trincheras, fortines y plataformas artilleras, necesarias para la protección de las tropas del marqués de Caracena. La toma de Villaviciosa desembocó en la batalla del mismo nombre o de Montes Claros, que tuvo lugar el miércoles 17 de junio de 1665, y que terminó con una derrota total del ejército español. Por su actuación en esta batalla, el propio marqués de Caracena decidió el 14 de agosto el ascenso de Lorenzo Possi al cargo de capitán de una de las compañías del tercio. Como Possi no reunía los requisitos de permanencia mínimos en el servicio para poder optar al ascenso, Del Borro extendió un certificado de los servicios prestados hasta ese momento por Possi en su tercio: “Marcos Alesdro del Borro, Maestre de Campo de un tercio de Infantería Napolitana del Exto. de Extremadura, por su magestad. Haviendo servido en tercio desde que se engrosó la leva del dos años ha de alferes de mi coma y luego de Aiudante con toda aprovation y haverse señalado en la batalla de Villa Viciosa y por ser persona experimentada en la materia de las fortificationes el Aiudante Lorenzo Possi ha sido servido el Marques de Caraçena onrarle por lo referido con una Coma que [¿sacamos?] en mi Tercio. Y no teniendo el sobredicho los servicios necesarios me ha hecho instancia de la presente certification de sus servicios y de la [¿nune?] que ya tiene echo y patente sacada como con esta lo ago. Firmada de mi mano en oliventia y agosto 14 de 1665. Marcos Alesdro del Borro”. La solicitud de Caracena era aprobada por la reina el 11 de diciembre de 1665, por la que eximía a Possi del cumplimiento del tiempo reglamentario de servicio.

A partir de la derrota de Villaviciosa y hasta el tratado de Lisboa (13 de febrero de 1668) que significaba la independencia de Portugal, Del Borro, junto a Possi y otros ingenieros, trabajó en el reconocimiento y reparos de las plazas fronterizas extremeñas. En este aspecto, el material cartográfico aportado por Possi de la citada frontera luso-extremeña es muy voluminoso, consistente en diversos planos, como los de Ouguela, Campo Maior, Olivenza, Elvas, castillo de Villaviciosa o Juromenha.

La explicación a la existencia, en ocasiones, de varios planos prácticamente idénticos de Possi está en el método de trabajo de los ingenieros militares de la época. De cada plano se realizaban, al menos, tres versiones. Una para la superioridad militar, otra para el cauce técnico y una tercera copia para los registros del propio ingeniero. Hay otros planos conservados que, por su similitud, el empleo del italiano –característica de los documentos firmados por Possi–, y por formar parte de un conjunto geográfico determinado, podrían atribuirse también a este autor. Son los planos, al menos, de Villaviciosa y Moura. También en estos años, Possi, con base en Badajoz, realizaba dos proyectos, uno del fuerte de San Cristóbal y otro de la Cabeza de puente sobre el río Guadiana y el plano de esa última ciudad, con una magnífica vista de Badajoz, que formaría parte del Atlas de Médicis. Buena parte de este material cartográfico lo volcaría Possi en ese Atlas que regalaba, en 1678, a Ferdinando de Medici.

Poco después, firmada la paz con Portugal, los ingenieros militares eran destinados a otras ocupaciones. Los tercios españoles reclamaban la presencia de los ingenieros italianos para que enseñaran los principios de la fortificación y la matemática a los oficiales y soldados más dispuestos de dichos tercios. Así, Possi había sido enviado en octubre de 1668 al Tercio del conde de Frigiliana o de Aguilar: “D. Luis Ferrer, el conde de Frijiliana me ha representado lo que ynteresa a mi serviçio en que se asiente en su terçio plaça a algún yngeniero de quien puedan aprender la materia de fortificaçión y mathemáticas los ofiçiales y soldados que se aplicaren a ello exponiendo persona a propósito para este fin a Lorenço Porsi, hitaliano de naçión que ha servido en el exército suplicandome le mande asentar su plaça entre la primera plana y atendiendo a que lo que el conde propone, es de conveniençia queda a entender para que aya personas prácticas en la profesión de ingenieros he resuelto que al dicho Lorenço Porsi se le asiente su plaça en la primera plana del terçio del conde con el mismo sueldo que ha goçado en este exército en cuya conformidad daréis la horden necesaria y para que se le libre y pague lo que hubiere de a ver”.

