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Gaspar Gorricio de Novara

Biografía

Gorricio de Novara, Gaspar. Novara (Italia), m. s. xv – Sevilla, 31.XII.1515. Monje cartujo (OCart.), tesorero y amigo de Cristóbal Colón, archivero, amanuense y guardián del archivo colombino.

Natural de Novara, en el norte de Italia. En fecha temprana, quizá después de nacer los tres hermanos —Francisco, Melchor y Gaspar—, la familia se trasladó a España. Los hermanos están documentados desde 1491. “Gaspar Gorricio de Novaria monje de Cartuxa” figura así en su libro Contemplaciones sobre el Rosario de Nuestra Señora historiadas (Sevilla, 1495).

Este bello libro fue traducido del latín al castellano por Juan Alfonso de Logroño, canónigo de Sevilla, y contiene una epístola de fray Gaspar dirigida a sus hermanos Melchor y Francisco, dándoles comisión para su impresión. Ambos fueron mercaderes e impresores de libros. Francisco trabajó en Salamanca y más tarde se instaló en Sevilla. Al parecer, Melchor conoció en Venecia al cardenal Mendoza, quien le hizo venir a España. Entre 1494 y 1495 trabajó en Sevilla y a finales de este último año se trasladó a Toledo, llamado por el cardenal Cisneros, para ocuparse de la impresión de libros litúrgicos, en los que figura como “muy honrado mercader” o “impensis nobilis Melchioris Gorricii Novariensis”. Gaspar profesó en la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla hacia 1480-1485.

Para Cristóbal Colón, Gorricio fue un gran amigo y noble consejero. El 20 de noviembre de 1500, Colón llegó a Cádiz encadenado con su hermano Diego por orden de Bobadilla. El almirante quiso defender su honor y patrimonio ante la Corte. Redactó unos memoriales de agravios, identificándose, en uno de ellos, la letra de fray Gaspar. Hasta esa fecha, Colón había viajado con los documentos más importantes de su archivo personal. Para acogerse a la inmunidad eclesiástica, pidió al cartujo que custodiase sus documentos en el monasterio. El monje los guardó en su propia celda en una caja de hierro. Seguramente, en una fecha cercana a la del traslado de los restos de Colón a la capilla de Santa Ana del monasterio (11 de abril de 1509), el archivo debió de depositarse en ese mismo lugar. Los documentos colombinos —los del primer almirante y sus descendientes— se custodiaron en la Cartuja hasta el 15 de mayo de 1609, en que fueron entregados a Nuño Colón de Portugal, extraviándose la mayoría de ellos. Gorricio confeccionó el inventario del archivo del primer almirante. Lamentablemente se ha perdido, pero se menciona en otro que se hizo en el monasterio (1560). Los inventarios del archivo colombino de las Cuevas ofrecen riquísima información sobre la familia de Colón. El primer almirante encomendó a fray Gaspar Gorricio la defensa de sus privilegios y los de su primogénito Diego. Al ser desposeído del título de virrey de las Indias, con la ayuda del monje covitano, Colón reunió, en un volumen, los privilegios concedidos por los Reyes Católicos. Es el llamado Libro de los Privilegios (1498-1501), del que se hicieron cuatro copias. Hay también constancia epistolar de la colaboración de Gorricio en la elaboración del Libro de las Profecías de Colón (1502-1504): carta de Colón a Gorricio (Granada, 13 de septiembre de 1501) y respuesta de éste (Sevilla, 23 de mayo de 1502), copiadas en el primer folio del manuscrito.

En una nota de Juan de Loaísa, bibliotecario de la Biblioteca Colombina, inserta delante de las cartas, se lee: “Este libro escribió D. Cristóbal Colón el año 1502, con lo que para ello le ayudó el P. D. Fray Gaspar Gorricio, monje de la Cartuja de Sevilla, como parece de la carta siguiente” (24 de octubre de 1682).

También se identificaron notas marginales de su letra en el ejemplar de Colón Il Milione o Libro de viajes de Marco Polo.

