Calvo Alonso, Pedro Mariano. Anteiglesia de Erandio (Vizcaya), 15.VI.1902 – Madrid, 17.IV.1986. Aviador militar.
Hijo de Mariano Calvo Rodríguez y de María Alonso García de Tuñón. Ingresó con su quinta en el Ejército, el 2 de febrero de 1924 en Ingenieros, en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid). Como soldado mecánico fue destinado a la sección de Automóviles de dicho aeródromo.
En junio de 1924 solicita admisión en el Curso de Mecánicos, para el que realiza el oportuno examen de ingreso. En esta convocatoria se presentaron para mecánicos y montadores más de dos mil aspirantes. De los doscientos mecánicos que aprobaron, Mariano Calvo obtuvo la segunda plaza. Con la undécima promoción de Mecánicos de Aviación se incorpora a la Escuela de Mecánicos, sita en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos. Termina el curso con el número 2 de la promoción y en diciembre de este mismo año se le concede el título número 514 de Mecánico de Aviación.
Por sus cualidades humanas y su gran preparación técnica, al finalizar el curso es destinado a la Escuela de Mecánicos como instructor de dibujo y de motores.
Asimismo, se le encarga de los motores y aviones en plantilla en la citada escuela, lo que le da la oportunidad de adquirir experiencia real en vuelo.
A principios de 1925, siendo todavía soldado-mecánico, fue propuesto por el jefe de la Escuela de Mecánicos para participar en el raid Madrid-Manila. Para que pudiera llevar a cabo su misión con absoluta garantía, se le nombró “plaza aérea” lo que le permitió hacer la preparación del vuelo y el entrenamiento con absoluta dedicación. Durante esta etapa efectuó vuelos de seis y ocho horas, algunos de los cuales se hicieron de noche.
Para este raid, formó tripulación con el capitán piloto Rafael Martínez Esteve en el avión Breguet XIX número 4, bautizado como Fernando de Magallanes.
Este avión era de serie, sin preparación especial y por ello tuvo que revisarlo totalmente, tarea que terminó justamente la víspera de la fecha establecida para iniciar el raid. El avión quedó falto de algunos detalles que pudieron afectar a su seguridad. Las prisas y las urgencias con las que se puso a punto tendrían una influencia decisiva en el desarrollo del raid.
Así, en la sexta etapa, El Cairo-Bagdad, cuando se había recorrido algo más de la mitad de la misma, el motor del Breguet en el que iban Esteve y Calvo comenzó a fallar hasta pararse por completo. Tuvieron que tomar tierra en la parte jordana del desierto de Siria. Ambos tripulantes permanecieron durante seis días perdidos en el desierto antes de ser rescatados por las Fuerzas Aéreas Británicas del Próximo Oriente, y pudieron sobrevivir gracias al agua de dos termos, al agua del neumático de repuesto y a algunos víveres que previsoramente llevaban a bordo.
Esteve narró en su libro Una aventura en el desierto de forma magistral los sufrimientos padecidos: “[...] contemplo a Calvo que adelgaza por minutos; ya no habla, sus ojos vagan en el vacío como añorando cosas y seres lejanos; hoy he sentido los primeros chispazos de la sed; agotada el agua de los termos, bebemos la del neumático de sabor desagradable y sin experimentar alivio alguno, de los labios agrietados por el sol ha manado abundante sangre [...]”.
Por los hechos realizados, y a pesar de no terminar el raid, Mariano Pedro Calvo fue recompensado por el Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria con la Medalla de Plata de Ultramar.
A su regreso continuó en el Ejército, y ascendió a cabo y a sargento en 1928. Hasta la Guerra Civil estuvo destinado en Marruecos, Sevilla y, de nuevo, en la Escuela de Mecánicos donde, llevado por su interés por el desarrollo de las herramientas y utillajes de la época, inventó, y por ello fue premiado, un nuevo tipo de elevador universal para aviones de caza, de reconocimiento y de bombardeo.
Como sargento mecánico estuvo varios años destinado en el aeródromo de Logroño, y allí le sorprendió la Guerra Civil en la que tuvo numerosos destinos, tanto en tierra como en vuelo, y ascendió a brigada.
Al crearse el Parque Regional de Levante (posteriormente llamado Maestranza Aérea de Logroño), pasó a este organismo y ascendió a alférez mecánico el 18 de agosto de 1938. Al finalizar la guerra formó parte del Parque Regional del Centro (Cuatro Vientos), hasta su incorporación en 1940 como alumno a la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos, rama de Ayudantes.
Ascendió a ayudante de 1.ª (asimilado a capitán) el 1 de octubre de 1945 y permaneció en la citada academia, como ayudante de profesor de motores y encargado de las prácticas, hasta 1950 que fue destinado a la Maestranza Aérea de León.
El 28 de mayo de 1947 contrajo matrimonio con María Gómez López.
Posteriormente se trasladó a la Dirección General de Industria y Material del Ministerio del Aire. Fue promovido al empleo de ayudante jefe (asimilado a Comandante) sin dejar su destino, en el que se retiró el 15 de junio de 1964.
Falleció en Madrid en abril de 1986.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Ejército del Aire, exp. personal de Mariano Calvo.
VV. AA., Grandes Vuelos de la Aviación Española, Madrid, Espasa Calpe, 1983; J. Parejo Linares, en Empuje (Madrid) (1995).
Adolfo Roldán Villén
