Sánchez Ugarte, Antonio. Madrid, 10.VI.1897 – 17.XII.1964. Torero, tabernero y pintor.
Nacido en la castiza calle de Mesón de Paredes, en 1912 lidió, en la plaza de Madrid, su primer becerro. En los años siguientes compaginó el aprendizaje en capeas y novilladas (de becerrista hizo efímera pareja con Antonio Calvache, más adelante reputado fotógrafo taurino) con su intervención como banderillero en diversas cuadrillas menores.
En novillada formal debutó en Madrid el 16 de junio de 1919, alternando con José Martín Gutiérrez Joselito Martín y Enrique Cano Iribarne Gavira. Siguió en el escalafón de novilleros varios años, en los que sufrió algunos percances de importancia. Tomó la alternativa en 1922 en la plaza de Linares, de manos de Ignacio Sánchez Mejías y con Marcial Lalanda como testigo de la ceremonia. El toro del doctorado se llamó Fogonero, pertenecía al hierro de Carmen de Federico y Antonio Sánchez recibió una cornada cuando le toreaba con la muleta. No obstante, Antonio Sánchez estoqueó el toro y le cortó una oreja. Confirmó el doctorado el 8 de octubre de ese mismo año. El mexicano Luis Freg le cedió el toro Giraldillo, sobrero de Sotomayor. Toreó poco en los años siguientes, alternando sus actuaciones en los ruedos españoles y mexicanos. El 22 de septiembre de 1927 sufrió una gravísima cornada en la plaza de Tetuán de las Victorias (Madrid), que puso en peligro su vida.
Torero valiente y buen estoqueador, se vio obligado a retirarse de los ruedos tras este último percance. Comenzó entonces otra vida para Antonio Sánchez: el diestro madrileño comenzó a regentar la taberna que sus padres poseían en la calle Mesón de Paredes (conocida, desde entonces, como “La taberna de Antonio Sánchez”), convertida ahora en centro de reunión de intelectuales, artistas y toreros. En los años siguientes fueron famosas las tertulias que allí se celebraban, en las que se daban cita, entre otros, el pintor Ignacio Zuloaga (en sus paredes realizó en 1944 su última exposición) y el crítico Antonio Díaz Cañabate (cuya biografía literaria plasmó en la obra Historia de una tertulia).
Al mismo tiempo, el antiguo torero se inició con firmeza en la carrera de pintor, a la que dedicó el resto de su vida. Sus obras, ligeramente impresionistas en el trazo y naturalista de manera decidida en la expresión, retrataron a personajes del Madrid suburbial y asolerado, hombres y mujeres que se ganaban la vida como buenamente podían (el chatarrero, el colillero, la castañera, el limpiabotas...), aquéllos que también desfilaban por algunas de los obras de Galdós y de Baroja. Asimismo, abundan en su pintura los temas taurinos, que son tratados con un clasicismo más académico. La bodega era, además de lugar de tertulia, más museo que taberna, pues todas las paredes estaban cubiertas con cuadros de su propietario. Así, Díaz Cañabate escribió: “La taberna es única en su clase, porque muchos, en lugar de ir a beber vino van a ver los cuadros, aunque luego acaben bebiéndose tres docenas de copas” (A. Díaz Cañabate, 1944: 71).
Fallecido en 1964, a su entierro acudieron varios cientos de personas, muchos toreros famosos y muchos habitantes anónimos del barrio que tantas veces había retratado con sus pinceles. En la necrológica sin firma (muy probablemente se deba a Antonio Abad Ojuel, redactor jefe de la publicación) que se publicó en la revista El Ruedo, se escribió lo siguiente: “Todos los madrileños conocían a Antonio. Y muchos le quisieron de verdad. Antonio supo conservar entre las paredes de su casa y en su propia personalidad la esencia de un Madrid... de madrileños. El tiempo ha pasado. La ciudad ha crecido. Todo es más agradable, más luminoso y mejor gracias a la progresión urbana, al neón y a la fluorescencia; pero el brillo de aquel Madrid pequeñito, del Madrid de Antonio Sánchez, que tantos añoran, se va, se difumina”.
Obras de ~: Toros, dibujos de ~, Barcelona, Imprenta Figueroa, ¿1962?
Bibl.: J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, vols. III y VI, Madrid, Espasa Calpe, 1943 y 1981, págs. 864- 865 y pág. 439, respect.; A. Díaz Cañabate, Historia de una taberna, Madrid, Espasa Calpe, 1944; ¿A. Abad Ojuel?, “Ha muerto Antonio Sánchez”, en El Ruedo (Madrid), n.º 1070 (22 de diciembre de 1964); F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; M. Gómez- Santos, “Antonio Sánchez”, en Mi ruedo ibérico, Madrid, Espasa Calpe, 1991, págs. 144-175; D. Tapia, Historia del toreo, vol. I, Madrid, Alianza Editorial, 1992; J. L. Ramón, “Antonio Sánchez: Postales del viejo Madrid”, en 6TOROS6 (Madrid), n.º 518 (1 de junio de 2004) (col. “Trazos Toreros” n.º 13).
José Luis Ramón Carrión