Desde el 6 diciembre de 1503, Gorricio ejerció como procurador del monasterio y, en 1512, como vicario. Su ocupación en los contratos de escrituras le facilitó la dedicación al archivo y a los negocios y defensa de los bienes colombinos, como apoderado de la familia Colón, obteniendo licencia del general de los cartujos y un breve de Julio II. En el inventario del archivo colombino hay testimonio de esta actividad y de sus viajes a la Corte y a Roma. A esta última ciudad, Gorricio acompañó a Bartolomé Colón; llevaban una instrucción del segundo almirante “de cosas que habían de negociar con el Papa y con el Rey”. En 1508 custodiaba el dinero y las joyas de Bartolomé Colón, que serían retirados el 6 de agosto para financiar los gastos de la boda de su sobrino Diego Colón Muñiz, segundo Almirante. Al año siguiente (16 de marzo de 1509) actuó como albacea testamentario de Diego, comisionándole el pago de las deudas suyas y de su padre, la administración de sus bienes y la custodia de sus documentos. Además, Gorricio se ocupó de la defensa de sus privilegios. Entre otras intervenciones, legalizó (9 de julio de 1510) un documento autógrafo del primer Almirante, según el cual concedía a su hijo Diego unas tierras en la isla Española.

También solicitó al Papa tres licencias para fundar monasterios en las Indias a petición del segundo almirante.

Diego Colón, hermano menor del primer almirante, otorgó poder a fray Gaspar Gorricio para que redactase su testamento, falleciendo aquél el 20 de febrero de 1515 en Sevilla, en casa de Francisco Gorricio, sobrino de éste, y siendo enterrado en la misma capilla de Santa Ana. Fray Gaspar Gorricio y Francisco Gorricio asistieron a la formación del inventario de sus bienes. El cartujo covitano también tuteló y defendió los derechos de los Gorricio. Ese mismo año, administró los bienes de su sobrino Antonio, hijo de su hermano Francisco.

Al margen del extracto del documento de poder otorgado por Bartolomé Colón (1508) a favor de fray Gaspar Gorricio, Juan Bautista Muñoz escribió esta semblanza: “Fue muchos años vicario y prior y mereció, en su muerte acaecida en 31 de diciembre de 1515, el especial sufragio de misa de Nuestra Señora por toda la Orden, cosa entonces de gracia muy particular. Consta de la carta capitular de un apuntamiento en la misma Cartuja y del libro necrológico” (J. B. Muñoz, Apuntamientos de varios archivos y bibliotecas, t. 92, fol. 126r.).

Cristóbal Colón escribió muchas cartas a fray Gaspar Gorricio, que se reunieron en un legajo de su archivo (n.º 51, envoltorio 8 del primer inventario que se hizo entre 1520-1526) y además hay referencias aisladas de esta correspondencia epistolar en otros envoltorios.

En dos de esas cartas, Colón menciona sus documentos custodiados en la Cartuja. De este conjunto, se conservan trece cartas: doce del almirante y una del cartujo, fechadas entre 1498 y 1505, que fueron publicadas por Martín Fernández Navarrete y la duquesa de Alba. Más recientemente se recopilaron, con los demás documentos colombinos, en la Colección Documental del Descubrimiento y en otros repertorios documentales. Estas cartas constituyen una buena muestra de la confianza y de la estrecha relación de amistad que hubo entre Cristóbal Colón y fray Gaspar Gorricio.

 

Obras de ~: Contemplaciones sobre el Rosario de Nuestra Señora historiadas, con la forma de las contemplaciones [...], tornadas en vulgar castellano por el reverendo señor bachiller Juan Alfonso de Logroño, canónigo de Sevilla, Sevilla, Meynardo Vngut alemán e Lançalao Polono, compañeros, a ocho días del mes de julio del año del señor de 1495; C. Colón, Libro de las Profecías, con la colaboración de ~, 1502-1504, ms. Biblioteca Colombina.

