Esteban Martín, Francisco. Las Navas del Marqués (Ávila), 17.IX.1880 – Ávila, 27.VII.1951. Eclesiástico, catequista, escritor, sindicalista, benefactor, canónigo.
Nació en Las Navas del Marqués (Ávila) el 17 de septiembre de 1880. Sus padres fueron Vicente Esteban y Segunda Martín, quienes, por haber nacido el día de la impresión de las llagas de San Francisco, le impusieron ese nombre. Murió el padre, herrero de oficio, cuando Francisco tenía tres años de edad. Su madre quedó con tres hijos, Gervasio, que llegaría a ser famoso predicador y canónigo magistral de Ávila.
Anastasio, más tarde maestro nacional, y Francisco.
La situación económica en que quedó la familia al faltar el padre era precaria.
A los catorce años, Francisco, como alumno externo, ingresa en el seminario de Ávila. En sus estudios obtuvo en todas las asignaturas las máximas calificaciones.
Terminados los estudios, celebró su primera misa el día 3 de octubre de 1905 en la basílica de San Vicente, de Ávila.
A los dos años, en 1907, se hace cargo de la parroquia de San Nicolás, de Ávila, como ecónomo de la misma, “poniendo pronto a esta parroquia de suburbio en vanguardia de liturgia y en pedagogía catequística, llenándose el templo continuamente de fieles para escuchar su predicación a los mejores cantores y músicos de aquella época agrupados en el denominado Desván Club de Bari”. Estando en esta parroquia, “la de mayor número de obreros”, fundó, en colaboración con Isidro Benito, la primera asociación de obreros católicos, que fue un primer paso de lo que después sería Federación Católica y Agraria. También en este tiempo fue cofundador del Montepío Sacerdotal Diocesano.
En 1911, fecha en la que con motivo del arreglo parroquial de la ciudad fue suprimida la parroquia de San Nicolás, es nombrado catedrático de Latín del seminario. Una nueva etapa, de gran trascendencia, se inicia en su vida al obtener por oposición la parroquia de Cardeñosa. El día 8 de enero de 1913 entra en Cardeñosa acompañado de su madre (que fallecerá el día 2 del mes siguiente) y sus hermanos. Dos años más tarde, el 15 de junio de 1916, murió también su hermano Gervasio, a los cuarenta y seis años de edad.
Al año siguiente, es decir, en 1917, se cumplía el tercer centenario de la muerte de María Vela, nacida en Cardeñosa en 1561. En la dedicatoria de la biografía de esta venerable, Francisco Esteban, su autor, escribirá: “A vosotros, mis feligreses, que sois ya en este mundo casi el único motivo y objeto de mis alegrías y de mis tristezas, de mis solicitudes y de mi amor”. Esta biografía, que apareció en primera edición en 1917 con el título de La Mujer Fuerte, Ven. D.ª María Vela y Cueto, Monja Bernarda del Convento de Santa Ana de Ávila, del s. xvi-xvii, fue el primer libro de los muchos que escribió el gran párroco de Cardeñosa.
Fundó a favor de los labradores un sindicato católico agrícola, llevado del entusiasmo que tuvo por las obras sociales. En Cardeñosa escribió la mayor parte de sus muchos libros y artículos. Fue arcipreste de inmediaciones, visitador diocesano de catequesis, juez examinador, examinador sinodal, censor de oficio, etc. Desde Cardeñosa pasó a Ávila como capellán de la cárcel, donde trabajó con una pedagogía pastoral llena de aciertos. Después de negarse a aceptar la parroquia de San Pedro de Ávila, y alguna canonjía que se le ofreció varias veces, en 1947 se resignó a ser canónigo, subrayando que lo aceptaba “no como recompensa personal, sino como homenaje al abnegado y venerable clero rural”. El día 27 de julio de 1951 murió santamente en Ávila.
Además de la biografía de la virgen María Vela, nuestro personaje fundó, en octubre de 1937, dirigió y escribió en buena parte Nuestra Revista, publicación mensual, redactada por párrocos de toda España, para ellos mismos. Presenta en croquis, esquemas y líneas generales pero prácticos, toda clase de predicación, pedagogía, acción católica, práctica parroquial, teología pastoral, moral, espiritual, ascética y mística, liturgia, literatura, oratoria, consultas, programas, recitados para fiestas, legislación, artículos humorísticos, biografías y crónicas, etc. En Nuestra Revista, publicó durante treinta y seis años cuatrocientos veintinueve números y en todos ellos salieron artículos de Francisco Esteban, pudiendo decirse que escribió después de muerto, pues dejó inéditos muchos temas que se publicaron desde 1951, en que murió, a 1973, en que se suprimió Nuestra Revista. A los 429 números ordinarios hay que añadir varios extraordinarios.
B. Jiménez Duque afirma: “Catequista. Este título merece por sí solo un estudio concienzudo”.
Obras de ~: La Mujer Fuerte, Ven. D.ª María Vela y Cueto, Monja Bernarda del Convento de Santa Ana de Ávila, del s. xvixvii, Ávila, Sucerores de A. Jimérez, 1917; Catecismo para niños, Cardeñosa (Ávila), s. f.; Catecismo para Adultos, Cardeñosa, s. f.; Sección homilítica, Cardeñosa, s. f.; Estampas Evangélicas, Cardeñosa, s. f. (inéd.), Haz esto y te salvarás, Cardeñosa, s. f. (inéd.), Adoración Eucarística Parroquial, Cardeñosa, s. f. (inéd.); (dir.), Nuestra Revista (1937-1973, 429 números); Venerable María Vela, religiosa cisterciense, 1561-1617, Ávila, 1986, 2.ª ed. (col. Tau).
Fuentes y bibl.: “Nota necrológica”, en Boletín Oficial de la Diócesis de Ávila, año 43, junio de 1951; B. Jiménez Duque, “Don Francisco Esteban Martín”, en Cenáculo, noviembrediciembre de 1951; T. Mayo Velayos, Voz y Pluma, Vitoria, 1954 (col. Semblanzas Sacerdotales, n.º 37); Explicación del texto nacional del Catecismo, Ávila, 1965 (6.ª ed.); F. L ópez Hernández, Personajes abulenses, t. I, Ávila, Obra Social Caja de Ávila, 2004, págs. 344-347.
Francisco López Hernández