Sin embargo, en esa fecha ya estaba prevista la marcha del Tercio del conde de Frigiliana a Cartagena, plaza que, dos años antes de su llegada, había sido designada como base de la Armada de Galeras del Estrecho y cuyas defensas estaban en muy mal estado. Durante el tiempo de estancia con el Tercio de Frigiliana en dicha plaza, poco más de un año, Possi desarrollaba una intensa actividad estudiando mejoras en la fortificación y el muelle de la ciudad. Así, a finales de 1669, proyectaba un nuevo baluarte en Cartagena, el baluarte de San Juan. Respecto a sus murallas, Possi se limitaba a recomendar que se cerraran los orejones de los baluartes y que los traveses fuesen rectos. Poco después, en consulta al Consejo de Guerra del 28 de febrero de 1670, llegaba una carta de Possi, fechada el 15 de ese mismo mes, con un informe sobre el puerto de Cartagena en el que van incluidos dos planos: un perfil del muelle y un plano de la dársena y de parte de la ciudad. Por otro lado, casi apenas llegado a la plaza, era enviado a Orán, con parte de su tercio, con la misión de expulsar a los judíos que vivían en la plaza y también reparar las murallas, dotándolas de artillería. Possi estaría en la ciudad cuatro meses trabajando en los reparos al tiempo que realizaba dos planos, uno de Orán y otro del asedio realizado a la ciudad por los musulmanes (principios de julio al 6 de agosto de 1669).  

El 12 de abril de 1670 embarcaba, junto con el Tercio del conde de Frigiliana al completo, en dirección a Melilla, ciudad continuamente acosada y con sus defensas en muy mal estado, donde debía realizar trabajos de fortificación y donde defendió la ciudad en el asedio puesto por el ejército del sultán Muley Ismail. Melilla, al igual que Orán y el resto de plazas del norte de África, era una importante línea defensiva, con un gran valor geoestratégico, ante la presencia en el Mediterráneo de turcos y berberiscos, la inestabilidad del sultanato de Fez y la creciente amenaza de algunas de las potencias del norte de Europa. Del breve paso de Possi por Melilla queda un informe donde ofrece datos sobre el asedio y dos dibujos, un plano con una vista de la plaza y su entorno más inmediato, desde el mar, con los principales elementos defensivos y un segundo plano sobre el asedio señalado ut supra, en el que también representa la Mar Chica, laguna inmediata a la plaza y de la que proyectaba un fuerte de planta estrellada, que asegurara su cierre.

Con fecha de 10 de septiembre de 1670, el Tercio del Conde de Aguilar y Frigiliana llegaba a Barcelona para integrarse en el ejército de Cataluña, donde Possi desarrollará el resto de su carrera militar al servicio del rey de España. Con anterioridad, en marzo del mismo año, el virrey de Cataluña, Francisco Fernández de Córdoba, duque de Sessa, enviaba al Consejo de Guerra un informe demoledor, fruto de su visita de inspección a la frontera pirenaica de plazas como Puigcerdà, Camprodon, Castellfollit, Rosas, Cadaqués, Palamós, Gerona y Hostalric, en el que señalaba el mal estado de sus fortificaciones, incluidas las de Barcelona, especialmente las correspondientes a Montjuic, de las que advertía la necesidad de acabar las obras del castillo, comenzadas años antes. Possi, acuartelado con su tercio en la ciudad, centrará su actividad como ingeniero militar en los reparos más urgentes de las defensas de Barcelona, y entre finales de 1671 y comienzos de 1672, realizaba un proyecto del citado castillo de Montjuic. Con respecto a la ciudad condal, igualmente en 1672, recomendaba sustituir las “medias lunas” por baluartes pentagonales, ejecutándose los de Puerta Nueva, Puerta del Ángel y Puerta de San Antonio.

En 1673 Francia reanudaba la guerra con España, invadiendo Cataluña. La actividad de Possi se conoce a través de sus planos del territorio. Los dos primeros, correspondientes a Seu de Urgel y Tarragona, incorporan proyectos de fortificaciones para mejorar sus defensas. El resto de localidades fronterizas, que según vimos habían sido inspeccionadas por el virrey de Cataluña, y que debían ejercer un papel relevante en la defensa del territorio, también fueron objeto de la cartografía de Possi, siendo los más tardíos los planos de Palamós y Gerona, fechados en 1677. Algunos de sus planos, además, son un testimonio gráfico de asedios, especialmente, el documento informando del correspondiente a la plaza de Bellegarde, en el Rosellón. También Possi realizó obras concretas en su etapa catalana, concretamente, en Palamós, donde sería el responsable de la construcción de fortificaciones y de un proyecto de dos cuarteles de Caballería.