 

Bibl.: J. Bautista Muñoz, Apuntamientos de varios archivos y bibliotecas, Biblioteca de la Real Academia de la Historia, 9/4854, t. 92, fol. 126r.; M. Fernández Navarrete (coord. e ils.), Colección de los viages y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo xv, t. I, Madrid, Imprenta Real, 1825, págs. 330-333; C. Pérez Pastor, La imprenta en Toledo. Descripción bibliográfica de las obras impresas en la imperial ciudad desde 1483 hasta nuestros días, Madrid, Imprenta y Fundición de Manuel Tello, 1887, págs. 11, 13-14, 16, 23- 24 y 41-42; Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, formado con los apuntamientos de B. Gallardo, coordinados y aumentados por M. R. Zarco del Valle y J. Sancho Rayón, Madrid, Imprenta y fundición de Manuel Tello, 1888, t. II, n.º 1867, cols. 500-508, t. III, n.º 2391, págs. 101-102; J. Gestoso y Pérez, Nuevos documentos colombinos, Sevilla, Tipografía La Andalucía Moderna, 1902, pág. 30; Duquesa de Berwick y de Alba, condesa de Siruela (ed.), Nuevos autógrafos de Cristóbal Colón y relaciones de ultramar, Madrid, Rivadeneyra, 1902, págs. 12-18; VV. AA., Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, t. XXVI, Barcelona, Hijos de J. Espasa, 1925, pág. 729; M. Serrano Sanz, “El Archivo Colombino de la Cartuja de las Cuevas. Estudio histórico y bibliográfico”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, XCVII (1930), págs. 145-256 y 534-637; P. Gribaudi, “Il padre Gaspare Gorricio di Novara, amico e confidente di Cristoforo Colombo”, en Bolletino storico-bibliografico subalpino, XL (1938), págs. 1-87; C. Serra y Pickman, Los cartujos covitanos, discurso leído ante la Real Academia Sevillana de Buenas Letras el 21 de mayo de 1941, Sevilla, Real Academia de Buenas Letras, 1941, pág. 313; A. Ballesteros Beretta, Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, Barcelona, Buenos Aires, Salvat Editores, 1945, en Historia de América y de los pueblos americanos, t. IV, pág. 169, t. V, págs. 488-495 y 676-700; B. Cuartero y Huerta, Historia de la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla y de su filial Cazalla de la Sierra, Madrid, Real Academia de la Historia, 1950, t. I, págs. 285-289, 297, 299-300, 308, 311-313, 386 y 456; t. II, págs. 641-642; A. Palau y Dulcet, Manual del librero hispanoamericano, Barcelona, Librería Palau, 1953 (2.ª ed.), pág. 316; C. Colón, El Libro de las Profecías, est. previo, trad. y notas de F. Álvarez Seisdedos, pról. de F. Morales Padrón, Madrid, Testimonio Compañía Editorial, 1984, págs. 6, 8 y 19-23; C. Varela (ed. pról. y notas), Textos y documentos completos. Relaciones de viajes, cartas y memoriales, Madrid, Alianza Editorial, 1989 (2.ª reimpr.), págs. 201-202, 281-302, 330 y 351; J. Gil, “El archivo colombino de la Cartuja. El inventario de 1544 y un problema anejo”, y C. Varela, “Fray Gaspar Gorricio, monje cartujo al servicio de la familia Colón”, en Historia de la Cartuja de Sevilla, Sevilla, Turner Libros, 1989, págs. 129-146, 353-354, 147-160; y págs. 111-128, 352-353, respect.; A. Colón de Carvajal y G. Chocano, Cristóbal Colón. Incógnitas de su muerte 1506- 1902. Primeros almirantes de las Indias, v. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1992, págs. 18-22; J. Pérez de Tudela (dir.), C. Seco Serrano, R. Ezquerra Abadía y E. López Oto, Colección documental del Descubrimiento (1470-1506), Madrid, Real Academia de la Historia, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Fundación Mapfre América, 1994, t. II, n.º 400, pág. 1073, n.º 401, pág. 1074, n.º 468, págs. 1243-1244, n.º 470, págs. 1245- 1246, n.º 472, págs. 1250-1251; n.º 489, págs. 1279-1281; t. III, n.º 799, págs. 1979-2075, n.º 548, pág. 1366, n.º 587, pág. 1448, n.º 590, págs. 1451-1452, n.º 614, págs. 1518- 1519, n.º 704, págs. 1715-1716, n.º 799, págs. 1979-2075; S. de Madariaga, Vida del muy magnífico señor don Cristóbal Colón, pról. de J. Valdeón Baruque, Madrid, Espasa Calpe, 2005, págs. 76, 408, 413 y 440.

 

Carmen Manso Porto