A partir de finales de 1673, el nuevo virrey de Cataluña, duque de San Germán, había llevado a cabo una ofensiva que, conseguía éxitos notables, como la toma del castillo de Bellegarde el 4 de junio de 1674. En el verano de ese último año, el traslado a Italia de parte de las tropas de Cataluña obligaba a detener la ofensiva y pasar a una posición defensiva. El avance francés, inevitable anta la debilidad del ejército de Cataluña, era ya preocupante en 1675, llegando a asediar Gerona, que resistió gracias a sus defensas, y en cuyos reparos trabajaría seguramente Possi. Éste se encontraba, poco después, en Bellegarde, defendiendo el castillo del asedio de los franceses. El asedio comenzaba el 14 de julio de 1675 tras la rendición de La Pertús, y a la semana siguiente habían ocupado las obras exteriores del castillo y el camino cubierto. El 27 de julio, reunidos los oficiales de la guarnición, entre los que estaba Possi, acordaban la rendición. Possi realizaría dos planos del asedio, en el primero de los cuales dibujaba una vista general del castillo, con una pormenorizada explicación, día a día, de lo ocurrido durante el sitio.

Poco después se iniciaba un proceso para depurar responsabilidades relativas a la rendición de la plaza, recabando el duque de San Germán informes a diversas personalidades sobre lo ocurrido. Todos los informantes se apoyaron en sus conclusiones en el documentado plano de Possi, entre ellos el marqués de Buscayolo, superintendente de las fortificaciones de Cataluña, el cual decía en su informe, que “había reconocido el plano que ha dado el Ingeniero don Lorenzo Possi, el qual ha asistido a la fortificación de dicha plaza, en el sitio della, y tiene conocimiento del sitio, terreno, y de todo lo que ha pasado”. A su vez, los informantes concluían que la defensa estuvo mal planteada y peor llevada. Aunque Possi no fue encausado e incluso manifestó en su alegato que en el desarrollo de la defensa no se hizo caso de sus advertencias y que él se habría resistido a la rendición, saliendo indemne, salió muy dañado profesionalmente del citado proceso.

Los trabajos de Possi en Cataluña se apagarían en 1677, año en el que firmaba sus últimos planos (Palamós y Gerona). Finalmente, su actividad al servicio de la Monarquía Hispánica en Cataluña concluía en 1679, fecha en la que ya estaba fuera de España, en su Toscana natal, al servicio de Cosme III, Gran Duque de Toscana. Poco después, el 3 de abril de 1680, firmaba su primer documento oficial como sargento mayor de la fortaleza vieja de Livorno, de cuyo mando se había hecho cargo dos años atrás.     

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de la Región de Murcia.

A. Gómez Vizcaino y D. Munuera Navarro, “El sistema defensivo de los Austrias”, en A. Iniesta Sanmartín y J. A. Martínez López (coords.), Estudio y Catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía, Murcia, Dirección General de Cultura, 2002; J. F. Maciá Sanchez, M.ª J. Peñalver Martínez y F. Segado Vázquez, “Los diseños realizados para la construcción del Real Arsenal de Cartagena (1670-1731). Un paradigma del conocimiento ilustrado”, en S. Huerta Fernández (coord.), Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción: Santiago de Compostela, 26-29 octubre de 2011, Madrid, Instituto Juan de Herrera, 2011, págs. 809-820; J. J. de Castro y A. Cuadrado, “Las fortificaciones de la Corona Hispánica en el Mediterráneo durante los siglos XVI y XVII (1492-1700)”, en A. Ruibal (coord.), Actas del IV Congreso de Castellología: Madrid 7 a 10 de marzo de 2012, Madrid, Asociación Española de Amigos de los Castillos, 2012, págs. 57-74; C. Sánchez Rubio et al., El Atlas Medici de Lorenzo Possi, 1687: “Piante dÉstremadura e di Catalogna”, Badajoz, 4 Gatos, 2014; I. Testón Núñez, C. Sánchez Rubio y M.ª R. Sánchez Rubio, “Un grupo de ingenieros italianos en la frontera luso-extremeña (1657-1669)”, en Revista de Estudios Extremeños, 71, 1 (2015), págs. 327-356.

 

Carlos Sánchez Rubio y Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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